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viernes, 1 de abril de 2011

CAPÍTULO IV: "Deseos"

Por Miriel



CAPÍTULO IV: "Deseos" 


Con una vena en la cabeza Ioryogi alzó la mirada hacia uno de los árboles…

— “¡¡¡TÚ!!!, ¡¡¡¿QUÉ HACES AQUÍ?!!!” —musitó el peluche.

— “Sentí una presencia oscura…” —añadió el ser de ojos plateados, cruzado de brazos y girando su cabeza a un costado, “pero creo que estuve equivocado” —hizo una pausa— “además… ¿qué haces fuera de esa casa?, ¿no se supone que debes de permanecer junto a la chica?” —preguntó Ginsei.

— “EN ESTOS MOMENTOS NO CREO QUE ELLA NECESITE DE MI AYUDA, ADEMÁS VINE PORQUE TAMBIÉN SENTÍ UNA PRESENCIA EXTRAÑA, Y ESTOY SEGURO QUE NO ERAS TÚ, SE RECONOCER MUY BIEN LAS PRESENCIAS DE LOS QUE CONOZCO” —se detuvo a pensar— “ENTONCES, ES PROBABLE QUE ÉL ESTE CERCA DE AQUÍ” —recordó el mensaje de Ushagi, mientras Ginsei lo observaba.

— “Voy a seguir buscando, tal ves lo encuentre… deberías regresar a esa casa, sea lo que sea, debes estar ahí” —añadió Ginsei.

— “¡¡¡SEGURO ESE OSO ABRIÓ SU BOCOTA!!!” —dijo el peluche con otra vena en su cabeza, cuando volteó a ver, este ya no estaba en el lugar.

— “ESE OSO VA A ESCUCHARME LA PRÓXIMA VEZ QUE LO VEA, ¡JAH!, CREO QUE ES EL MOMENTO… DE QUE ESE PAR YA SE LEVANTEN, POR QUE EL DESAYUNO EN VERDAD SE ENFRIÓ”. Ingresó por una de las ventanas de la casa y gritó— “¡¡¡OIGAN USTEDES ALLÁ ARRIBA, LLEVO MEDIA HORA ESPERANDO AQUÍ, EL DESAYUNO SE ENFRIÓ!!!” —con una risa maliciosa.

Fujimoto desde la habitación levantó una ceja…

— “Es cierto, tendré que preparar nuevamente el desayuno”, —comentó Kobato enterrando su cabeza en las almohadas de la pena.

— “No te preocupes, sé que lo terminarás a tiempo”, con una leve sonrisa en su rostro, aún con su ropa de dormir le dijo— “ahora te alcanzo…”, mientras se dirigía a la ducha, pero la verdad estaba muy enfadado con el peluche por interrumpirlos.

— “Sí…” —dijo con el rostro sonrojado.

Luego de preparar el desayuno, Ioryogi se encontraba preocupado, por que presentía que algo malo le pudiese suceder a Ginsei, pensó— “SE QUE KOBATO ESTARÁ BIEN POR QUE EN ESTOS MOMENTOS ESTÁ CON ESTE SUJETO, PERO… Y SI GINSEI NECESITA AYUDA…, TENGO QUE IR, NO PUEDO DEJARLO SÓLO EN ESTA BATALLA…”.

Ella y Fujimoto terminaban de desayunar, el peluche fue el primero en retirarse  y solo mencionó que iba a salir por un momento.

— “Cuídate mucho Iorogi-san” —dijo ella, observándolo sorprendida, porque había quedado el día anterior en que le haría compañía para visitar la guardería.

Fujimoto cerraba los ojos, sabia que al muñeco salía cada vez que le venía en gana así que eso no le sorprendía, luego ambos esposos salieron de la casa a  través del tren llegaron al centro de la ciudad, una vez en la clínica se dieron cuenta que habían muchos agentes que resguardaban la habitación del chico.

— “¿Quiénes son ellos?” —preguntó ella.

— “Son los guardaespaldas de Taikinawa, espera aquí, debo hablar antes con él” —mencionó Fujimoto.

— “Si” —dijo descansando en una de los asientos de la sala, observándolo hablar con uno de los guardaespaldas para luego ingresar a la habitación.

— “Buenas días, abogado Kiyokazu a su servicio” —saludó Fujimoto.

— “Buenos días, abogado Kiyokazu, el día de ayer hablé con su esposa”.

— “Si, ella entregó su mensaje e incluso insistió en venir a visitarlo” —añadió Fujimoto.

—“¿Se encuentra ella en la habitación?” —dijo el joven cambiando de tono más serio.

— “No, ella esta en la sala de espera”.

— “Bien” —sintió un alivio escuchar eso— “imagino que revisó la petición que hice al despacho de abogados y asociados Hittori”.

— “Si, siento mucho lo que pasó con sus padres” —expresó Fujimoto.

— “Mis padres...” —mencionó el paciente con nostalgia— “si… ellos fueron mis padres por que se preocuparon por mí desde que era un bebé, pero en realidad…”, se detuvo por un instante.

— “No se preocupe, lo se todo” —dijo Fujimoto apretando los puños de sus manos.

El chico levantó su cabeza tratando de dirigirse donde provenía dicha voz y comentó— “espero su total discreción abogado Kiyokazu”.

— “Descuide” —mencionó él.

— “Hoy me darán de alta de esta clínica y luego tendré que dirigirme a casa, pero… no quiero volver ahí por un tiempo, tengo muchos recuerdos de mis padres y en estos momentos, no deseo enfrentarlos por que… duele mucho saber que ya no los encontraré” —asintió el joven.

— “Entiendo…”.

— “Necesito tiempo…, además quiero regresar a casa cuando pueda recuperar la vista, usted se encargará de conseguir el mejor médico cirujano para mi operación” —mencionó el como un pilar de ayuda, sus gestos en su pálido rostro demostraban su angustia y sufrimiento por el cual pasaba en esos momentos.

— “Si, pierda cuidado, estaré a cargo de su caso personalmente” —añadió Fujimoto.

— “Muchas gracias” —sonrió— “otra cosa, muy en particular… ¿podría aceptarme en su casa por un tiempo hasta que programen la fecha de la cirugía?...”.

Él se sorprendió, sabía que no era fácil su situación de su cliente pero…  si aceptaba tal petición sabia que debería ser más cuidadoso con Kobato y el peluche parlante, después de breves segundos de pensarlo, dijo— “esta bien, allí será bienvenido, el tiempo que sea necesario” —añadió él con una gota en su cabeza y pensó que tendrá que establecer ciertas reglas en casa.

— “Gracias”.

— “Creo que eso es todo” —añadió Fujimoto cerrando su portafolio.

— “Si… su esposa si es que aun quiere saludarme, puede pasar…” —asintió el joven.

— “Si”.  El salió de la habitación y en la sala estaba ella esperando con cara de preocupación.

— “Kobato”.

—“Si, ¿cómo está él?” —preguntó ella.

— “Bien, ¿aún deseas entrar y hablarle?” —añadió Fujimoto.

—“¡Sí!”.

— “Está bien, yo debo ir al despacho a trabajar, nos vemos en casa”.

— “Si, no te preocupes” –sonrió.

Observó como su esposo se alejaba del lugar, ella sabia que Fujimoto no demostraba sus sentimientos en público, eso lo aprendió desde que empezaron una vida juntos. Como olvidar aquel día…

Los rayos del sol irradiaban la habitación, Sakaya-sensei se encontraba junto a ella…

— “Te ves muy hermosa” —sonrió la afable mujer.

— “Gracias a Okiura y usted, por el obsequio de bodas” —añadió sonriente.

Okiura esos cuatro años junto a Sakaya abrieron una nueva guardería en remplazo de la anterior guardería Yomogi, no tenían ni mucho ni poco en nivel económico pero con Sakaya y sus amigos que conocían a Kobato, acordaron hacer el pequeño obsequio de bodas, según la tradición las bodas eran llevadas en un templo de Japón, pero al imaginarse Sakaya el ritual y la vestimenta en Fujimoto, le surgió una gota sobre su cabeza,  la risa en su esposo y amigos de él, sabía que él no iba a estar de acuerdo, así que optaron por una Iglesia también es un templo religioso pero de estilo occidental.

— “No te preocupes, es lo menos que podemos hacer por toda la ayuda que recibimos de tu parte, además sin contar el enfado de Fujimoto al saberlo” —sonreía al solo recuerdo mientras le colocaba flores en su cabello.

— “Si, es cierto” —dijo Kobato.

— “Pero al final resultó aceptando” —sonrió— “si no es por Kobato, él nunca hubiera aceptado el que Okiura y yo ayudemos con la Iglesia y los preparativos”  —terminó de arreglarle el cabello— “¡ya estas lista!, realmente estas muy hermosa, has muy feliz a Fujimoto.

—“¡Sí!”.

Por otro lado se encontraba Fujimoto de traje blanco, a él no le gustaban los eventos públicos pero este era uno especial al cual no podía escapar, no le agradaba la idea de una ceremonia donde los invitados eran personas cercanas a él, incluyendo los amigos de Okiura, la dueña de la pensión y sus hijas, entre otros…, le aterraba la sola idea de saber que todos ellos iban a presenciar la demostración de sus sentimientos de él hacia Kobato ya que era una boda estilo occidental y no le agradaba la idea, se sonrojaba de solo imaginarse a la multitud observando a ambos.

— “Jajajaja, ¿qué pasa Fujimoto?, ¿le tienes miedo al matrimonio” —continuó riéndose al ver la expresión que tenia.

—“¡Claro que no…!”.

— “Es que los colores en tu rostro se vienen y van, eso no es común en ti, jajajajaja, es muy gracioso verte así, jajajaja”

— “Quieres dejar la burla para otro momento” —dijo serio y frío como siempre.

— “Está bien, ya falta poco para que la veas, ella está en camino”, Okiura sabía que él estaba nervioso y además era demasiado orgulloso como para admitirlo, le dio una palmada por la espalda y se fue a uno de los asientos junto a los demás invitados. Él no pudo evitar un leve sonrojo por las palabras de su interlocutor, “¿cuánto tiempo voy a estar esperando aquí…?” —pensó— “y… ¿si le sucedió algo?...”, su mente era un caos de inquietudes.

— Uno de los niños se acercó con un objeto entre sus manos y le dijo— “tome esta flor”.

— “¿Huh?”.

—"La hice yo mismo”, sus manos del pequeño estaban llenas de vendas, “espero que Kobato y usted sean felices juntos”.

— “Gracias” —respondió y revoloteó los cabellos del pequeño.

— “Los invitados están ansiosos de ver a la novia” —apareció sonriente Sakaya al notar el nerviosismo de Fujimoto.

Él se sonrojó incomodo. “¿es necesario esto…?” —señaló la pequeña flor que estaba sobre su bolsillo de su saco.

—“Sí, te ves adorable”.

— “¿Ella está…?”.

— “Jajaja, la acabo de ver y esta igual de nerviosa que tu”.

— “¿Eh?..., yo…” —soltó un suspiro de resignación, Sakaya lo conocía muy bien.

— “Espero que encuentres la felicidad que te mereces junto a Kobato” —añadió sonriente.

— “Si”.

Por otro lado en otro ambiente cerca de la Iglesia, se encontraba la novia con el peluche el cual se empezaba a irritar al verla nerviosa.

— “¡¡¡YA DEJA DE CAMINAR DE UN LADO A OTRO QUE VAS A SER UN HOYO EN EL PISO!!!” —musitó el peluche intentando calmar sus nervios de ella.

—“¡Ahh!, ¡lo siento Iorogi-san!”.

—“¡Buenas tardes Kobato-chan!”.

— “¡Oh!, ¡Kohaku-san!, ¡buenas tardes!”.

— “Te ves muy bien Kobato-chan” —sonrió.

— “Gracias” —comentó alegre.

— “Y ¿cómo estas?”.

— “Pues… creo que un poco nerviosa…”.

— “Descuida es normal que estés así. Les deseo lo mejor a ambos y que su felicidad perdure por siempre” —dijo Kohaku.

— “Gracias, Kohaku-san”.

El sonar de las campanas anunciaba que empezaría la ceremonia.

— “Es la hora, te vez muy bien con el traje” —comentó Sakaya sonriente al notar su palidez, sabía que a él nunca le gustaba hacer público sus sentimientos y hacer esta ceremonia era algo que no había experimentado. “Vamos Fujimoto, tú puedes” —comentó animándolo.

— “……”.

En la entrada de Iglesia estaba la rubia de ojos canelas alentando a Kobato, “Es hora de entrar, vamos” —añadió Kohaku quien se retiraba para que prosiga por la alfombra.

—“¡Sí!”, una sonrisa irradiaba su rostro.

El peluche se sostuvo en las manos de Kohaku, mientras ambos novios se reunían en el templo.

—“¡Oh!”, se sorprendió la multitud al notar el ingreso de la novia al templo.

— “Fujimoto-san…” —pensaba ella al verlo de traje blanco con una pequeña flor que adornaba su saco y sus ojos verdes temerosos de lo que estaba pasando, mientras el latir de su corazón se aceleraba conforme avanzaba hacia a él.

Él se encontraba mudo de solo verla, estaba hermosa. Su vestido era de color blanco, en el centro un estampado con adornos hacían notar su cintura, con bordados sujetados por una cinta en su escote dejando sus hombros al descubierto, en el cuello un collar que Suishou le envió a través de Ushagi, sobre su cabello el cual tenia unos listones adornados con flores que hacían juego con el vestido y un pequeño ramo que llevaba entre sus manos, algo poco peculiar en Japón, pero le hacían notar su alegría, sencillez, pureza e ingenuidad de lo que estaba viviendo en esos momentos y el nerviosismo que al igual que él compartía en dicho ceremonia.

Al estar frente a frente, la seriedad de él cambio por una ligera sonrisa. El sacerdote empezaba la ceremonia, los invitados aplaudían y ambos novios estaban nerviosos y sonrojados…

— “Hace 6 meses desde que Fujimoto y yo nos casamos, desde ahí todo ha sido maravilloso” —pensaba mientras se dirigía a visitar al chico en la clínica— “Iorogi-san ha sido muy amable todo este tiempo…” —se detuvo— “el prometió que iríamos juntos a ver a Sakaya-sensei” —bajó su mirada cómica— “pero… dijo que iba a salir..., a los niños les gusta mucho ponerle accesorios, se le ve muy lindo con ellos” —sonrió ante el recuerdo y continuó caminando.

Después de hacer un conjuro la persona de cabellera larga cerca de la cabaña, indicaba nuevas instrucciones a otro ser que estaba creando con su magia, “anda y cumple tu trabajo”.


“Así será mi lord…”, se arrodilló ante él.





— “Aguarda aquí Koji” —dejó al niño cerca de los árboles y realizó un conjuro con sus manos, el cual envolvió al niño en un escudo de protección.

— “¡Tenga cuidado!”.

— “Empecemos” —dijo Watanuki acomodándose los anteojos.

— “Vaya el chico es valiente jefe” —mencionó un miembro de la banda.

— “JAJAJAJA, HABER CUANTO LE DURA LA DICHOSA VALENTÍA” —añadió el líder.

Empezaron atacar pero densos vientos rodeaban a Watanuki , su sello mágico empezó a brillar y el asombro se hizo notar en todos los presentes.

—“¡Jefe!, ¡va a utilizar magia!, ¡huyamos!”.

— “¡¡¡NO!!!, ¡¡¡CLARO QUE NO!!!, SOMOS INMORTALES Y LA MAGIA NO SERÁ UN OBSTÁCULO PARA NOSOTROS”.

— “¿Qué haces Watanuki?” —pensó Koji quien observaba el sello desvanecerse y al mismo tiempo formaba un objeto alargado y filoso entre sus manos, los demás integrantes prestaban atención a dicho suceso.

— “Esta pelea será justa, no utilizaré mi magia como ventaja sobre ustedes, salvo que la necesite” —agregó él.

—“¡Oh!, que amable eres chico, así te mataremos más rápido” —comentó uno de la banda.

Al no haber escudo quien lo proteja se abalanzaron contra él, y este empezó a combatir, su espada contra sus garras filosas, que no cesaban en atacarle, pero él lo esquivaba fácilmente, mientras ellos estaban algo agitados por el combate que enfrentaban, él se mantenía seguro.

—“¡¿QUÉ HICISTE MOCOSO?!, ¡TÚ NO CONOCÍAS DE COMBATE CON ESPADAS!, ¿CÓMO ES POSIBLE QUE AHORA SEAS UN EXPERTO?” —mencionó el líder de la banda.

— “El aprender es parte de nuestro destino” —respondió el mago.

Los golpes y saltos de pelea se hacían presente con más frecuencia, velocidad y agilidad con los demás integrantes de la banda, en eso su espada atravesó a uno de ellos, cayendo al suelo yerto.

— “¡NO ES POSIBLE!” —mencionó el jefe.

— “Esta espada está hecha con la pureza del agua del templo, que he reservado al salir de ahí y tiene el poder suficiente para destruirlos a todos ustedes”.

Los demás estaban asombrados y dijeron— “¡¡¡maldito!!!, ¡¡¡asesinaste a nuestro amigo!!!, ¡¡¡acabaré contigo!!!”, se abalanzó uno contra él, pero en eso, otro le dio un golpe en su mano la cual sostenía su espada, quitándosela y junto a otros se dirigían no a Watanuki sino al niño. A su vez el jefe le indicaba, “MATEN AL MOCOSO PRIMERO, QUIERO VER EN SU ROSTRO EL DOLOR DE PERDER A UN SER QUERIDO”.

— “¡¡¡¡¡Nooooooooooooooooooooo!!!!!!” —grito él y un dolor en su interior recorrió su cuerpo, en ese momento sólo pensó, “no te perderé, ¡no!...”, pequeños recuerdos entrecortados de sus padres, de sus amigos y de alguien a quien ha esperado por un largo tiempo apareció en su mente, murmurando— “Yuuko-san…” —observó a Koji y pensó— “tienes una misión en este mundo y no dejaré que nadie te lastime”.

El niño solo veía aterrado lo que estaba pasando ante sus ojos, levantó sus manos y cruzándolas sobre su cabeza. Antes que la espada rompa el sello en el cual se encontraba. Watanuki utilizó su poder y el viento como arma cortante, los atacantes cayeron al suelo por el impacto, “lo dije una vez Koji… te protegeré y eso pienso hacer” —mencionó el mago luego volteó a ver y sólo quedaba el líder con algunos cortes sobre su cuerpo.

— “¡MALDITO!, HAZ ACABADO CON MI BANDA, PERO YO ME ENCARGARÉ DE HACERTE PAGAR” —añadió el jefe a pesar de tener una herida abierta en su cuerpo siguió hablando.

— “No permitiré que sigas ocasionando desastres a este mundo, ¡no lo permitiré!” —mencionó Watanuki.

—“¡¡¡CÁLLATE!!!” —gritó arrojándose contra él y empezaron nuevamente una lucha, la cual tras varios saltos y sin poder lastimar a Watanuki, este resultó en el suelo, y dijo— “CREES QUE HAS GANADO…, PUES NO...”.

— “No soy el que está en el suelo agonizante” —mencionó Watanuki, sacando de su escudo protector al niño.

— “¡¡¡Cuidadoooooooo!!!” —gritó Koji por que éste se aproximaba con una de sus garras filosas para atravesarle.

El mago sólo cerró sus ojos sin voltear a verlo, su espada que se encontraba en el suelo, se elevó atravesando a este y cayó muerto.

—“¡Ohhh!, ¡me sorprendiste!, acabaste con todos ellos…, gracias, muchas gracias por salvarme” —dijo el niño con una luz de esperanza en sus ojos.

— “Lo siento por ellos, pero no tenía opción, esta lucha era de vida o muerte y yo no tengo ninguna intención de morir” —pensó al ver los cuerpos desfallecidos. Luego le dijo al niño, “no te preocupes, Koji, ya todo acabo”, le tomó de su mano, su espada se desvaneció formando nuevamente el círculo mágico del sol y la luna, el cual le indicaba el cambio de dimensión.

—“¡Ahhh!, ¡¿qué es esto?!” —preguntaba el niño.

— “No tengas miedo, iremos a otro mundo, todo estará bien, ya lo veras”, le sonrió.

— “Si” —respondió Koji y sujetó su mano.

En otro espacio una chica murmuraba dentro del templo, “él vendrá aquí muy pronto…”, una leve sonrisa iluminó su rostro.

En el país de Japón…

— “Espero que Watanuki, se encuentre bien, porque sólo su magia será su única herramienta para poder salir de esos mundos y además aprenderá más cosas que le hace falta” —meditaba Yuuko desde la tienda.

Saltando a la sala Mokona avisaba a su ama, “¡Yuuko!, ¡tenemos visitas hoy!”.

— “Que bien, hazlo pasar Mokona” —mencionó ella.

— “¡Adelante!, ¡adelante!, ¡adelante!” —repetía Mokona dando saltos.

— “¿Qué te trae por aquí  Doumeki?”

— “Ayer dejé de sentir la presencia de Watanuki, ¿qué fue lo que pasó?”.

— “Watanuki ya no se encuentra aquí”.

— “¿Dónde está él?”

— “En otro mundo, porque él lo decidió así”.

— “Pero, ¿cómo?”.

— “Es el precio de su deseo” —añadió ella.

— “¿Cuándo volverá?”

— “Todo depende de él, su estadía en esos mundos aún no está determinada”.

— “¿Por qué lo hiciste?” —preguntaba Doumeki con preocupación.

— “Las personas, deben seguir la rueda de su destino” —pensó— “incluso este sueño muy pronto llegará a su final…” —luego dijo— “¿Doumeki-kun aún tienes el huevo que te entregué hace algún tiempo?”.

— “Si” —añadió él.

— “Lo utilizarás cuando llegue el momento adecuado” —dijo ella pensativa y fumando—  “Kohane-chan está preocupada él… ¿verdad?”.

— “Si”.

— “¿Fue ella quien te envió aquí?”

— “No”.

— “Ya veo…” —expulsó humo de su pipa.

En la tienda, Yuuko continuaba conversando con Doumeki, por otro lado otra persona caminaba por las calles en plena lluvia estaba muy desorientado de el lugar donde se encontraba y solo tenía algo en su mente, los recuerdos de aquella mujer, “¡debo encontrarla!” —murmuró mientras caminaba— “mi deseo es encontrarla desde que era pequeño, pero incluso él no pudo hacer nada por hallarla…, ¿qué debo hacer?, ¿qué debo hacer?... en ese momento sus pasos lo guiaron hasta cierto lugar…

— “¿Creo que tenemos un cliente hoy?” —dijo Yuuko.

Un hombre alto de cabello castaño ingresó a la tienda. Doumeki permanecía junto a Maru y Moro a un costado y Yuuko observaba a la persona que tenia al frente.

“Tú eres…”

— “La dueña de la tienda” —mencionó Yuuko.

“¿Es esto una tienda?” —preguntó el chico de ojos verdes.

— “Si”.

“¿Qué tipo de tienda?”

“Es una tienda en la cual cumplo deseos”

“Deseos…”—repitió él.

— “El que estés aquí significa que hay un deseo que quieres que sea concedido”.

“Esa persona…que suele aparecer en mis sueños…, no la puedo encontrar, la he buscado por mucho tiempo…”

— “Tu deseo es ver a esa persona…”

“Sí”.

— “¿Sabes que el encontrar a esa persona tiene un precio muy alto?”

“¿Cuál es?”.

Ella quedó en silencio por un momento y luego le observó diciendo— “la mujer que buscas, no está en el mundo de los vivos, ella…está muerta, pero su alma sigue intacta, si deseas ir a donde se encuentra su alma, debes abandonar tu cuerpo físico”.

—“¡¿Eh?!, ¡¿está diciendo que tengo que morir para llegar a donde se encuentra ella?!

— “Así es, ese es el precio”.


“……”.




En la clínica, al entrar a la habitación del chico y al saludarlo ella se sorprendió, una vez dentro, pudo darse cuenta que aquel joven tenía vendado los ojos y algunas partes de su cuerpo. Sus ojos canelas se abrieron más de lo normal.

— “Espero… no ser inoportuna en mi visita” —dijo Kobato.

— “No…, no lo es”.

— “Usted, sufrió un accidente muy grave, porque tiene muchos vendajes en su cuerpo, ¿verdad?”

— “Si” —comentó él.

— “Pues, usted no debería ser muy serio, ¡alégrese!, ¡hoy es un mañana muy hermosa!” —aseveró ella sonriendo.

— “Disculpe pero en estos momentos no tengo los ánimos como para estar alegre y además no puedo ver lo que usted afirma”.

— “¡Oh!, es cierto, el vendaje de sus ojos… ¿es…” —varias posibilidades rondaron su mente y dijo— “es por el accidente o acaso… esta jugando a las escondidas con alguien?” —preguntó con mucha curiosidad.

—“¿Jugando con alguien?, jajajajajajajajajajaja, ¡¿jugando yo?!, jajajajajajajajajajajaja”, no paraba de reír.

— “¿Eh?, ¿no esta jugando acaso?” —mencionó con una interrogante en su cabeza, la cual le hacía ver algo cómica en su rostro, a pesar del poco  tiempo en ese mundo, seguía siendo ingenua e inocente en algunos aspectos de su persona.

— “Claro que no señora” —continuó riendo.

—“¡¿Ah?!, yo creí…, que los vendajes del cuerpo son por el accidente pero sus ojos…, supuse que estaba jugando con alguien”. Ella no entendía lo que estaba pasando en la mente del chico.

— “Señora como consecuencia del accidente quede ciego y por eso tengo vendajes en las vistas, no es que este jugando con alguien más” —añadió él riéndose.

—“¡¡¡Oh!!!, ¡¡¡lo siento mucho!!!, ¡¡¡lo siento mucho!!!, ¡¡¡en verdad…, no quise…!!!, no sabía que usted…”  —dijo ella inclinando su cabeza muy apenada.

— “No se preocupe, es más, usted es muy divertida, ¿cómo dijo que se llamaba?”

— “Kiyokazu Kobato” —respondió sonriente.

— “Señora Kiyokazu, entonces” —afirmó el paciente.

— “Si” —sonrió.

— “No sé, si su esposo le comentó sobre la charla que tuvimos hace un momento, solo espero que usted no se oponga”.

— “¿Oponerme?” —inquirió sin saber la conversación de su esposo con él.

— “Es que voy a vivir en su casa por un tiempo hasta que llegue el  día de mi operación, se lo comunico a usted quien es la esposa de quien llevará mis asuntos legales y además en quien puedo confiar por el momento”.

— “¡Oh!”, se asombró un poco, diciendo— “las puertas de nuestra casa estarán abiertas para usted el tiempo que desee”.

— “Muchas gracias por su visita, fue un gusto hablar con usted, señora Kiyokazu”.

— “Igualmente” —dijo sonriente, “y ¿cuándo irá a nuestra casa?” —preguntó.

— “Hoy por la tarde, mis guardaespaldas me llevarán hacia su casa” —agregó él.

—“¡Ahhhhhhhh!, entonces tengo que preparar algo delicioso para que usted se sienta a gusto, ya que será nuestro invitado, pero…” —se preocupó al no saber que hacer con el peluche.

— “¿Pasa algo malo?”.

— “No nada, no se preocupe” —agitó sus manos al imaginar que tenia hablar con el muñeco para que no hable en voz alta y él no se sorprenda, ya que no podía verlo pero si escucharlo. “Lo esperamos por la tarde, joven Taikinawa” —dijo ella despidiéndose.

— “Así, será señora Kiyokazu”.

Al salir de la habitación, se alegró el haber disipado un poco la tristeza del aquel joven, pero al continuar caminando, se dio cuenta que estaba en una calle desconocida, y escuchaba una voz por un callejón…

“Ayúdame…” —decía la voz.

“Ven por favor…”, parecía decirle otra voz que el viento llevaba en ese instante.

— “¿Eh?, esa voz… ¿podría ser Iorogi-san quien llama?” —pensó— porque no podía identificar con claridad la identidad de aquellas voces, tal vez el muñeco esté en problemas, fue caminando e ingresó a un callejón sin darse cuenta.

“¡¡No!!, ¡¡detente por favor!!”, se angustió Sakura en otra dimensión.

En el despacho, Fujimoto se encontraba inquieto, no sabía el motivo, pero una angustia se apoderaba de él.

— “……”

—“¡¡¡Pequeña no vayas a ese lugar!!!” —dijo el ángel.

— “¡¿Eh?!, pero…tu eres…” —dijo ella intentando identificar una de las voces.

“Libérame por favor…”.

Luego una densa neblina cubrió el lugar, Kobato estaba confusa y asustada a la vez, “¿qué está pasando?, ¿Iorogi-san?, ¿¿eres tú??” —apretó una de sus manos hacia su cuerpo— estaba aterrada por lo que sucedía, “¡¿Iorogi-san?!”, ¡¿Fujimoto-san?!” —preguntaba asustada.

“¡Huye de ahí!, ¡¿por favor?!” —se escucharon dos voces al unísono.

No sabía como encontrar la salida y al no visualizar nada, una figura empezó a tomar forma en medio de la densa neblina que la rodeaba.

—“¿¿¿Iorogi-san???, ¡¿¿¿eres tu???!” —mencionó muy asustada.

— “¡No la lastimarás!” —intervino una voz creando una ráfaga de vientos alrededor de la chica.

— “¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!” —gritó ella colocando sus brazos delante su rostro mientras su cuerpo irradiaba una luz muy brillante.

Alguien apareció a su costado en ese instante, “¡¡¡ayúdeme, por favor!!!” —dijo Kobato muy pálida, conforme apresuraba sus pasos observaba aquella figura desvanecerse a lo lejos.

— “No te preocupes” —respondió la persona junto a ella mientras avanzaban— “estamos a salvo lejos de aquel lugar”.

— “¡¿Eh?!” —observó a su interlocutor— “¡¡¡Kohaku-san!!!” —comentó fuertemente— “¡¡¡gracias por ayudarme a salir de ese lugar!!!, no se como llegué ahí, no lo recuerdo…”.

— “Tranquilízate, ya todo está bien, pero… ¿por qué Ioryogi no estaba contigo?”.

— “Iorogi-san salió por un momento de casa y…”

— “Kobato-chan, ¡Kobato-chan!, ¿estas bien?” —preguntó al verla a punto de desmayarse.

— “No te preocupes, no es nada…” —comentó recobrando su sonrisa.

— “Ven, vamos” —dijo Kohaku llevándola a una cafetería cercana. Empezaron a platicar y poco después timbró el celular que una vez le dio Fujimoto, este le preguntó si estaba bien, ella respondió que sí,  no le comentó nada de lo sucedido, no quería preocuparlo, mientras Kobato hablaba por teléfono, Kohaku notó el poder que ella poseía en su interior, el cual fue quien le salvó la vida en aquel momento, pero desconocía quién era ese sujeto del callejón al cual no pudo observar por la densa neblina que había en el lugar y aunque Kobato le dijo sobre unas voces ella no pudo escuchar más que una sola voz la cual pertenecía al ángel Suishou.

En otra dimensión…

— “¿Quién era ese sujeto Shaoran?” —preguntó Sakura.

— “No lo sé, pero estuvo muy cerca de querer atacarla hace unos momentos” —respondió pensativo.

— “No se por qué, pero Suishou y yo nos conectamos, fue muy extraño”—mencionó ella.

— “Seguro es porque ambas comparten la misma alma pero en diferentes mundos”, añadió Shaoran.

— “Sí” —asintió— “además… tuve un sueño antes de venir a este lugar y así como nos reencontramos no sé cuánto tiempo permaneceremos en este lugar juntos, pero… hay alguien que nos esta llamando a ambos.

— “¿No identificaste quien era?”..

— “No” —cerró sus ojos verdes— “hay algo que me impide ver su rostro, no sé si pertenece al presente, pasado o futuro de nuestras vidas anteriores…”

— “……….”, Shaoran asintió.

Cerca de la casa de Kobato…

Una persona de larga cabellera, elevaba sus manos, se encontraba invocando un conjuro y continuó, “por los cuatro elementos que rigen mi sello, el ying yang, y las fuerzas místicas de…” —apretó una de sus manos al percatarse de una presencia cercana y mencionó— “sabes lo que acabas de hacer pequeño ser insignificante…”.

Al escuchar aquellas palabras los ojos plateados quedaron estupefactos al ver a la persona que estaba sobre ese sello mágico.

Una ráfaga de aire revoloteaba el largo cabello celeste que este poseía, al voltear y observarlo directamente, dijo— “no creas que pasaré por alto el haber interferido en mi hechizo”.

— “Así que tu eres el que ha provocado todo esto” —añadió Ginsei en pose de pelea.

— “Me sorprendes criatura, pero eso no te salvará de tu destino…”.

Casi al llegar a la guardería, desde los árboles un peluche saltó hacia la cabeza de una joven.

— “¡¡¡¡¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!”.

— “SHHHHHHHH ,  ¡DOBATO NO GRITES!, ¡SOY YO!” —dijo el peluche

La joven colocó una de sus manos sobre su pecho y respiró profundamente, “¡eras tu Iorogi-san!, ¡no sabes el susto que me diste!, además, hoy al terminar el desayuno comentaste que estarías ausente en la mañana y creí que ya no irías conmigo a ver a Sakaya-sensei”.

— “YO PROMETÍ QUE IRÍA CONTIGO, ASÍ QUE ESTOY AQUÍ” —dijo él, puesto que había buscado a Ginsei pero no lo encontró así que recordó lo que había hablado con Kobato la noche anterior y así pudo encontrarla.

— “¡Gracias Iorogi-san!”

— “OYE, PERO RECUERDA LO QUE TE DIJE DE NO COLOCARME COSAS SOBRE MI CUERPO”, la observó con flama en los ojos.

— “Si, no te preocupes” —comentó sonriente.

Una vez en la guardería, la situación cambio por completo, Kobato saludó a Sakaya y su esposo, mientras conversaban se olvidó por completo del peluche. Su bolso se encontraba en el salón,  mientras que uno de los niños sujetó al muñeco y llamó a los demás niños.

—“¡¡¡Adivinen a quien trajo Kobato-chan el día de hoy!!!”.

— “Espero que sea su peluche” —dijo uno de las niñas.

—“¡¡¡Sí!!!, ¡¡¡Kobato-chan trajo a Iorogi su peluche!!!” —se alborotó un niño lleno de entusiasmo.

— “¡¡¡Hay que lindo!!!, yo le confeccioné un sombrero”.

— “Yo lacitos, le quedó muy lindo la última vez…”

— “Yo botas de papel…”

— “Yo traje unos lentes muy lindos de un osito que tengo en casa…”

— “¡¡¡Hay que colocárselo!!!” –levantó la mano con energías.

—“¡¡¡Siiiiiiiiii!!!” —dijeron los niños muy entusiasmados con el peluche en sus manos.

Mientras Ioryogi estaba sudando frío, por las cosas que iban a ser los niños, solo pensaba— “¡¡¡KO-BA –TO!!!- ¡¡¡¿DÓNDE ESTAS?!!!”.

Ella al terminar de charlar con Sakaya y Okiura, se dio cuenta que le faltaba su bolso, ¡¡¡¡¡ahhhhhhhhhhhh Iorogi-san no está!!!” —se acordó del peluche—, pero ya era demasiado tarde, este se encontraba en el salón de la guardería en manos de los niños.

— “¿Qué sucede Kobato-chan?” —dijo Sakaya-sensei al igual que su esposo.

— “¡¡¡Olvidé a Iorogi-san!!!, ¡¡¡ahhhhhhhhh!!!, ¡¡¡se va enojar mucho!!!” —repetía ella de un lado a otro.

— “¿Te refieres al oso de felpa que traes siempre?” —indagó Sakaya.

— “¡¡¡Sí!!!”, ¡¡¡si el mismo, donde lo dejé, no lo recuerdo!!!, dijo ella muy angustiada.

-  “Yo sé donde esta” —añadió Okiura sonriente— “tu bolso lo dejaste en el salón, anda y verás que se encuentra ahí”.

Ella salió corriendo al salón al igual que Sakaya y su esposo, cuando entraron vieron a un peluche de felpa, con un sombrero, botas, unos lentes y lacitos entre sus manos.

— “Jajajajaja quedó muy lindo tu peluche” —comentaron Okiura y Sakaya-sensei con unas gotas en sus cabezas.

— “Si” —dijo ella, con otra gota en la cabeza. Levantó al peluche de donde lo tenían los niños y el aura del muñeco era muy oscura.

Kobato se asustó y se despidió rápido de la guardería, cuando estaba por la calle, el muñeco no decía ni una palabra. Ella estaba preocupada por lo que había sucedido antes de llegar a la guardería y ahora Iorogi no hablaba nada, sabia que estaba muy enojado. Cuando ingresaron al jardín de su casa, el muñeco soltó toda su furia con una flama muy intensa.

— “¡¡¡¡¡¡¡KO –BA –TO!!!!!!!, ¡¡¡¡¡POR QUE ME DEJASTE CON LOS NIÑOS DE LA GUARDERÍA!!!!!, ¡¡¡¡¡¡TU PROMETISTE QUE YA NO IBAN HACER ESE TIPO DE COSAS CONMIGO Y MIRA COMO QUEDÉ!!!!!!!.

— “Lo siento Iorogi-san no volverá a pasar, de veras lo siento, ya no te enfades” —dijo ella ocultando su palidez del día.

El muñeco se había tranquilizado un poco y estaba que se quitaba los accesorios que tenia puestos, pero lo que no podía era quitarse los lacitos de sus manos porque estaban muy bien amarrados.

Mientras el sufría sentado en el camino tratando  de sacarse esos lazos, Kobato lo observaba pero su mente estaba en el suceso extraño que pasó en aquel callejón. El muñeco volteó a verla y le dijo— “¡¡¡OYE, ¿QUE HACES AHÍ PARADA?!!!, ¡¡¡AYÚDAME A QUITARME ESTO!!!, ¡¡¡NO VEZ QUE NO PUEDO HACERLO SOLO!!!.

— “Si, enseguida” — respondió despertando de sus pensamientos.

— “¡¡¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!”, se escuchó otro grito en medio del jardín de su casa.

—“¡¿QUÉ PASO AHORA?!” —añadió el peluche. 

— “Olvidé que debo cocinar algo especial ya que tendremos un invitado a partir de hoy, aunque el joven Taikinawa dijo que traería algo” —moviéndose de un lado a otro— “pero yo le prometí hacer algo delicioso por su visita” —suspiró.

— “¿Como que un invitado?” —alzó una ceja— “¿Fujimoto sabe de eso?”.

— “Si” —sonrió.

— “Entonces es mejor apurarse… ¿no lo crees?” —añadió el peluche.

— “¡Si!”.

— “PERO ANTES… ¡¡¡AYÚDAME CON ESTOS BENDITOS LAZOS!!!” exclamaba —fuertemente el peluche.

— “¡¡¡OHHH!!!, ¡¡¡siiii!!!” —dijo ella agachándose y desatando los lacitos restantes. “Ya está”,  se colocó de pie y caminaron hacia la casa, el peluche le ayudó hasta que todo quedó preparado para la llegada del invitado. Ella le advirtió al muñeco que evitara hablar delante de este que no se sorprendiese. El peluche aceptó, en ese momento escucharon el timbre, vio por la ventana a una limosina fuera de su casa.

— “Seguro debe ser el”.

Al abrir la puerta se sorprendió al ver a un joven alto como de la estatura de Fujimoto, de tez blanca, cabello castaño con algunos flequillos que ocultaban sus ojos los cuales eran  grises, llevaba un traje negro y camisa blanca, “era el mismo chico de la clínica pero sin vendas en sus ojos” —pensó— mientras observaba como unos hombres altos y de gafas oscuras pasaron con algunas maletas de este. Una vez en la sala de su casa ya casi era de noche y faltaba muy poco para que llegase Fujimoto, el peluche se mantenía sentado por la ventana observando la situación, mientras ella y el chico Taikinawa conversaban, uno de sus empleados estaba instalando sus cosas en una de las alcobas de invitados.

En medio de la conversación al joven se le cayó de sus manos la taza de té y Kobato le dijo que no se preocupe levantando la taza del suelo, mientras el permanecía sentado en el mueble, con algo de frustración en su rostro, por el incidente. Fujimoto entraba a la casa...

— “¿Eh?, ¡Fujimoto!, ¡bienvenido a casa!” —dijo ella corriendo hacia él como acostumbraba hacerlo.

— “¿Estás bien?” —preguntó— “¿escuché un ruido?, ¿qué paso?”.

— “¿Huh?, si estoy bien, no fue nada” —dijo ella sonriente.

Entonces Fujimoto saludó al joven que aun permanecía en el sofá, y se quedaron conversando, mientras que ella se retiró por algunos pasteles a la cocina, pero en realidad estaba preocupada por aquel suceso extraño de la mañana…

— “¿Kobato-chan, comprendes lo que sucedió hace unos momentos?

— “Si”.

“¿Sabes el peligro al que te expusiste en aquel lugar?”.

— “Si,  lo siento, no volverá a ocurrir” —asintió nuevamente.

“Recuerda… si algo te sucediese Fujimoto-san e Ioryogi-san y muchas personas las cuales te consideran importantes se sentirían muy tristes si algo te pasara…”.

— “Si…, pero…una de las voces exclamaban ayuda… no recuerdo bien…”.

“¿Identificaste a una de las voces?”.

— “Si, pero no sé de donde conozco a esa voz, fue muy extraño…”

“Yo solo pude identificar a una pero no sé si es la misma a la cual te refieres” pensó Kohaku.

— “Además…había alguien en ese lugar, pude ver su figura entre la niebla, pero cuando llegaste, esa ráfaga me cubrió y lo que sea que iba a manifestarse ahí empezó a desvanecerse… ¿quién crees que sea?”.

“No lo sé…, pero alguien trata de lastimarte eso es un hecho”.

— “¡¿Porque alguien haría tal cosa?!” —preguntó pálida del susto.

— “Kobato-chan, en estos momentos existe una distorsión en el tiempo, y si ese ser desea atacarte, lo hará, es por eso que debes estar junto a Ioryogi-san o Fujimoto-kun, que son por lo pronto tus protectores en este mundo”—añadió Kohaku.

— “Protectores de este mundo…”, salió de sus recuerdos por un momento y dijo— “debo ser más cuidadosa la próxima vez; además debo guardar silencio por el bienestar de ella…” —musitó Kobato desde la cocina.

Por otro lado…

— “¿Cómo es posible que el tiempo siga un curso torcido…?” —comentó el Dios de los espíritus.

“Alguna vez no lo fue, y trajo consigo caos, destrucción y que el destino de seres inocentes  sean cambiados” —pensó Dios, y respondió a su interlocutor, “el tiempo es una balanza la cual no se puede ignorar, su solo avance es parte de la lógica de la vida y la muerte…”.

Eso lo sabemos” —dijeron los guardianes guerreros que servían a los dioses de los espíritus— “pero ellos lo manipularon a su antojo, y nosotros no pudimos hacer nada para remediarlo, a pesar que intentamos con nuestros ataques, ellos nos lograron burlar, además cuentan con la ayuda de aquel sujeto”.

Si…” —asintieron los guardianes del cielo.

“Lamentablemente él fue el que inicio todo esto y su alma ha sido absorbida por aquella otra entidad del pasado, la cual ahora forma parte de su ser” —añadió Dios.

— “Pero, ¡¡¿cómo explica eso Dios?!!, nosotros los espíritus estamos atónitos por saber que aquel al cual le temimos en nuestro reino ha regresado y a regresado para vengarse de todos nosotros, va a llevarnos a una guerra catastrófica…” —dijo el Dios de los espíritus.

“La dualidad ha sido marcada desde que ellos irrumpieron el tiempo, así que esa es la condición que dispuse” —añadió Dios— “la misma bruja intentó detenerles pero no lo logró, lo único que hizo fue ganar tiempo al transferir sus recuerdos y poderes negativos a las sombras, porque el poder del que ha despertado se ha ido incrementado todo este tiempo mientras se mantenía bajo aquel sello, nosotros ignoramos eso…muy pronto la dualidad se romperá llegando al comienzo del final” —asintió Dios.

— “Y… ¿qué hay de nuestros ángeles?, la chica esta que ayuda sin importarle salir lastimada en el proceso” —dijo el que alguna vez fue el mejor amigo de Ioryogi y por consiguiente conocía la batalla que hubo anteriormente en el cielo y sus consecuencias.

“Ella es un ángel y como tal es su deber el proteger a quien lo necesite” —respondió Dios.

— “Entonces aún tenemos el tiempo a nuestro favor, antes que ellos se unifiquen debemos actuar para que no tengan ventajas sobre nosotros, además esta alianza entre reinos es justamente para evitar el regreso de ese sujeto…”  —comentó el dios de los espíritus.

“Para eso es esta reunión” —dijo Dios en medio del salón—“debo decirles lo siguiente… escojan a sus almas gemelas y guíenlas para que puedan proteger a los que corren peligro en la tierra de los humanos, envíen a Ushagi este frasco junto con este mensaje… la misión a la cual esperas esta en cuidar el objeto que es responsable de la vida de esa chica”.

Los demás espíritus, guardianes y ángeles presentes a excepto de Suishou, que no estaba ahí porque no pertenecía como miembro de la guardia del cielo, se quedaron preocupados al escuchar aquel mensaje que Dios estaba enviando para Ioryogi, comprendieron que si llegaban a perder la batalla contra aquel sujeto, la vida humana en la Tierra y en otros mundos estarían en graves problemas, porque el desequilibro en el tiempo ya existía…., un tiempo en el cual sigue adelante con distorsiones… pero sigue su curso, y lo único que podían hacer era tratar de que nadie salga lastimado o herido en el proceso…, proteger y salvar a inocentes era la misión que Dios les había encomendado a todos en esa reunión.

En una dimensión diferente, un fuerte viento azotaba el lugar y las hojas secas de los arboles eran arrastradas por el viento, dando lugar a un palacio pero se encontraba en escombros, y solo una persona estaba en el lugar, tenía una cabellera muy larga con una túnica que representaba el rango de la realeza. La persona revoloteó con sus manos alargadas el agua de la fuente y luego levantó una de sus manos observando su dedo anular, el cual sostenía un anillo, mencionando lo siguiente: “el tiempo distorsionado a dado sus primeros frutos, Ikuko… tú serás mi señuelo…”, con uno de sus dedos, abrió un ojo de agua por medio de la fuente, visualizó su palacio y en dos esquinas estaban dos gemelas, una estaba dormida en uno de los espejos  y otra estaba con un báculo al pie del altar, con la mirada fija bajo su control, “el rival que anteriormente destruí volverá aparecer y con él ese sujeto al cual eh maldecido todos este tiempo…, solo en espera de una oportunidad… una nueva oportunidad… para que todo vuelva a empezar… mi deseo… de encontrarte se hará realidad…”.


Otra persona que permanecía por la ciudad, observaba un objeto circular, el cual estaba muy brillante y mencionó, cuando este gema se torne oscura por completo, abre terminado con mi trabajo…”.






— “¿Dónde está Syaoran?” —preguntaba Mokona.

— “Creo que salió por un momento con Sakura” —dijo Fay.

— “¡JAH!, POR FIN ESE CHIQUILLO, DISFRUTA DE SU FELICIDAD AL LADO DE LA PRINCESA, AUNQUE ME GUSTARÍA SABER QUE FUE DE ELLOS CON QUIENES VIAJAMOS TODO ESTE TIEMPO”.

— “No lo sé, pero solo espero que logren estar juntos nuevamente” —musito Fay.

— “Ojalá que si” —comentó Mokona saltando al hombro de Fay.

— “¡¡¡Ohh!!!, ¡¡¡Kurorin esta sonriendo!!!.

— “¡¡¡CÁLLATE BOLA DE ARROZ!!!”.

— “¡¡¡Ahh!!!, ¡¡¡Kurorin se enojó!!!, ¡¡¡sálvenme!!!, ¡¡¡sálvenme!!!, ¡¡¡ahhhh!!!” —saltaba Mokona

— “¡¡¡ESPERA QUE TE ATRAPE BOLA BLANCA!!!”.

— “¡¡¡Ohhh!!!, ¡¡¡Kuropon está feliz!!!”.

— “¡¡¡CÁLLATE CAPULLO QUE TU TAMBIÉN, NO TE SALVAS DE UNA PALIZA!!!”.

Mientras ambos eran perseguidos por Kurogane, fuera del palacio se encontraba la princesa y el viajero.

— “Anda camina y aún no abras los ojos”, Syaoran dirigía los pasos de Sakura.

— “Hay un aroma a flores…” —mencionó ella.

— “Ya puedes abrir los ojos”.

— “¿Ehh?, esto es ¡hermosooooo!, te encargaste de cultivar las flores que habían antes, ¿verdad?”.

— “Si” —dijo él.

Syaoran, observó algunas flores y su mirada se perdió por unos instantes tenía algo en su bolsillo pero como decirlo…

— “¿Te sientes, bien?” —preguntó al verlo nervioso.

— “¿Eh?, si, solo que…”

— “¡Sakura!, ¡¿por qué estás aquí?!”,  la persona a lo lejos levantó la mirada y observó que al lado de ella estaba Syaoran, “¡¡¡¡¿qué hacen aquí?!!!!”.

— “No, nada”, se sonrojaron ambos.

— “No se alejen del palacio” —añadió Touya con una ceja alzada—  “y regresen antes del anochecer ¡entendido!” —señaló con la mirada a Syaoran.

— “Pierda cuidado, alteza”.

Ambos quedaron observando al príncipe Touya alejarse del lugar y suspiraron, disipando la tensión que causaba el hermano de la princesa. Syaoran sacó de su bolsillo algo y le pidió Sakura que extendiera su mano.

— “¡¿Eh?!” —se sorprendió y se sonrojó a la vez, al extenderla este colocó sus dos manos dejando caer algo suavemente sobre si.

— “¡¿Ohhh…?!, ¡es muy lindo!”, lo sostuvo por un momento luego mencionó— “posee una calidez indescriptible, además sus símbolos son hermosos, ¿qué significa Syaoran?”.

— “Tiene el mismo significado que nuestros verdaderos nombres”.

— “Debió ser un objeto muy preciado por quienes fueron sus dueños” —pensó ella— “gracias por este obsequio”.

— “Quisiera que lo lleves… puesto… el día… de…”

— “Si” —sonrió— “espero con ansias ese día” —dijo abrazándolo.

— “Yo también Sakura”.

Por otro lado Kinu había conseguido un trabajo como ayudante del sacerdote del reino.

— “Deberías ir a descansar” —comentaba Yukito, puesto que el joven estaba trabajando varios días sin parar.

— “No se preocupe estoy bien”.

— “No, no lo estas solo mírate, como tu superior te doy la tarde libre, así que vete a tu cuarto y descansa”.

— “Está bien” —dijo sin más, porque al igual que la princesa Yukito había sido amable con él desde que llegó al reino y le permitió arrendar un espacio fuera del palacio, eso lo entristeció al principio pero luego se adaptó. Se dejó caer en su cama y el sueño comenzó…

— “Madre…” —comentó el niño— “¡¿pero?!...”.

“Ven Tomoko”, la mujer abrazó a su hijo y le entregó un objeto el cual le colocó en el cuello, “hijo mío”.

— “Pero…madre…, eso fue de la abuela” —mencionó el niño— “es un objeto muy preciado para ti madre”.

“Si, pero es una forma de agradecerte a ti, por cuidarme el tiempo que estuve enferma mi pequeño Tomoko, tu padre hizo un gran esfuerzo en encontrar aquellas medicinas que salvaron mi vida”.

Si” —asintió el pequeño, sabía que no fueron las medicinas la que salvaron la vida de su madre, sino aquella pluma que su padre introdujo en su cuerpo y gracias a eso su madre seguía con vida por más de 3 años.

— “¡Padre!” —anunció el niño viendo llegar al autor de sus días.

“¿Qué sucede?”, se preocupó la mujer al ver el rostro de él.

— “Debemos irnos de aquí”.

— “¡¿Qué?!, ¡¿por qué padre?!”, preguntaba Tomoko.

— “Él ha llegado y reclama lo que es suyo” —mencionó preocupado.

“No entiendo, ¿a quien te refieres?” —dijo la mujer.

El niño observó a su padre y comprendió lo que estaba pasando. Mientras su esposa los observó y sostuvo que algo grave estaba sucediendo. “¿Puede alguien decirme que pasa?...”.

— “Madre…", con la mirada en el suelo.

Hace tres años…la medicina…” —mencionó su esposo intentando explicar la verdad.

— “No fue la medicina que me curó… ¿verdad?”.

— “No, no lo fue, ese día en el cual estabas a punto de perder la vida, encontré algo en las colinas y el cual tenía un poder curativo, así que...”.

— “Lo trajiste…”, su esposa abrió sus ojos asustada al relacionar los acontecimientos,  “no me digas que…” —añadió la mujer.

— “Así es, eso fue lo que te ha mantenido con vida todo este tiempo” —mencionó su esposo.

La mujer se asustó y mencionó— “dices que “ÉL” viene a reclamar lo que es suyo, ¿te refieres al dueño de lo que me mantiene con vida?”.

— “Sí, recién ah llegado al pueblo y está acabando con toda alma que se le interpone en su búsqueda, según pude oír de los aldeanos está buscando la pluma y no se irá hasta obtenerla. Por eso debemos irnos de aquí lo más pronto, ese sujeto es muy poderoso”.

En eso los gritos del lugar se hicieron más fuertes y de una patada alguien derribo la puerta de su cabaña donde estaban ellos.

— “No puede ser” —dijo el padre del niño, anteponiéndose delante de su familia como señal de protección.

— “Aquí esta…, siento el poder de la pluma…”.


— “¡No puede ser!, mi madre es la que me entregó aquel relicario el cual es el mismo que vi en aquella tienda y obsequie a la princesa Sakura, pero… que paso después, no entiendo, si tan solo pudiese recordar quién era aquel tipo que ingreso a nuestra cabaña” —sujetó su manos sobre su cabeza— “es mejor descansar tal vez recuerde algo más de aquel sueño…”.




Es de noche y la luna ilumina el lugar, cerca a un árbol se encuentra una chica de cabello largo, pero no puedo ver su rostro, aunque pregunto quién es, ella no me responde como si una barrera nos limitara para comunicarnos…, sólo una dulce voz se oye a lo lejos, esta llamándome a través de esa canción, por más que corro hacia ella no la puedo alcanzar, es como si fuese una estrella que brilla a lo lejos pero inalcanzable, su luz es tan cálida que alivia mi corazón…

yasashii hikari ni tsutsumare
Hay una tenue luz atrapada
nagareru toki wo ikiteru
en un flujo de tiempo que aún sigue corriendo.
osanai hibi no kioku wa
Los recuerdos de los días pasados
haruka tooku de yuraideru
aún oscilan, muy lejos de aquí.
hana no kaori watashi wo yobu koe soyogu kaze
Entre el aroma de las flores, oigo una voz que me llama, y el viento me susurra
taisetsu datta mono
aquello que era importante para mí.

Unas pequeñas gotas son llevadas por el viento… ¿será su sollozo?…no lo sé…, el rose de aquellos pétalos del cerezo cayendo sobre el lugar es el único consuelo que ella puede tener, como si estuvieran diciéndole espera, muy pronto te alcanzará…, pero… ¿cuándo será eso?…, ¿cuándo?…, ya he perdido el recuerdo de mis padres, y lo único que puedo tener en mi mente es aquella chica, cantando y llamándome. ¿Quién será?, ¿por qué escucho su vos en mis sueños?, deseo conocerte, sanar tu corazón y verte siempre feliz…, no recuerdo bien a esa persona que intentó hacerme cambiar de parecer en buscarte pero doy gracias a Dios en haber encontrado este lugar donde mi deseo se hará realidad… muy pronto estaré contigo…” —cerró sus ojos verdes y mencionó…

“No importa si dejo este mundo…, deseo encontrarla, así sea en otro mundo sin vida”.

— “Entonces cumpliré tu deseo” —dijo Yuuko, se abrió el círculo mágico y el desapareció del lugar, luego ella realizó un conjuro e hizo que el cuerpo se desvaneciera.

El joven alto apareció cerca a un castillo y un sonido melódico se escuchaba a lo lejos, “¿¿quién será??, pero es una voz encantadora…” —decía él, caminado y buscando de donde provenía dicha voz, tropezándose con algunas almas aladas.

— “¿Quién eres tú?, ¿no te hemos visto anteriormente por aquí?”, preguntaron dos ángeles.

“Yo… estoy buscando a una persona…” —dijo apenado por el incidente.

— “¿Buscas a una persona en el este lugar?, tú también eres un ángel… ¿qué podrías buscar aquí?” —comentaron los ángeles asombrados.

— “¿Cómo?, ¿yo un ángel?”, se observó y tenía la alas en su espaldar.

— “Jajajajaja al parecer aun crees que estás vivo, por eso te comportas así, no te preocupes eso sucede al comienzo, luego te acostumbraras” —dijeron los ángeles antes de continuar su camino.

Él seguía escuchando la voz a  lo lejos, “no sé quien es pero esta canción… es…”. Fue caminado y siguiendo la melodía.


towa no omoi tsumugu koto deshou
Los sentimientos eternos parece que se repitiesen, ¿verdad?
kogoeta kokoro tokashite
Aún puedo sentir la calidez que todavía duerme
mahiru no tsuki no naka
bajo este gélido corazón como si
nukumori wo kanjite nemuritai
se estuviera fundiendo bajo la luna diurna.

itsuka yume kara sametara
Si despertara algún día del sueño,
¿subete ga kieteshimau no?
¿todo se desvanecería?
dakedo kokoro wa kanarazu
Aunque estoy segura de que si aun así fuese, mi corazón
itoshii kimochi wo sagasu hazu
continuaría persiguiendo ese sentimiento de amor.

Conforme avanzaba podía ver un ángel, que estaba cantando, elevaba sus finas manos y delicadas conforme cantaba, al escuchar a letra de la canción, empezó a sentirse conectado con ella, como si esa canción estuviera dedicada a él.

 “Esta canción es…” —pensó conforme avanzaba hacia donde estaba la chica, podía ver que ella tenía una larga cabellera. Y unas alas hermosas. “¿Huh?, —se detuvo observando y a la vez escuchando su canción, en un costado de los muros del castillo sin que ella pusiese verlo.

ikusen mono sora wo koete kita koto no ha wo
Surquen los cielos que surquen, estoy segura
kitto wasurenai
de que esos fragmentos nunca olvidarán.
towa no omoi kagayaku deshou
Los sentimientos eternos parece que brillasen, ¿verdad?
hitomi no oku wo mitsumete
Cuando te mire a los ojos,
yume wo shinjita toki
cuando llegue la hora de creer en el sueño,
sukoshi dake anata wa tsuyoku naru
aunque sea sólo un poco, te harás más fuerte.


— “Espero que donde quiera que estés, solo escucha esta canción así podrás encontrarme… la persona que tanto espero…” —pensaba ella mientras cantaba, ignorando quien estaba a solo unos pasos; él se encontraba feliz de escuchar esa canción.

“¿Quien será?... me pregunto si ella… tal vez es…”


itsuka wa towa no omoi musubu koto deshou
Algún día, los sentimientos eternos parecerán que estén atados, ¿verdad?
koboreru namida atsumete
Cuando recoja las lágrimas derramadas,
ai ni kizuita toki
cuando llegue la hora de darse cuenta del amor,
sukoshi dake watashi wa tsuyoku Naru
aunque sea sólo un poco, me haré más fuerte.
zutto zutto soba ni itai kara
Quiero estar siempre, siempre a tu lado.

Canción: Towa no Omoi
Autor: Yui Makino


Justo cuando había terminando de cantar, ella dio la vuelta, para ir al otro lado del palacio, cuando al pasar por el salón,  se tropezó con alguien…

“¿Ehh?, ¿disculpe se encuentra bien?”.

— “Si, lo siento estuve distraída”.

“No se preocupe, por suerte estuve a tiempo para evitar que se lastimara”.

— “¿Ohh?”, el ángel levantó la mirada y le observó, “tu…  ¿quién eres?...”.

“Kiyoshi”.

— “Soy Suishou” —saludó apenada por el incidente— “por casualidad… ¿me escuchó cantar?...” —añadió con una gota en la cabeza.

“Si y la felicito, canta muy hermoso”.

— “Gracias” —dijo sonriente— “Kiyoshi se parece a alguien…” —pensó— “pero no recuerdo a quien….”.

“¿Conoces a toda la gente que habita en este lugar”.

— “Si, el lugar es un palacio y estamos en el reino de Dios. Todos los que habitamos aquí somos ángeles. Usted recién llegó, ¿verdad?”.

“Si”.

— “Entonces debió ser una persona de buen corazón para estar aquí y ser un ángel” —se entristeció ante un recuerdo.

“¿Sucede… algo malo?”.

— “No, es que ha pasado tanto tiempo desde que no charlaba con otro ángel que no conozca”, en su mente aparecieron los recuerdos de Ioryogi aunque no era un ángel pero era su mejor amigo.

“Ya veo… ¿puede decirme cual es la obligación de un ángel?”

La chica, levantó su mirada y observó a las nubes respondiendo rápidamente, luego cerró sus ojos dijo lentamente— “la única misión de los ángeles es ver por el bienestar de las personas en el mundo de los vivos”.

“¡Oh!, ¿todo siempre es paz y tranquilidad aquí en este reino?”.

— “No, siempre…” —asintió nuevamente recordando aquel suceso— “hace tiempo se desató una guerra, la cual tuvo consecuencia en la tierra, una pequeña fue gravemente herida por mi causa, así que para evitar su muerte yo reemplacé mi alma en el cuerpo de ella, aún era un ángel inmaduro, así que hubo algunas misiones sin terminar”.

“¿Por qué lo dice?”.

— “La pequeña no tenía nada que ver con aquella guerra. Si ella se desvanecía así, definitivamente abría alguien que se pondría muy triste. Alguien a quien le gustaría que ella este sana y salva. Entonces asumí el castigo por ello”, el solo hecho de recordar aquello, la entristeció…

“¿Y qué pasó luego?...”

— “La pequeña reencarnó en la tierra y tenía una misión, la cual fue cumplida hasta el último momento, todo gracias a Dios salió bien y ella ahora tiene una vida en la tierra mientras mi alma volvió al lugar donde pertenece que es aquí en el cielo. A pesar de que esa pequeña y yo  poseemos la misma alma, no dejo de preocuparme por su bienestar aquí arriba” —comentó sonriente.

“Entonces todo salió bien,  ¿ahora ambas son felices  y poseen vidas propias?”.

— “Si” —respondió sonriente y pensó— “pero todo seria hermoso si yo pudiese encontrar a esa persona… algún día...”.

“Su canción…, transmite un mensaje, ¿está dedicado alguien?”.

— “¿Ah?”, la chica se asombró, al oír lo que dijo Kiyoshi, respondiendo plácidamente “¡Sí!”.

“Yo sólo vine aquí porque deseo encontrar a una persona…” —pensó él.

— “Suishou, ven un momento por favor…” —comentó una tercera voz cerca del lugar.

— “¿Ohh?, lo lamento, debo hacer algo, fue agradable hablar con usted, con su permiso” —salió rápidamente del salón— “espero hablar con usted otra vez” —pensó en esos momentos alejándose del lugar.

El solo la observó mientras meditaba— “tengo el presentimiento de haberte encontrado…pero…no estoy seguro si eres tú en verdad… si solo pudiese recordar su rostro…, si ese sueño fuese más claro…”

En otra dimensión…

Los espejos guardan muchos secretos…” —mencionó la persona de cabellera muy larga. “¿No lo crees Ikuko?”.

— “Sí, mi lord, solo debemos esperar la última puesta lunar, para que el hechizo que hizo esa bruja se disuelva por completo”.

“Esa bruja… solo nos distrajo por unos momentos, pero ella no durará por mucho tiempo, ya lo veras…”

— “¿Qué piensa hacer mi lord?” —dijo la persona con una niebla blanca la cual cubría sus ojos celestes.

“Lo sabrás a su debido tiempo… además aquel mago esta que interfiere en mis planes”.

— “Se refiere al mago que pagó con sus recuerdos esa vez para que esos viajeros llegaran al país de Clow mi lord” —mencionó la chica con un báculo muy largo y de mirada fija.

“Si, el mismo…”.

— “Aquel chico se ha vuelto más fuerte con ayuda de ese sujeto mi lord”

“Si, lo sé, no me lo recuerdes, lo odio, no sabes cuánto, a buena hora que desapareció de aquella dimensión, pero aun así ya debe haber reencarnado en algún mundo—apretó sus largas manos pálidas— “juré que lo buscaría y que lo mataría”, rayos y tormentas invadían el lugar y el aura de la persona con larga cabellera se hizo presente, “no descansaré a recuperar lo que es mío por derecho, ni los mismos dioses podrán impedirlo jajajajaja”.

Tranquilícese mi lord, guarde sus energías para cuando llegue el momento, todo está saliendo a la perfección” —mencionó la chica.


Sí, eso es lo que me favorece, todo está de acuerdo a mis planes, no importa cuánto esperé al final obtendré lo que deseo y ni esa bruja ni nadie podrá impedirlo” —volvió su mirada al anillo que llevaba puesto— “ya falta poco… para reencontramos…”.




— “¡Eso no puede ser!, ¡no hecho ningún conjuro contra ella!”, se dijo así mismo y protestó con la sombra que lo atormentaba, “¡¡¡es mentira!!!. ¡¡¡todo lo que dices es mentira!!!” —se sujetó la cabeza.

— “CLARO QUE NO ES MENTIRA” —aseveró la sombra.

— “¡¡¡Sí!!!. ¡¡¡si lo es!!!, tratas de engañarme para poder cumplir tu deseo” —contestó el chico de ojos verdes.

—“¡¡¡¿MI DESEO?!!!” —empezó a reír— “¡¡¡ERES UN INSENSATO!!!, ¡¡¡POR QUE MI DESEO ES IGUAL QUE EL TUYO!!! O QUÉ… ¿YA LO OLVIDASTE?..., SI NO CON GUSTO PUEDO  REFRESCARTE LA MEMORIA”.

— “¡¡¡Basta!!!, ¡¡¡basta!!!, ¡¡¡ya no quiero escuchar más!!!, ¡¡¡vete!!!”, el chico no soportaba esa situación a la cual estaba atado, puso sus brazos contra la pared de su sala, sabía que no había nadie esperándolo, porque sus padres estaban de viaje.

— “ESTA BIEN, YA NO INTERFERIRÉ EN TU TRABAJO, SIGUE ASÍ, HASTA EL DÍA EN QUE ACORDAMOS”.

— “¡¡¡Déjame en paz!!!” —gritó el chico, cayendo sentado de rodillas en el piso, ¡¿por qué?!, ¡¿por qué?!...” —repetía desesperado con gesto angustiado— “sé muy bien cuál es mi deber desde un principio… pero después de haberla conocido… yo no…” —apretó sus manos— “no puedo hacerle daño, no puedo… porque yo… amo a Sakura y nunca podría lastimarla, nunca.”

— “¡¡¡Madre!!!... ¡¡¡Padre!!!..., ¡¿qué debo hacer?!...” —sentía que su corazón se partía en dos.

— “¡¿QUÉ TE PASA KAZUO?!” —preguntó otro de sus hermanos comunicándose mentalmente desde otra dimensión.

— “No… no pasa nada” —contestó él disimulando su angustia.

— “TE CONOZCO DESDE QUE ERAS UN NIÑO Y TU ESTADO ES IGUAL AL DE AQUELLA VEZ, CUANDO TE ENCONTRÉ…”.

— “No, me lo recuerdes” —dijo mientras se levantaba y caminaba hacia una de las ventanas de su casa.

— “ENTONCES,  ¿QUÉ PASÓ PARA QUE ESTÉS ASÍ?”.

— “Es la sombra la que no me deja en paz hermano” —añadió frunciendo el ceño— “se ha vuelto desesperante en estos días y sabes que mi paciencia tiene un límite”.

— “JAJAJAJAJA, TE ENFADAS POR ESO, JAJAJAJAJAJA, NO ERES MUY IMPULSIVO COMO TOMOKO O YAMI, PERO ESTA VEZ ME SORPRENDES”.

— “Si, a veces puedo sorprender y no sabes cómo, jajajajaja” —empezó a reír, su mal humor se estaba disipando.

— “JAJAJAJAJAJA, ESE ES EL KAZUO QUE CONOZCO, QUE BUENO QUE TE SIENTAS MEJOR AHORA”.

— “Si, gracias a ti hermano” —comentó con amabilidad en su rostro.

— “EL CONJURO QUE HIZO YAMI EL CUAL NOS TOMÓ POR  SORPRESA A TODOS, DIO UNOS RESULTADOS EXCELENTES EN MI MUNDO,  ¿CÓMO VAS CON TU MISIÓN?”

— “Y otra vez con la misión…” —pensó y dijo— “si, dieron los mismos resultados, pero a diferencia del resto, mi conciencia está intacta, no se bloqueó, ¡ah!... maldigo eso”.

— “TU CONCIENCIA ESTÁ INTACTA, ESO SÍ QUE ES RARO, A TODOS INCLUSIVE A YAMI ESTÁ TODO CEÑIDO DE SUS RECUERDOS, JAJAJAJA, ES MUY CÓMICO VER SU CARA DE CONFUSIÓN, JAJAJAJA, MEJOR QUE NI SE ENTERE, POR QUE AHORA CON EL NUEVO PODER QUE POSEE, SU SOLA PRESENCIA DA TEMOR”.

— “Si es cierto, pero así lo conocimos, acuérdate que fue él quien nos ayudó, cuando más lo necesitamos y también realizamos el juramento que nos unió como hermanos, lo recuerdas…”, sostuvo un gesto melancólico.

— “SI, Y TAMBIÉN QUE TAKASHI AYUDÓ MUCHO ESE DÍA, POR CIERTO… ¿QUÉ SABES DE ÉL?”.

— “No he tenido comunicación con él Tomoko, desde el día que realizamos el conjuro”.

—  “SEGURO YAMI DEBE ESTAR EN CONTACTO CON ÉL, PERO… MEJOR NI LE PREGUNTO, POR QUE ANDA CON UN PÉSIMO CARÁCTER”.
— “Jajajaja, espero qué no escuche lo que acabas de decir” —murmuró el chico de ojos verdes y dijo— “gracias por la plática hermano”.

— “POR ALGO SOMOS HERMANOS, JAJAJAJAJA,  LO ÚNICO SI, NO PIERDAS DE VISTA A EL OBJETIVO EN ÉSTA MISIÓN”.

— “Mi objetivo en esta misión…” —se repetía a sí mismo— “si claro, descuida hermano no perderé mi objetivo y tampoco mi deseo”.

— “¡¡¡ASÍ SE HABLA KAZUO!!!, CUÍDATE Y CUALQUIER COSA AVÍSAME CON GUSTO TE AYUDARÉ”.

— “Si” —respondió bajando su mirada y pensó— “debo seguir con lo que empecé en éste mundo… a pesar que me destruya a mí mismo al hacerlo…”.

— “Sakura estos diseños debiste haberlos llevado hace dos días, la empresa me llamo esta mañana para reclamar su pedido” —dijo Tomoyo con preocupación al notar que su mejor amiga estaba distraída. “¿te sientes bien?”.

— “Tomoyo, lo siento…, en verdad” —asintió— “no sé qué es lo que me sucede últimamente, pero no recuerdo las cosas, incluso Kero dijo lo mismo” —suspiró— “creo que no podré participar en el desfile” —dijo muy desalentada.

— “¿Qué?, ¡no Sakura!, no digas eso… solo faltan cinco días, sé que te has sentido abrumada con el trabajo y el estudio pero te recomiendo que descanses y tomes un descanso en la empresa pero no faltes ese día, yo te enviaré un mail, indicándote el programa del evento, por lo demás no te preocupes” —dijo tomando sus manos de la muchacha— “lo siento amiga, estoy muy apenada contigo no debí aturdirte con demasiado trabajo estos días”.

— “No” –movió su cabeza— “al contario, debo disculparme por haberte fallado en la entrega de varios diseños de la empresa y creo que tienes razón estuve saturada estos días,  tomaré un descanso, estudiaré y me relajaré para estar muy animada y lúcida para el evento” —dijo sonriente como siempre pero con semblante pálido.

Al despedirse de su mejor amiga Tomoyo no dejaba de preocuparse, es muy notable su falta de energía, le hacia recordar cuando era pequeña y agotamiento que le producía cambiar las cartas Clow a cartas Sakura, pero en ese entonces era un sueño excesivo el que la aquejaba por que aquellas cartas absorbían su energías más no su memoria…

— “¿Aún lo amas?” —preguntó una chica de ojos claros.

“Sabes que a él lo amaré por siempre”—respondió su interlocutora.

— “Entonces, porque no revelaste la verdad antes de venir aquí”—añadió la chica.

“Eso pensé hacer… quería mostrarle mi verdadera identidad, pero al llegar a casa, recibí esta noticia que no lo esperaba”, se entristeció.

— “Tal vez… aun halla una posibilidad de evitar todo esto, ¿no lo crees?”.

“Si la hubiera, te debería la vida entera amiga”, lágrimas brotaron de sus ojos.

— “No llores, ya verás que algo se nos ocurrirá para evitar esa boda” —abrazó a su mejor amiga, sabia que sufría mucho con la decisión que sus padres le habían impuesto.

“Gracias…”

Toc, toc, toc…

— “Hija, han venido a buscarte unas damas del palacio”.

“¿Ah?”, se limpió las lágrimas de sus ojos, “ya voy madre”.

— “Se fuerte amiga, yo iré al lago, tal vez encuentre una solución por medio de una persona” —añadió sonriente.

“…………” —asintió— “nos vemos luego…” —dijo ella al salir de la habitación.

Aquella mañana abrió sus ojos verdes y observó que a su costado estaba Kero, “pero… ¿qué era ese sueño?”, se preguntaba Sakura,  podía entender como se sentía parte de aquella chica, su desesperación, angustia por evitar esa boda, “¿cómo alguien puede ser forzado a casarse con una persona que no ama, yo nunca lo permitirá” —pensó— “a pesar de no poder ver a esa persona solo sé que siempre lo amaré, esa persona…, ¿¿¿huh???” —se asustó— casi deja de respirar, sus ojos verdes se dilataron, “¿cómo es posible que no recuerde quien es esa persona?..., ¿cómo se llama?..., me parece tan lejano…, ¿por qué?,  ¿por qué?…, no entiendo…”, se dio vuelta muy despacio para no despertar a Kero, mientras sollozaba en el silencio de su habitación, no entendía lo que estaba sucediendo y eso la asustaba, si le decía a su hermano y a su padre estos se iban a preocupar y eso era lo que menos deseaba, mientras caminaba por la calle rumbo a su casa pensó en aquel sueño, “Tomoyo y Kero son los que se han dado cuenta de mi falta de memoria pero…, esta situación empeora cada día, ¿qué debo hacer?, ¿qué debo hacer…?”, un fuerte viento se hizo presente en el lugar, dando el comienzo de una tormenta y los gritos de unas chicas se hicieron notar haciendo que despertara de sus pensamientos.

— “¡¡¡¡¡¡Ahhhhhhhhh el viento es muy fuerte!!!!!!!” —gritó Rika

— “¡¡¡Naoko!!!, ¡¡¡Rika!!!, ¡¡¡¿¿están bien??!!!” —dijo Chiharu.

— “Si pero Naoko se lastimó un pie” —comentó Rika sobre el puente.

De pronto unos fuertes rayos empezaron atacarles.

— “¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!”, gritaron todas al unísono al ser elevada por los aires y tratando de sujetarse entre ellas.

— “¡¡¡Vamos a morir!!!” —gritó Naoko, sujetándose de los pies de Rika y Rika de las manos de Chiharu quien se aferraba de una baranda del puente, formando una escalera humana.

Sakura al observar a sus amigas en peligro invocó su sello mágico, utilizando la carta del tiempo para rescatar a sus amigas y dejarlas en un sitio seguro al igual que la carta del sueño, al ver que sus amigas estaban dormidas y la gente que transitaba también recibían los mismos efectos de la carta y al creer que todo fue un fenómeno de la naturaleza, se disponía a quitar el poder de sus cartas pero algo apareció en el cielo, “¿qué es ese poder decía ella?...”, las tormentas y rayos acompañaban a una especie de remolino en el cielo, era una tormenta demasiado fuerte, en eso los rayos empezaron atacarle a ella, muy rápidamente utilizó la carta escudo dentro de sí, invocó a sus jueces, Yue y Kerberos estaban en camino al lugar y al sentir dicho poder mágico…, Yue mencionó…

— “Este poder…”

— “No es del mago Clow…” —añadió Kero.

— “JAJAJAJAJAJA, ES BUENO DIVERTIRSE DE VEZ EN CUANDO” —mencionó una voz la cual eran ajenos a los oídos de Sakura.

— “CHICA INGENUA, DEBERÍA TOMAR LO QUE NECESITO DE TI AHORA”, —dijo la sombra en el cuerpo de Hiwaki con un campo de energía eléctrica entre sus manos desde el remolino en el cielo y fijando su mirada en Sakura, “¡¡ACABARÉ CONTIGO!!”.

— “¡¡¡Nooooooooo!!!” —gritó el alma de Hiwaki al ver lo que intentaba hacer la sombra desde su cuerpo, “¡¡¡detenteeeeeeee!!!” —liberó su poder expulsándolo.

— “ERES UN TONTO KAZUO” —dijo la sombra en una de las nubes eléctricas— “LOS CIELOS ME PROTEGERÁN SIEMPRE, Y TÚ NO ERES MÁS QUE UN CUERPO INSERVIBLE”,  una ráfaga de viento lo hizo volar por los aires dejando al cuerpo de Hiwaki inconsciente en el suelo.

Sakura ajena ese último acontecimiento por proteger a sus amigas de los rayos y la tormenta se disponía a salir y enfrentar a lo que sea que estaba atacando a la ciudad, encontrándose con una figura de un joven de ojos rojos y una capa negra lo envolvía, “pero…¡¿quién eres?!, ¡¡¡¿por qué  atacas nuestra ciudad?!!!”.

— “JAJAJAJAJAJA, CREO QUE NECESITAS MÁS DE MI PODER PARA ACABAR CONTIGO DE UNA BUENA VEZ”.

“¿Qué?...”, unos rayos atacaban a Sakura, su carta escudo no podía utilizarla por que protegían a sus amigas y una vez más dijo fuertemente— “¡¡¡tiempooooooooo!!!” —cerró sus ojos y al abrirlos pudo distinguir a la figura envuelta entre una de las nubes eléctricas, este le sonrió y ella se dio cuenta que el poder de la carta no le hacia ningún daño, se encontraba muy agotada pero no podía darse por vencida, “debo de intentar…” —sacó de su mazo de cartas a “fuego”, pero cuando iniciaba su magia esta se debilitó desplomándose, en eso Yue la sostuvo, y Kero observaba la situación…

— “¡¿Quién rayos es ese sujeto?!”.

— “No lo sé, pero nuestra dueña ha perdido demasiada energía al utilizar la carta del tiempo” —añadió Yue.

— “JAJAJAJAJA, LOS CAMBIOS CLIMÁTICOS VARÍAN UN POCO JAJAJAJA, CREO QUE POR HOY LA DIVERSIÓN SE TERMINÓ”, la sombra no quería precipitarse más de lo que había hecho y tampoco hacer enfadar a Yami. Así que entre vientos y tormentas se fue desvaneciendo poco a poco, hasta volver a la normalidad el clima de la ciudad.

— “¡Maldición Sakura se ve realmente mal!, debemos llevarla a un hospital” —dijo Kero viendo a su dueña cada vez mas pálida.

— “Kerberos nuestra dueña se ha debilitado al usar varias cartas este día, dejémosla descansar en su casa, solo así podrá recuperarse del todo” —sugirió Yue.

— “No, no por favor…” —murmuró Sakura abriendo sus ojos verdes, "debo regresar bien a casa, no quiero preocupar a mi padre y hermano, por favor…” —dijo ella colocándose de pie.

— “¡Pero Sakura!, ¡acaso no ves lo débil que estás!” —chilló Kero volviendo a su identidad falsa

— “Si algo grave te sucede no podrías utilizar nuevamente las cartas ni tampoco tendrías el poder de invocarnos…” —añadió Yue.

— “Por favor… Kero, Yue…, prometo que estaré mejor” —observó a ambos jueces— sabía que estaban preocupados, “prometo que llegando a casa descansaré todo el tiempo que sea necesario” —dijo aún pálida.

El juez asintió y Kero observó a la muchacha dirigirse a ver a sus amigas las cuales estaban a punto de despertar, “Sakura… sigue siendo la misma…” —añadió Kero al ver como su dueña a pesar de los años continuaba preocupándose por los demás antes que ella misma. Yue antes de retirarse, le dijo a Kerberos, “no te separes de nuestra dueña… ella nos necesita…”, el peluche accedió con la cabeza.

Al salir de su casa en busca de reanudar la comunicación la cual le había causado tremenda sorpresa, “esto está fuera del alcance de una explicación lógica…” —repetía Shaoran dirigiéndose hacia la pequeña biblioteca de su casa, utilizó su magia para aislar ese sitio de las demás personas, donde nadie pueda interrumpir, por que el sólo hecho de haber escuchado a Hiragizawa por teléfono un escalofrió invadió su cuerpo y al cortarse la llamada era porque cierta magia estaba interfiriendo, una vez en la biblioteca hizo un hechizo y apareció el sello del mago Clow, sobre éste Eriol y su báculo mágico. Shaoran repitió la frase que el mago había dicho por teléfono.

— “El hijo de la oscuridad que nunca fue nombrado va a renacer y traerá consigo caos y destrucción…¿estás seguro de lo que afirmas Hiragizawa?”.

— “Así e, según las memorias del mago Clow, el existía dentro de la mitología pero fue considerado como sangre no grata dentro de su propia familia por que él era el símbolo negativo, era la otra parte de la balanza ying, es decir el yang en persona, podía utilizar el tiempo a su favor, y en contra, porque su padre en el pasado realizó una elección errónea, un pacto en el cual su alma impura renacería en otro periodo, otro tiempo, donde diera lugar a la misma fecha en la cual fue engendrado”.

— “¿Cuándo será esa fecha?” —inquirió Shaoran.

— “El setiembre 7, ese es el día en que las fuerzas del yang son más fuertes” —dijo Eriol.

— “Además… las fuerzas oscuras que he sentido en Japón se han vuelto más fuertes” —murmuró Shaoran.

— “Eso es una señal que su regreso se aproxima. Pero… hay algo…advierte a Sakura que las fuerzas oscuras la rodean y si es posible realiza hechizos de protección hacia ella”.

— “¿Hechizos de protección?...” —repitió Shaoran asombrado por la sola mención.

— “Si, Sakura está siendo absorbida por esa magia y si no haces algo pronto ella no te podrá recordar ni a ti y todos aquellas personas que ayudaron a desarrollar sus poderes como dueña de las Cartas Sakura” —comentó Eriol.

— “¡¿Qué?!” —abrió sus ojos canela al escucharlo— “en este momento iré a buscarla” —dijo muy preocupado.

— “Es lo mejor” —respondió el mago desapareciendo su sello y magia.


— “¿Cómo es posible?...” —pensó Shaoran— “cómo es posible que no pude darme cuenta desde un principio…, ya mi madre al partir de Hong Kong me advirtió que unas fuerzas muy poderosas estaban en Japón, nunca imaginé que esto llegue a tal magnitud”, su mente trabajaba mientras iba en dirección a la casa de Sakura, “debo apresurarme…” —corría entre los charcos de lluvia— “debo llegar antes de que sea demasiado tarde…”.





— “¡¡¡Ya voyyyyyyyyy!!!”, se escuchó una voz mientras bajaba por las escaleras una hermosa chica de cabello azul y de ojos grises muy claros y brillantes, era la única chica de nueve hermanos y pertenecía a una familia noble, su anhelo era ir a estudiar a Hangzhou, una escuela de alto nivel y muy estricta, pero el único obstáculo era que en esa escuela solo aceptaban varones, sus hermanos se encontraban ahí, ella quería ser un oficial, servir a su Rey y ayudar a su pueblo en lo que sea posible.

Al  ver ingresar a la casa a su padre…replicó por enésima vez…“¡¿Por favor papá?!, ¡déjame ir a Hangzhou!, ¡¿por favor?!”.

— “Hija, sabes que no aceptan chicas en el Palacio, ¿cómo piensas ingresar sin que te descubran?”.

Los ojos de ella brillaron, “usaré un disfraz muy convincente papá, no te preocupes” —sonrió.

— “¿Qué disfraz piensas usar hija?”, se sorprendió al verla tan entusiasmada.

— “¿Iré como un chico?” —respondió sonriente.

Sus ojos de su padre se abrieron desmesuradamente, “¡¡¡Hija te has vuelto loca!!!, como crees que te voy a dejar ir a estudiar a Hangzhou con tal disfraz, ¡¡¡no lo apruebo!!!, ¡¡¡indiscutiblemente no iras!!!”.

— “¡Pero papá…!.

— “¡He dicho que no y respeta la decisión de tu padre!”.

— “Pero…yo quiero estudiar ahí porque mi sueño siempre ha sido ser una oficial y Hangzhou, es el único lugar que dan la enseñanza apropiada, ¡por favor papá!”, puso su mejor cara tal vez así accedía.

— “No y por favor deja de insistir en lo mismo, llevas más de una semana con ese asunto y mi respuesta no cambiará, menos ahora que sé que piensas ir disfrazada de chico”, la sola idea le hizo surgir una gota en su cabeza, “te imaginas lo que diría tu madre al respecto”.

— “Mi madre… pues... se enteró esta mañana” —dijo juntando sus manos jugando con sus dedos— “y me dio su aprobación… sólo faltas tú papá” —le surgió una gota sobre su cabeza.

— “¡¡¿Qué?!!, ¡¡¡encima soy el último en enterarme!!!”, su padre se levantó enfadado y salió hacia su dormitorio.

— “¡¡¡Papá…!!!”, se fue corriendo y lo abrazó, “¡¡¡perdón papá!!!, no quise engañarte ni hacerte sentir mal, yo solo deseo ir por que es mi sueño estudiar ahí, y no te preocupes que seré muy cuidadosa, además esto no lo hago por mi sino por ayudar a mi pueblo. Ella sabía que a pesar de ser una noble en muchas partes de su país existían abusos en distintas disciplinas que enviaba el estado y si podía ella ingresar al palacio como una oficial trataría de enmendar la tiranía y los abusos contra la gente del pueblo.

— “Pero hija…, no quiero imaginar si te descubren, si resultas lastimada no me lo perdonaría”.

— “No podrán descubrirme por que una amiga irá conmigo, también ira de la misma forma” —sonrió— “prometo no defraudarte ni a ti ni a mamá, ¡¡¡seré la mejor y haré mi mejor esfuerzo!!!, ¡¡¡si!!!”, hizo porras con su brazo.

Su padre soltó un suspiro, su hija era muy obstinada pero no podía quitarle el sueño que tanto anhelaba. “Esta bien hija, pero prométeme que te cuidaras mucho”.

— “Por supuesto papá, te lo prometo y agradezco muchísimo esta oportunidad”, lo abrazó.

— “¿Para cuándo es tu viaje a Hangzhou?”.

— “Para el domingo, solo faltan dos días…” —saltaba alegre mientras se dirigía hacia la puerta.

— “Entonces debes avisarle a tu amiga así están listas para ese día”.

— “Si. Ahora mismo iré a comunicarle”.

— “Nuestra pequeña hija está creciendo” —dijo su esposa ingresando a la casa— “al verla muy feliz me imagino que apoyaste su decisión de ir a Hangzhou”.

— “Así es, ustedes hicieron trampa” —comentó  él con una leve sonrisa.

— “¿Por qué?” —dijo la mujer mientras observaba a su esposo acercarse hacia ella y quitándole de sus manos algunos documentos del trabajo. “¿qué haces?...”.

— “Solo me estoy cobrando el que me hayas ocultado la idea descabellada de nuestra hija, fueron dos contra uno, por eso digo que hicieron trampa” —dijo abrazando a su esposa.

— “Solo hay que dejar que pueda aprender a volar con sus propias alas no lo crees” —respondió ella recostando su cabeza sobre su cuerpo de él.

— “Si, lo sé”.

Así llego el día domingo, ella y junto a su amiga partieron de sus hogares, dejando a sus padres por primera vez, eso les entristecía pero a la vez les llenaba de alegría porque iban a cumplir un sueño ir aprender de los maestros y servir a su pueblo muy aparte la hazaña de ir disfrazadas a una escuela de varones de muy estricta disciplina. Al salir de sus casas con vestimenta de chicos, nadie de su ciudad las reconocieron. Al tomar el tren tuvieron que modular su voz y silenciar sus risas internas para burlar a los policías, una vez dentro Yingtai así se llamaba la jovencita de familia noble que convenció a su padre de que apruebe su decisión, buscando el asiento correspondiente a su ticket se cruza con un grupo de chicos, uno de ellos la queda observando y ella también, ambas miradas se conectaron como si se conocieran de toda la vida…

“¿Quién es esa persona?...” —preguntaba una inquieta Himeko despertando de aquel sueño, porque después de llegar de la escuela había dejado sus cosas sobre su escritorio y empezó a leer unos libros cuando se terminó profundamente dormida… “¡¡auuuchh!!”, un lapicero había dejado huella en su brazo.

— “¡Himeko!, tus compañeros te esperan”.

— “¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!, es verdad hoy es mi cumpleaños y Kohana y los demás vendrían a festejarlo”, con un rostro muy cómico empezó a buscar que vestirse.

“¡¡¡Ya voy hermano!!!” —dijo acabando de alistarse, salió al corredor y bajó la escalera sonrojada por que era su fiesta de cumpleaños.

— “¡¿Ohh?!, ¡¡llegó el monstruo!!” —murmuró muy bajo Seiji que estaba parado al pie de las escaleras ignorando que Himeko había escuchado eso y pensó— “seguro se quedo dormida y se olvidó de su cumpleaños jajaja”.

Cuando de pronto ella pasó por uno de sus pies, con toda normalidad mientras a Seiji se retorcía de dolor.

“No soy ningún monstruo” —pensó y continuó a saludar a sus padres y compañeros.

— “¡¡¡Ahhhhhhhhhhhh!!!, ¡¡¡Himeko estas muy linda con ese vestido!!!” —dijo Kohana con una cámara fotográfica.

— “Sí, nuestra pequeña Himeko está creciendo” —comentó su madre.

— “Hoy cumple 10 años” —anunció su padre.

La niña de ojos claros se sonrojó y murmuró— “voy a pedir un deseo…”

— “Ojala sea levantarse temprano, porque yo acabo suplantando siempre al despertador”, musitaba mentalmente Hiroshi.

— “Himeko, pide seas buena en matemáticas…”.

— “No, mejor pide que te levantes temprano, para que no llegues tarde a clases”.

“Gracias chicas, eso ya lo añadí en mis deseos” —respondió ella.

— “¿Qué no solo es un deseo?” —preguntó Seiji.

— “Es cierto”, se apenó y suspiró apagando la vela involuntariamente.

— “¡¡¡¡¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!, ¡¡¡no pedí mi deseoooooooo!!!” —gritó  Himeko asustada.

A todos los presentes les surgió una gota.

— “No te preocupes hija, en la tarde iremos al templo ahí tendrás una nueva oportunidad de hacerlo” —sugirió su padre.

— “Gracias papá”, volviendo a animarse, “¡es hora de partir la torta!” —mencionó con entusiasmo.

— “Siiiiii” —dijeron sus demás compañeras.

Luego de haber festejado en casa, sus padres se fueron a orar al templo y allí Himeko antes de pedir que sea muy buena en matemáticas y que despertase más temprano, una imagen se hizo presente, era aquel sueño donde vio a esa persona,  luego cerró sus ojos y dijo— “esa persona del tren…”, luego de eso una estrella destelló un brillo en el cielo.

En el Reino de Clow…

— “Estos días el reino a estado en paz y las tormentas de arena se han alejado, pero…” —asintió— “no debemos bajar la guardia” —dijo el príncipe Touya.

— “La princesa ha pasado una dura prueba pero aún hay algo sin terminar…”.

— “¿Qué dices Yukito?”.

— “Veo que la princesa tiene un pasado más antiguo al igual que todos nosotros, lo que no está definido en nuestra época se ha determinado en otro mundo, en otro tiempo…”, —mencionó Yukito.

— “Haré lo que sea para protegerla…” —añadió Touya.

— “Estaré a cargo que la vigilancia sea mayor en el reino, por lo pronto la princesa Sakura no debe salir del palacio por su seguridad” —dijo Yukito.

— “Lo mismo pienso” —comentó Syaoran ingresando a la sala junto Kurogane y Fay. “Lamento interrumpirlo alteza pero también quiero proteger a Sakura” —dijo Syaoran muy decidido.

— “……” —asintió Touya.

— “Sakura-chan esta con Mokona en su habitación, no debemos preocuparnos dentro del palacio ella no corre ningún peligro, pero…”, se detuvo Fay.

— “¡DILO DE UNA VEZ!” —comentó Kurogane.

— “Las fuerzas oscuras están muy cerca, son inestables pero se encuentran fuera de este palacio” —murmuró Fay.

— “Así es, donde he sentido un gran poder es en las ruinas del palacio, pero aunque hemos investigado varias veces no hemos podido encontrar pruebas convincentes” —añadió Yukito.

— “TAL VEZ… AQUEL SUJETO PUEDA SER… AQUEL MOCOSO, EL NUEVO AMIGO DE LA PRINCESA…” —añadió Kurogane.

— “No lo creo, el joven Kinuhirowa ha estado bajo mi vigilancia todo este tiempo y no ha mostrado nivel mágico o poder alguno, parece ser una persona común al igual que los aldeanos” —afirmó Yukito.

— “¡JAHH!, NO ESTARÍA MUY CONFIADO, ESE SUJETO OCULTA ALGO” —dijo Kurogane.

— “Lo único que sé, es que ha perdido sus recuerdos del pasado, tal vez por eso te parece misterioso, no es que lo defienda pero es una persona que ha sufrido y aun sufre en descubrir su pasado” —sostuvo Yukito.

— “Lo entiendo” —murmuró Syaoran.

— “Solo falta una semana para el festival del reino, la boda de Sakura y…, debemos manejar esto con mucha discreción nosotros nos encargaremos de los preparativos fuera del palacio, pero Sakura tendrá que cumplir a partir de mañana los 7 días de purificación en los manantiales, así que nadie debe tocarla” —señaló inquisitivamente con su mirada hacia una persona del grupo.

— “Si, lo sé alteza” —respondió Syaoran con leve sonrojo, recordando aquel suceso cuando visitó por primera vez al Reino de Clow.

— “Muy bien, que descansen”, el príncipe Touya se dirigía a sus habitaciones y Yukito acompañaba a los demás en el salón.

— “Temes por la vida de la princesa…” —dijo Yukito.

— “Si, no quiero que nada malo le pase” —comentó Syaoran.

— “Tus amigos ya se retiraron a sus alcobas, deberías hacer lo mismo” —añadió Yukito.

— “Si”. En su habitación al cerrar sus ojos… apareció en un lugar al cual le era muy familiar, “este lugar es…”.

Una persona con una vestimenta donde el símbolo del sol y la luna se hicieron presentes…

— “Si, este es el mundo de los sueños” —abrió sus ojos y la sorpresa era insólita al ver a su interlocutor y con solo mirarlo sabía que su tiempo se acortaría, “no has cambiado mucho Syaoran-kun…” —sonrió.

— “Lo mismo digo”.

“Tu alma es la que ha venido por respuestas no es así…” —dijo la persona al frente de él.

— “Si…”.

“El poder de la oscuridad se encuentra en el reino, un sello lo protege por eso es un enemigo invisible, al cual lo conoceremos en poco tiempo”.

— “¿Quién es?”.

“Eso aún esta indeterminado y es lo único que puedo decirte Syaoran-kun, debo avanzar en este sueño porque alguien esta esperándome y mi tiempo se hace cada vez más estrecho” —dijo antes de desaparecer…

— “Espera… ¿qué quieres decir con eso…?”  —mencionó entre los pétalos de cerezo que el viento llevaba.

“Ese chico es muy astuto, ha mejorado mucho en todo este largo tiempo que ha permanecido en aquel lugar…” —dijo una voz…

— “¿Quién eres?” —preguntó Syaoran al no observar nada en el lugar.

“Ya falta poco… muy poco…”.


“………”.





Después de haber pasado un tiempo conversando en plena calle junto a sus amigas de la infancia, Sakura disimulaba su bajo nivel de energía, entre risas y anécdotas de lo sucedido, Rika, Naoko y Chiharu le hacían recordar muchas cosas que en su mente se formaba como una niebla que no dejaba ver aquellos hermosos momentos compartidos en la escuela Tomoeda, no podía darse por vencida, nunca lo había hecho y esta no sería la primera vez, así que al despedirse de ellas y ver que estaban bien y no se habían lastimado de aquel fuerte ataque y fenómeno climático al cual ella sospechaba que había sido provocado por aquel sujeto,  sus amigas y la gente que habitaba la ciudad  estaban a salvo gracias a la ayuda de sus cartas, “pero…”, su mente le repetía, “¿¿quién era aquel sujeto??, y esos ojos rojos, cómo pueden transmitir energías negativas muy fuertes, es capaz de crear rayos y tormentas eléctricas” —pensó al analizar aquel suceso— “él dijo algo más que…”

— “¡¡¡Sakura!!!., ¡¡¡Sakura!!!., ¡¡¡Sakura!!!” —repetía el muñeco al ver como su cuerpo se desplomaba en medio de la calle y Kero con ayuda de sus alitas a duras penas la podía sostener.

“Tengo… mucho… sueño…Kero…” —dijo cerrando su ojos verdes.

El muñeco logró ayudarla hasta que alguien más intervino en aquel momento…

— “¿Qué le ha pasado?, ¿porque esta inconsciente?, ¿qué le ha pasado a Sakura Kerberos?” —preguntaba un Shaoran asustado al ver el estado en que la encontraba.

— “¡¡¡Mocoso!!!, ¡no sabes cómo me alegra que estés aquí!, nunca pensé decir esto pero Sakura está muy mal, debe descansar mucho para que recupere sus energías”.

— “¡¿Qué ha sucedido Kerberos?!”.

— “Alguien nos atacó y ella utilizó varias cartas de poder sobre todo invocó a la carta del tiempo y eso la debilitó aún más, hay que llevarla a casa enseguida” —añadió Kero.

— “Si”, no le gustaba para nada ver el estado en que había encontrado a Sakura, “¿quién será el sujeto que la atacó?..., si las fuerzas oscuras están en la ciudad, debe ser aquel sujeto quien las lidera, eso estoy seguro” —pensó— “si la magia de ella no le hizo nada y la ha debilitado de esta forma… significa que ese sujeto es muy poderoso” —frunció el ceño mientras caminaba y llevaba en brazos a Sakura hasta su casa y Kero permanecía sobre el cuerpo de ella.

— “Oye mocoso, deja de mirarla tanto, ¿acaso crees que no me doy cuenta?” —chilló el muñeco.

Shaoran suspiro y se sonrojo un poco, quien iba a pensar que se iba a encontrarse con ella de esa forma y eso que Tomoyo se estaba tomando la molestia de realizar su reencuentro para el día del evento en su empresa. “Sakura está aun más hermosa que antes” —pensó— “necesito hablar con ella y explicarle muchas cosas”, pero al llegar a casa este se tropezó con la mirada furibunda de…

— “¡¡¡¿¿¿QUÉ LE HAS HECHO A MI HERMANA???!!!, ¡¡¡¿POR QUÉ LA TIENES EN TUS BRAZOS MOCOSO?!!!”, eran los gritos de Touya.

— “¡¡¡No soy ningún mocoso!!!” —surgió el enfado de Shaoran y Kero se encontraba en medio de dicha disputa verbal, “hay esto está peor que los rayos de aquel sujeto” —pensó el peluche quedándose más inmóvil que nunca sobre el cuerpo de su dueña.

Touya recibió a su hermana de los brazos de aquel mocoso y eso hacía que su sangre hirviera del coraje, “¡¡¿CÓMO RAYOS FUE QUE SAKURA SE ENCUENTRA ASÍ?!!” —protestó.

— “Cuando la encontré estaba desmayada” —dijo Shaoran, no podía revelarle la verdad, solo le comentó a su interlocutor— “ella debe descansar”.

— “CUANDO HABLE CON SAKURA,  ME DIRÁ LO QUE PASÓ, Y SI ¡¡TÚ!! TUVISTE QUE VER CON SU DESMAYO, TE JURO QUE….”

— “Es mejor retirarme, mañana vendré a verla”.  

— “¡¡¡¿QUÉ?!!!” —gruñó Touya.

— “Como escuchaste, mañana regresaré para hablar con Sakura, es un asunto muy importante” —dijo antes de marcharse, tenía que dejar a un lado su timidez para poder hablar con el hermano de ella, conocía lo sobre protector que era con ella pero ahora había algo muy importante y una vida la cual estaba en riesgo, así que no era momentos de dudas, sino de actuar y hacer elecciones rápidas y seguras.

— “MOCOSO…” —musitó Touya con tres venas saltantes sobre su cabeza y observó a aquel sujeto chino marcharse, luego subió a Sakura a su habitación y por suerte su padre llegaría tarde a casa, “DESCANSA MONSTRUO…ME DEBES UNA GRAN EXPLICACIÓN DE LO QUE PASÓ HOY” —dijo al cerrar la puerta de la habitación. Mientras Kero sudaba frío al haber escuchado a su hermano, ¡¡¡ahhh Sakura!!!, ¡¿qué explicación vamos a darle a tu hermano?!!!, ¡¡¡ahhhhhhhhhhhhhh que vamos hacer!!!, en eso alguien abrió la puerta y el muñeco cayó como piedra sobre el piso.

— “¿Y ESTO?”,  Touya levantó al muñeco hasta tenerlo frente a frente.

El peluche estaba que sudaba a mares.

— “QUÉ COSA PARA RARA, ES EL PELUCHE DEL MONSTRUO, ¿QUÉ HACE EN EL SUELO?” —comentó haciendo sufrir al muñeco por un momento, sabía muy bien quién era, pero eso no quita que no haya protegido a su hermana, sujetó al muñeco de felpa dejándolo sobre el escritorio de la habitación.

— “¡¿Dónde estoy?!” —indagaba Sakura— “¡¿qué lugar es este?!”, se encontraba en medio de un palacio en ruinas y un espejo estaba a lo lejos junto a una persona detrás de él, “¡¿quién eres?!”.

— “¡¡Ayúdame!!, él me tiene prisionera aquí…” —dijo una chica de ojos celestes, “¡¡¡ayúdame!!!…¡¡¡por favor!!!…”.

— “Pero…¡¿cómo?!”.

— “Él ha hecho un hechizo para que mi alma permanezca en este lugar…”

— “¿Quién es el que te mantiene cautiva?” —preguntó la chica de ojos verdes.

“¡¡¡Ahhhh!!!, ¡¡¡no puede ser!!!, ¡¡¡ya viene!!!, ¡¡¡debes irte de aquí!!!, ¡¡¡no vengas!!!, ¡¡¡no podrás escapar si él te encuentra aquí!!!, ¡¡¡no podrás!!!…”, las imágenes de la chica detrás del espejo eran más lejanas ahora y el espacio donde Sakura se encontraba cambio radicalmente, ahora había un árbol de cerezo junto a muchos de sus pétalos rodeaban el lugar y una mujer de cabello negro con un kimono se encontraba al pie del árbol.

— “¿Quién eres?” —dijo Sakura.

La mujer solo la vio, ligeramente extendió lentamente su mano y de ella una mariposa salió volando.

— “¿También eres presa de aquél sujeto?” —preguntó ella.

Un ligero movimiento de cabeza le indicó que no.

— “¿Qué haces en este lugar?…”.

La persona de larga cabellera negra solo observó el volar de su mariposa.

— “¿Estás esperando a alguien?...

El cerrar de sus ojos confirmó su respuesta.

— “Ya veo…” —dijo y pensó que ella misma no podía recordar a su ser amado, se lamentaba por eso. Cuando levantó su mirada la mujer de cabellera larga no estaba y ella se volvía a encontrar en aquel palacio en ruinas, pero esta vez aquella chica de ojos celestes tenía sus ojos casi blancos, no estaba detrás del espejo sino fuera de él, al pie del circulo el cual separaba a ambas y esta extendía sus brazos hacia ella diciéndole…

— “Ven…”, justo cuando Sakura iba a colocar un pie sobre el circulo surgió otra voz.

— “No lo cruces…, por favor no lo hagas…”

— “Tu voz me es familiar… ¿por qué dices no puedo cruzarlo si es la única forma de ayudarla?”.

“……….”, los ojos canela se entristecieron, “si lo cruzas sólo pertenecerás al lugar donde ella esta…, ¿en verdad quieres estar presa al igual que esa chica?”.

— “Yo… yo…” —abrió sus ojos verdes y observó a Kero a su costado y cuando este le mencionó algo se escuchó un fuerte grito por toda la casa.

— “¡¡¡¡¡¡¡¡¡Queeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!!!!!!!”.

— “¿No lo crees?” —añadió el muñeco con una gota.

— “¿Cómo es que estuve dormida 4 días?, ¡¡¡ahhhhhhhhh!!!, ¡¡¡¡¡no fui a la academia!!!!!, ¡¡¡¡¡no puede ser!!!!!...”.

— “No te preocupes por la academia, tu hermano ya arreglo eso y tu padre ha venido constantemente a verte, al igual que… ese sujeto”.

— “¿A quién te refieres?”.

El muñeco dudó un poco pero finalmente lo dijo, “a Shaoran el mocoso, a quien más, tus amigos de la academia han estado llamando por teléfono, así como Yukito y también ese amigo tuyo Hiwaki vino a verte, pero como te encontrabas aun durmiendo tuvieron que retirarse”.

— “Siento haber preocupado a todos, lo siento…” —comentó apenada y en su mente había una gran interrogante, “¿Shaoran?...”, le parecía conocido el nombre y lo peor era que no recordaba quien era ese chico, no quiso preocupar más a Kero, había recuperado fuerzas al guardar descanso esos 4 días, pero su falta de memoria había empeorado bastante, solo intentó no preocupar más a Kero diciendo, “¡ahhhhh siiii Shaorannnn!”, haciéndole creer que ya lo recordaba, “ya son las 6pm, ¿tú crees que regrese hoy?”

Kero alzo una ceja, porque al escucharla no era la misma, pensó— “¿porque no se sorprendió al escuchar el nombre del mocoso?” —respondió— “no… no lo creo, él ha venido estos días pero como te encontrabas durmiendo como una roca se tuvo que marchar, tu hermano le prohibió su visita varias veces pero el insistió, aun así, el mocoso se preocupa por ti”.

— “¿Se preocupa por… mi?” —dijo asombrada y con una interrogante en su cabeza.

No había duda alguna, Kero confirmaba con aquellas palabras que su dueña estaba bajo un hechizo muy fuerte y la estaba aturdiendo mentalmente.

— “Sakura, creo que es mejor que descanses, aún no te recuperas del todo después de aquella batalla contra ese sujeto, así que es mejor repongas energías, ¡¡sí señor!!, además tu hermano no demora en regresar…, ¡¡es cierto!!”, se acordó el peluche haciendo una cara de susto, “¡¡¡tu hermano dijo que esperaría una explicación por lo sucedido!!!”.

— “¿¿¿Qué???, ¡¡¡¿una explicación?!!!”.

— “Si, por que fue el mocoso quien me ayudó a cargarte ese día que te desmayaste, cuando tu hermano lo vio ya te imaginaras como se puso”.

— “¡¡¡¡¡¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!, ¡¡¡¿¿¿yo estaba en su brazos???!!!”, se sonrojó, “¡¡¡¿cómo así Kero?!!!”.

— “Déjame contarte…” —empezó el peluche a decirle como habían ocurrido las cosas ese día y observaba que a pesar de su palidez ella aun tenía algo de color en su rostro, “eso es bueno” — pensó— “aunque ella está bajo algún poder mágico, muy en el fondo aún le gusta ese mocoso… quien iba imaginar que a las finales yo sería quien le hablara de ese sujeto chino a ella, ni su hermano le había mencionado palabra alguna, pero era necesario hacerle recordar algo o que al menos lo intente recordar” —asintió— “tal vez el mocoso pueda ayudarla por que eh notado que ha sido muy persistente estos últimos días al enfrentarse al hermano de Sakura, pero… ayer estuvo algo triste cuando llegó, quizás ya se dio cuenta de eso… pobre chiquillo….”, en ese momento Kero escuchó semejante grito que casi lo deja sordo…

— “¡¡¡¡¡AHHHHHHHHHHHHHH NO PUEDE SERRRRRR!!!!!, ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡MAÑANA ES EL EVENTOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!” —abrió sus ojos como platos al notar su agenda sobre el escritorio y al leerla no dejaba de dar vueltas por su habitación.

— “Ah…, por suerte no hay nadie en casa aparte de nosotros” —agregó el peluche con una gota en la cabeza, “ya deja de hacer eso y come algo”, sobre su escritorio estaban alimentos, “si quieres ir a ese evento tendrás que comer e irte a dormir, ¡sí señor!, ¡yo te cuido!”.

— “Gracias Kero” —sonrió al notar la preocupación del peluche.

— “Se siente bien joven Shaoran, se ve un poco pálido” —dijo Wei.

— “No es nada” —comentó al terminar el hechizo de protección.

— “Esto es para la jovencita Sakura, ¿verdad?” —preguntó el anciano.

Shaoran se sonrojó un poco y asintió.

— “Debe descansar joven Shaoran estos últimos días ha estado trabajando arduamente en hacer el conjuro”.

— “Lo sé…” —pensó— “debo evitar que no pierda mas recuerdos…, estoy tratando de superar la barrera que tiene ella pero es casi imposible, la magia de ese sujeto es muy fuerte, el hechizo que eh realizado espero que alcance a bloquear ese campo de energía...”

Por otro lado…

— “Otra vez este sueño…” —comentó Sakura— “aquella chica de ojos casi blancos está al frente y el circulo me impide llegar ayudarla, pero…él dijo que si cruzara acabaría igual que ella”.

— “No es cierto… no le creas… te está engañando… por favor ayúdame… sálvame, por favor…”se escuchaba ecos de voz  a su alrededor.

— “No” —retrocedió mientras muchos pétalos de cerezo se deslizaban por el lugar, notó un hermoso árbol, era el árbol longevo de Japón, “¿qué hacia ella en ese lugar…?”, pero había alguien más ahí, era una persona de capa negra con varios símbolos dibujados en dicha capa, “¿quién será?...”, se preguntaba ella y solo observaba, como este hacia un hechizo y las tormentas habían formado un remolino en el cielo nocturno y la luz de un fuerte rayo hizo notar a un frágil cuerpo de una joven al pie de aquél árbol, Sakura se sorprendió al ver quien era la joven.

— “¡¡¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!” —gritó despertándose y despertando a todos en su casa, el primero en llegar a la habitación fue su padre quien la abrazó al ver a su hija temblorosa y llena de miedo por la pesadilla, su hermano como siempre se acercó dándole un vaso con agua, tranquilizándola y dejándola más calmada, ella intentó dormir nuevamente…

“¿Ella no ha venido?...”

— “No hija”.

“Dijo que vendría del lago y aún no ha regresado, ¡¡¡madre algo le debe haber pasado!!!, ¡¡¡ella nunca llega tarde!!!.

Toc toc toc toc toc toc.

Al abrir la puerta los guardias del palacio estaban presentes con una nueva orden, su madre al abrir el pergamino y leer la nueva orden del Rey, se fue corriendo y abrazó a su hija.

— “Lo siento… lo siento mucho… mi pequeña…” —dijo su madre llena de terror en sus ojos.

“¿Qué sucede madre?”.

— “El rey ha decretado esto…”, le dio el pergamino a su hija y esta abrazó fuertemente a su madre, “¡¡¡noooo yo no quiero ir!!!, ¡¡¡no quierooo!!!” —exclamaba  desahogando sus sentimientos de angustia, miedo y desesperación que hasta el momento se habían mantenido guardados en su interior pero los cuales se desbordaban conforme pasaban los días, su madre al verla así solo le repetía al cansancio que la perdone.

— “Tú no tienes la culpa mujer, el único culpable aquí soy yo” —intervino su padre— “por haber dejado que ese sujeto se comprometiera con nuestra hija”.

“No padre, tú no eres culpable de nada” —comentó levantando la cabeza a su padre— “los quiero a ambos por haberme dado la vida y si hay algo que detesto es verlos así por mi causa, lo siento mucho…”, se inclinó ante sus progenitores, “yo cumpliré con mi destino, no importa lo horrible y repugnante que este sea no faltaré a tu palabra padre…” —afirmó con un brillo en sus ojos— “saldré al jardín por un momento…” —musitó ella intentando que sus lágrimas no se desborden de sus ojos claros frente a los presentes.

— “Este sueño…, por que se hace cada vez más frecuente…” —pensó Sakura despertándose— “solo espero que ella logre escapar de aquel destino y sea feliz….”.

“En verdad lo deseas…” —dijo una voz en su mente.

— “Si” —comentó sin temor— “no sé quien seas y porque estas mostrándome todo esto en mis sueños, pero no podrás burlarte de mí una vez más”.

— “¡¡¡Ohh!!!, veo que ese sujeto tiene un buen dominio de sus poderes para protegerte chiquilla”.

— “¿Ese sujeto?… no sé a quién te refieres pero, sé que es una persona gentil que trata de ayudarme y salvarme de tus malignos poderes, ahora lo sé muy bien, sé que has estado manejando mi mente a tu antojo pero ya no lo permitiré”.

“Jajajaja, que valiente eres, lo heredaste de tu padre”.

— “¿Eh?, ¿a qué se refiere?” —preguntó asombrada por la revelación.

“Jajaja, hoy en ese evento… conocerás la verdad…”.

Notas de la autora: ¡Hola a todos!, después de varios meses logro actualizar… gomen…, algunas dudas, ¿cuáles son los verdaderos planes de Yami?, ¿qué sucederá en dicho evento?... los recuerdos están a flor de piel en los personajes…, la canción que acompaña en el fic le pertenece a Yui Makino  (Towa no Omoi ). Espero que el capitulo sea de su agrado, cualquier pregunta o comentario por favor enviarlo al correo miriels_li_zet@hotmail.com. Gracias por su atención, saludos. Miriel

Avances del próximo capítulo: Un evento será motivo para un reencuentro; la boda en el Reino de Clow dará comienzo y alguien de otra dimensión se hará presente, escenas del pasado se harán más notables.


Capítulo V: “Recuerdos del pasado”

1 comentarios:

Brendaly dijo...

Me encanto es precioso e interesante!! :D

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