Pasad a este humilde espacio dedicado al Fic de Tsubasa Mistery elaborado por Miriel Y también al manga de UCC de Mikki chan con enlaces al grupo de crónicas, entre otros.
Espero que lo que veas aquí sea de tu agrado y pases un buen momento. ¡Estás en tu casa! Por lo cual puedes leer y comentar lo que quieras. Y si necesitas contactar conmigo, puedes enviarme un email a los correos s_aku2009@hotmail.com y , miriels_li_zet@hotmail.com.

jueves, 7 de octubre de 2010

CAPÍTULO II: "Visitas inesperadas"

Por Miriel



CAPÍTULO II: “Visitas inesperadas”


Pasada la media noche en la casa, Ioryogi estaba en la ventana de la sala meditando sobre aquella visita de Ushagi, el cual al recibir el mensaje accedió sin reproche alguno, él sabía muy bien que la vida de Kobato antes estaba conectada con aquel ángel de nombre Suishou, pero después de que Kobato cumplió su deseo, cada una tenía vida propia en distinto mundo (una como ángel y la otra tenía una vida humana), el ángel ya no estaba conectada directamente con la vida de Kobato pero aun así se preocupaba por ella.

La razón por la cual Ioryogi hace un tiempo atrás invadió el cielo, fue con el fin de obtener al ángel de quién se enamoró, la guerra continuó por mucho tiempo, y una grieta formada en la barrera entre el cielo y el mundo de los vivos causó que un agujero apareciera, la batalla se filtró por ese agujero y se extendió afectando a Kobato, por eso el ángel reemplazó su alma en el cuerpo de la chica, ella sabía que ambas compartían la misma alma.  Es por eso que Ioryogi se acercó a Dios, para poder salvar a ambas, éste propuso sus condiciones para evitar conflictos en el mundo de los vivos, le ordenó cambiar de apariencia. Además, él tenía que dirigir a la chica que ha perdido todos sus recuerdos, conocimientos y ayudarla a cumplir su deseo. Pero cuando la conoció se sorprendió por el parecido que tenía con el ángel.

— “Es muy gratificante el haber escuchado tu voz una vez más” —dijo el peluche con  nostalgia a los recuerdos vividos—  “cuando estaba en la tienda de aquel oso, tú me avisaste sobre el peligro que Kobato corría en ese momento. No hay duda que después de todo eres un ángel desde allá arriba puedes ver todo lo que pasa, ojalá que lo que esté ocurriendo en el cielo no te afecte en lo más mínimo, porque si no.... frunció el seño soy capaz de todo..., no podré soportar el ver sufrir a ambas, si Kobato perece el ángel se sentirá muy triste y eso es lo menos que yo deseo, a Kobato la estimo mucho porque a pesar de sus torpezas, es una chica muy positiva, honesta y ahora tiene una vida junto a ese tipo, aunque no me cae muy bien, pero sé que él la ama de misma forma que yo te amo y te amaré a ti siempre Suishou…, aunque no te pueda volver a ver de nuevo… sólo espero que seas feliz allá arriba con aquella otra persona que tanto esperas...” —lo dijo con tristeza ante el último recuerdo que vio en su gentil rostro.

— “Yo cuidaré de Kobato de eso no tengas la menor duda  y cumpliré la misión de Ushagi” —comentó Ioryogi mirando al cielo desde la ventana.

En el dormitorio principal de la casa, Fujimoto se despertaba viendo caer  los rayos del sol en el cabello de su esposa, la adoraba más que nunca, estaba preocupado por las palabras que ella sostuvo el día anterior. “¿porqué habrá dicho ese tipo de cosas repentinamente?, está preocupada por algo, pero ¿qué es?” —la observó intranquilo, luego sonrió un poco al volverla a ver— “ella está  a mi lado es lo que importa y ante cualquier situación yo la protegeré”, se dijo así mismo frunciendo un poco su rostro.

Luego se levantó muy despacio y se despidió de ella con un tierno beso y se marchaba a trabajar a la oficina muy temprano, sin que ella se diera cuenta porque aún permanecía dormida.  No quería despertarla por que se veía tan hermosa sumergida en sus sueños, él sonrió un poco antes de salir de la habitación.

“Entiendes lo que te acabo de decir, ¿verdad?” —preguntaba amablemente con una sonrisa en su rostro.

— “Si, ahora sé que usted no pretende lastimarme, al contrario se esfuerza mucho para ayudarnos” —dijo ella sonriente. “No se preocupe, no diré nada al respecto…” —tomó sus manos con las de la persona que tenía al frente, sorprendiendo a ésta, “sólo espero que pueda encontrarse con él algún día” —dijo Kobato observando esos ojos verdes tan cálidos.

— “Gracias” —respondió la persona de vestimenta extraña por las palabras de ella. “Nos veremos pronto, así que ten mucho cuidado.” Mientras desaparecía pensó— “sé que lo has comprendido a la perfección…

Media hora después Kobato despertaba recordando lo que vio en sus sueños y volteó a saludar a su esposo, “¡buenos di…!, ah… —suspiró— sabía que Fujimoto se levantaba más temprano que ella. “Otra vez no pude despedirme de él” —expresó apenada. ¡¡¡Ahhhhhh!!!. ¡¡¡ya sé !!!, le diré a Iorogi-san que me despierte temprano, ¡sí!, ¡eso haré!” —comentó levantando su mano con muchas energías.

—¡Iorogi-san!, ¡Iorogi- san!, ¡¡¿dónde estás?!!, ¡¡¡Iorogi-san!!! —replicaba ella por toda la casa en búsqueda del peluche.

—“¿Qué pasa?, ¿para qué me llamas tan temprano Kobato?” —contestó el muñeco un poco aturdido por los gritos de ella.

—“¡¡¡Ahh!!!”, se detuvo al verlo salir, “¡ahí estas Iorogi-san!, quería pedirte un favor” —comentó sonriente.

—“¿Qué favor?” —preguntó el peluche con una ceja alzada

— “Es que quiero que me despiertes temprano para poder despedirme de Fujimoto-san antes de que se vaya a trabajar. Porque siempre que me levanto, él ya se ha marchado al trabajo” —inclinó su cabeza y la mirada en el suelo.

— “Y COMO CREES QUE TE VOY A DESPERTAR, ENTRARÉ A TU HABITACIÓN Y SI ÉL ME DESCUBRE, ¡¡¡QUE CREES QUE DIGA!!!” —protestó el muñeco con una gruesa gota en la cabeza.

—“¡Ohh!, es cierto… a Fujimoto-san no le agrada que ingreses a nuestra habitación salvo que no esté él presente, pero... entonces no podrás ayudarme” —respondió ella algo apenada.

—“¡¡¡POR SUPUESTO QUE NO!!!” —gritó el muñeco— “el poder  levantarte temprano es parte de tu responsabilidad como esposa, si quieres despedirte de él”.

—“¡¡¡Oh!!!, no lo sabía, de ahora en adelante voy a dormir más temprano para poder levantarme a tiempo y así poder despedirme de Fujimoto-san todos los días”, en eso una mirada decidida se apoderó de ella y empezó a repetir, “¡¡¡Kobato se esforzara mucho!!!, ¡¡¡sí!!!, ¡¡¡Kobato se esforzara mucho!!!”.

—“¡Ah!, otra vez con lo mismo…” —murmuraba el peluche.

— “¡Iorogi-san!, voy a recoger algunas flores del jardín, ¿vienes conmigo?” —preguntó.

— “Está bien” —contestó el peluche.

Ella se sentía muy feliz recolectando las flores del jardín y empezó a cantar.


Haruni saku hana natsuhi no karu so naiyo
Las flores florecen durante la primavera y el atardecer del verano
Kokoro no na kani hikaramete kirameku
Y amabas brillan y se entierran en mi corazón...
Asani furetame madowoto satsuhi mimo
Aún en los días lluviosos con las ventanas cerradas,
Mune ni afureru hikariwa kimono ue
La luz se desborda de mi corazón y brota hacia el cielo.

Yorokobi Kanashimi
Aunque exista felicidad o tristeza,
Subete idaite aruiteru
Lo cargaré y caminaré derecho,
Watashi no te to kimi no te o
Esas con las cosas que ambos...
Tsuyoku tsunagu mono
...sostenemos con las manos.


El peluche empezó a observarla mientras escuchaba su canción y al verla sonreír levantó su mirada al cielo y en sus pensamientos se decía “me imagino, que tú también eres feliz allá arriba…”

Aki wa mizube ni
Del otro lado es otoño,
Fuyu kotsueni hisomu
En la cima del arbol el invierno.

Sekai no oku no
En este mundo,
Kagiri nai yasashisa
existe una bondad sin límites...

yoru ga kuru tabi inori wo sasage you
todas las veces que se hace de noche, ...ofrezcamos una oración

Ashita kuru hi wo  Shisuka ni mukae you
Pidamos por el día  que vendrá mañana


Desde el cielo alguien observaba lo que hacía Ioryogi y ella en el jardín, esta persona era una chica con el mismo aspecto a Kobato, sonreía al verla cantar con alegría, su vestimenta era blanca con bordados y tenía dos alas muy grandes rodeándola.

“Qué bueno” —dijo aquel ángel Suishou esbozando una sonrisa en su rostro blanco y pálido. “Me alegra mucho saber que pude ayudarte a que seas feliz pequeña, pero...”, en su rostro se mostró inquietud. “Desde que ellos interfirieron en el tiempo, todo ha cambiado, los dioses están molestos y a la vez preocupados, porque esto puede traer consecuencias graves, debo asegurarme que no te pase nada pequeña, si en caso la persona amada por ti no pudiese protegerte, sé que Ioryogi cumplirá su misión”.

“Aunque....” —suspiró— “el día de hoy algo les será otorgado a ambos...., porque la situación puede cambiar en cualquier momento y es mejor contar con su ayuda…”, junto sus manos sobre su corazón y cerró sus ojos, “espero que el que está interfiriendo no logre su objetivo, sino los que permanecen en almas puras tomarán un cuerpo que no les pertenece, eso podría complicar las cosas”.


Ante el ángel se presentó una joven de ojos verdes, cabello castaño y de vestimenta extraña…




De aquel árbol longevo de Japón muchos pétalos de cerezo se desprendieron esa tarde, deslizándose tan suaves, dejándose llevar por el viento y una persona estaba de pié en la puerta de la tienda, el viento agitaba su largo cabello negro azabache y el kimono que llevaba puesto era aquel con el cual se despidió hace diez años.

—“Bienvenida a casa, Yuuko-san”, fueron las palabras que Watanuki dijo con un brillo en su rostro sonriente al ver que su deseo se había vuelto realidad en ese momento.

—“¡Yuuko-san!” —dijeron Kohane y Doumeki asombrados.

—“Hola” —dijo ella entrando a la tienda y con una sonrisa que la caracterizaba.

Maru y Moro se fueron corriendo a abrazar a su ama que estaba de vuelta, mientras los demás aún estaban inmóviles de la sorpresa.

—“¡Mokona, no te alegras de verme!” —añadió ella sonriendo.

—“¡¡¡Yuukoooo!!!” —reaccionó Mokona dando saltos de alegría— “¡¡¡estas viva!!!, ¡¡¡estas viva!!! —repetía Mokona sobre su hombro. “Pero… ¡¿cómo?!” —preguntaba Mokona.

— “¿Cómo han estado todos?, Watanuki veo que has asumido muy bien el trabajo en la tienda. Te ves muy lindo con ese traje” —dijo ella observándolo sonriente y evadiendo la pregunta de Mokona.

— “¿Eh?”, él estaba sonrojado por lo que había dicho ella, “pues....”

“Muchas cosas han cambiado aquí, pero ahora todo va ser como antes” —dijo ella con un tono de voz más seria— “no te preocupes Watanuki ahora ya no tendrás que dedicarte tiempo completo en la tienda, ahora podrás...”, antes de que termine la frase él interrumpió diciendo…

— “No, yo no pienso abandonar la tienda, hice una elección hace mucho y...”

— “Descuida” —le interrumpió ésta vez ella— “esa decisión se acabó de romper desde el momento en que Syaoran llego al mundo de Clow”  —respondió.

— “¿Cómo?”, asombrado por lo que ella había mencionado, “pero...” —añadió él con dificultad

“¡¡¡Ahh!!!, Watanuki no ha cambiado en nada”, muy sonriente se acercó hacia donde se encontraba él y levantándole el mentón— “a partir de ahora las cosas van a cambiar” —indicó sonriendo y observándole a los ojos.

Este contacto hizo a Watanuki enmudecer y ponerse más pálido de lo que estaba.

Kohane y Doumeki, observaban la escena, sólo dijeron a Yuuko antes de marcharse que Watanuki debería descansar porque se esforzó mucho ese día y se encontraba débil.

— “No se preocupen, estará bajo mi cuidado” —afirmó despidiéndose y observó al chico que tenia al costado el cual lucía pálido y nervioso de su sola presencia— “¿verdad Watanuki?”.

—“¡¿Eh?! , ¡¿yo?!”, él empezó a tener algo de miedo por la actitud de ella, era la de siempre y eso lo hacía feliz pero, sus sentimientos era algo que no podía ocultar y Yuuko lo entendía a la perfección. No sabía qué hacer se sentía muy nervioso al estar nuevamente junto a ella.

—“¡Watanuki!, ¡Watanuki!, ¡Watanuki!, ¡¡¡te estoy hablando!!!”, Yuuko le estaba llamado desde hace varios minutos y él no la escuchaba por estar pensando.

Ella dejó de llamarlo y esbozó un suspiro de resignación, diciendo— “Mokona entremos al salón principal para conversar un momento, dejemos a Watanuki, que está perdido en sus pensamientos”.

— “¡¡¡Perdido!!!, ¡¡¡perdido!!!” —decía Mokona saltando junto a ella.

Cuando iniciaba la conversación en la sala junto a su sofá preferido y a su pipa mencionó, “ahora yo estaré a cargo nuevamente de la tienda, no te preocupes Mokona” —confirmó sonriente—  “a partir de ahora Watanuki, retomará sus estudios y tendrá menos tiempo aquí en la tienda, aunque eso de que permanezca en éste lugar… aún es cuestionable”.

— “Pero…”,  Mokona contemplaba a su ama.

— “Gracias a Watanuki estoy de vuelta es cierto, pero hay otra parte que influye mi regreso, así que es mejor que Watanuki ocupe tiempo en otras cosas”, mientras tenía algo en mente.

— “Pero, Yuuko…”, se preocupó Mokona por la decisión de su ama.

— “Así que nuestro Watanuki estará de vuelta en sus estudios” —recalcó sonriente y agitando su pipa, expulsando humo de su boca, “junto a Doumeki, también podrá ver a Kohane y a Himawari, de seguro que se pondrá feliz por volverlos a ver”, sabiendo que él la estaba escuchando.

—“¡¿Qué dices Yuuko-san?!” —preguntaba él entrando a la sala y escuchando la última frase dicha por ella.

—“¡Vaya!, ¡vaya!, Watanuki salió de sus pensamientos y volvió a la realidad, Ja Ja Ja Ja Ja”, estaba recostada en su sofá fumando como acostumbraba hacerlo antes.

—“¡Yuuko-san!, dices que tengo que volver a mis estudios, en eso no tengo ningún problema, pero…y la tienda…”, estaba preocupado por la frase que ella había dicho al inicio y a la vez abrió sus ojos más de lo normal entendiendo lo que ella trataba de hacer, muy decidido la observó y dijo— “Yo no pienso abandonar la tienda”.

— “El lazo que te unía a estar aquí se ha roto” —dijo ella con algo de pesar y fingió frialdad por unos momentos, “porque pagaste un precio por un largo tiempo, pero, si aún quieres seguir permaneciendo aquí ayudándome, te puedo cumplir ese deseo, pero hay un precio” —expuso observándole.

— “¿Cuál es?” —pregunto desconcertado por todo lo que ella decía.

— “El precio para quedarte en esta tienda es que tendrás que  viajar a otras dimensiones y encontrar tres pendientes mágicos, si logras  traérmelos podrás quedarte. Ten en cuenta que correrás peligros y sólo tu magia podrá salvarte y guiarte en tu camino, sólo al recolectar los tres pendientes, se abrirá la puerta de regreso a esta dimensión, antes no” —dijo seriamente.

— “Si ese es el precio por permanecer en la tienda, entonces iré en busca de esos pendientes” —respondió decidido.

— “Está bien, lo harás el día de  mañana, puesto que sería descortesía de mi parte dejarte ir así como estas, aún estas débil, por lo que mencionó Kohane y Doumeki” –hizo una pausa— “ve a descansar cumpliré tu deseo mañana a primera hora” —continuó como si quisiera reivindicarse por lo que había dicho.

— “¿Eh?, está bien…”  —dijo él algo consternado por todo lo que ella había dicho, “el pago del precio para salir de aquel vacío…, al igual que Syaoran” —pensó— “ambos hicimos nuestra propia elección, mientras Syaoran decidió moverse siempre y nunca quedarse en un solo lugar, yo escogí quedarme en un único lugar por el resto del tiempo, Yuuko-san tiene razón, al volver Syaoran a su mundo junto a Sakura, el precio por aquello, se ha terminado”. Asintió — “aquella promesa que le hice a Yuuko-san, fue antes de entrar a ese espacio cerrado y encontrarme con Syaoran, eso no cambia nada esta situación, porque mi decisión fue basándome a la promesa que le hice a ella en aquel momento de su muerte” —pensó cerrando sus ojos con algo de nostalgia en su rostro en camino a su habitación.

“¡¡Watanuki!!”, ella lo estaba llamándolo desde la sala

— “¿Ah?” —volteó asombrado

“Watanuki antes de ir a descansar  trae una botella de sake, que Mokona y yo vamos hacer una pequeña fiesta por mi regreso. ¿verdad Mokona?” —sus ojos brillaron a la sola mención de sake

—“¡¡¡Sí!!!, ¡¡¡Sake!!!, ¡¡¡Sake!!!, ¡¡¡Sake!!!, ¡¡¡Sake!!!” —repetía Mokona.

—“¡¡¡Sí!!!, lo eh extrañado mucho todo este tiempo, ¡¡¡ah, mi adorado sake!!!” —expresó muy sonriente.

—“¡Ok!, ahora traigo uno” —respondió— “creo que los viejos tiempos vuelven a esta tienda”.

— “¿Qué tiene Watanuki?” —comentaron Maru y Moro por el corredor— “¿pasa algo?” —preguntaron ambas porque lo vieron algo triste.

— “No, no me pasa nada” —respondió recobrando su molestia.

Mientras él se iba por el corredor, Yuuko lo observaba marcharse dejando de sonreír por un momento.

Mokona observaba a  su ama, “¿porque esa mirada?, ella no está feliz de eso estaba seguro, es más esconde algo” —pensaba Mokona al verla.

— “Bueno Mokona quiero escuchar, todo lo que Watanuki ha hecho en mi ausencia” —preguntó sonriendo nuevamente.

— “Él ha seguido tus enseñanzas en el tiempo que ha estado aquí en la tienda, se ha vuelto más poderoso y a cumplido los deseos de muchos clientes, en algunas ocasiones ha llegado a ser herido, pero no ha sido de gravedad, él sigue siendo el mismo, y no habido un día que no te recuerde, siempre estás en sus pensamientos, se ha desconectado del mundo por pagar ese precio, Doumeki y Kohane visitan a menudo la tienda y Himawari se casó, pero siempre el día de su cumpleaños está presente, como vez muchas cosas han cambiado para Watanuki desde el día en que tu…”, se detuvo Mokona por un momento.

— “Mi muerte…, estaba predestinada desde hace mucho tiempo...” —dijo ella cerrando sus ojos con pesar.

— “Sí, todos estuvimos muy tristes desde tu partida y Watanuki nos ha tratado muy bien todos estos años”.

— “Si, lo sé” —pensó— “los eh observado todo este tiempo…”

— “Entonces, ¿por qué alejas a Watanuki de aquí?, si eso también te llena de tristeza a ti” —mencionó Mokona.

— “Lo sabrás en su momento Mokona” —respondió ella.

Cambiando de semblante “AHORA ES MOMENTO DE SAKEEEEEEEEEEEEEEE”, —dijo ella levantándose del sofá con una mano hacia arriba, dando porras por el Sake que iban a beber.

—“¡¡¡Sí!!!” –aseveró Mokona, mientras repetía— “¡¡¡Sake!!!, ¡¡¡Sake!!!,  ¡¡¡Sake!!!,  ¡¡¡Sake!!!,  ¡¡¡Sake!!!”.

“¡Watanuki, el Sake!” —exclamaba desde la sala al ver que no llegaba su pedido.

— “Ya está aquí el Sake” —dijo él molesto, puso la bandeja sobre el suelo y el sake a un costado. “¡Eso es todo!, ¿verdad?” —preguntó él.

—“Sí” —sonrió.

— “¡¡¡No bebes con nosotros Watanuki!!!” —comentó Mokona

—“Sí, es cierto” —dijo Yuuko, “aún es temprano para que duermas, ¿ven celebra con nosotros?”, mientras Maru y Moro estaban jugando alrededor de la sala.

— “Está bien” —respondió él— “hoy celebraremos tu llegada y mi partida, ¿qué les parece” —inquirió molesto.

—“¡¡¡Ohhh!!!, ¡¡¡¿Watanuki está enfadado?!!!” —dijo Mokona

“¿Qué lindo te ves cuando pones esa cara?, extrañaba verte así” —decía Yuuko.


—“¡Así es mi cara!” —respondió mirando hacia otro lado incómodo por sus comentarios.




“Tranquila no te preocupes, ella ya posee parte de mi poder en su ser, se asustó un poco porque tuve que ocultar mi identidad para que no sospeche pero creo que confundió las cosas. Por eso hoy tuve que aparecerme en uno de sus sueños y explicarle a través de mi alma sobre su nuevo poder y el silencio que debe guardar. Ella lo ha comprendido a la perfección”.

La joven tenía su cabello color castaño y su voz demostraba seguridad y una paz interior, de esencia muy cálida, eso fue lo que percibió el ángel Suishou, no estaba sorprendida ante aquella presencia porque ya sabía de su existencia de ambos desde hace algún tiempo.

— “Pero ambos” —dijo el ángel preocupada— “tienen que tener mucho cuidado, porque si los que alteraron el tiempo se dan cuenta podrían tomar ventaja a costa de sus almas; ustedes  aunque no poseen cuerpo propio se preocupan por el futuro de todos”.

“Sí, es verdad, por eso le pedimos a ellos que guarden silencio, sabemos el peligro que nos asecha a todos, pero tampoco no nos podemos quedar sólo observando y no hacer nada al respecto.”.

— “Si…” —respondió el ángel.  

“Observa lo feliz que es en su mundo, me duele mucho el no poder disfrutar de un cuerpo propio…” —comentó con nostalgia— “pero aun así, debemos unir fuerzas y enfrentar a los enemigos desconocidos; estaremos vigilando, cuídate por favor” —pronunció desapareciendo ante los ojos del ángel.

— “Descuida” —respondió el ángel Suishou observando a Kobato desde el lugar donde se encontraba y sonreía al verla cantar.


Watashiwa michi ikku
Por favor guíame,
Toori tobillo ikkoeyo
Oh, voz lejana.
Hohoe mune ni
Como sonrisas...
Utau yo ni
Como canciones...
Hibiku kaze no oto
Resuena el sonido del viento.

Yorokobi kanashimi
Aunque exista felicidad o tristeza,
Subete idaite aruiteru
Lo cargaré y caminare derecho
Watashi no te to kimi no te o
Esas con las cosas que ambos...
Tsuyoku tsunagu mono
...sostenemos con las manos.


— “Ya terminé de recoger las flores Iorogi-san, vayamos a la casa a preparar el desayuno” —comentó muy sonriente.

— “Si” —respondió el peluche

Después de desayunar, iba a empezar a preparar el almuerzo y el muñeco le sugirió ayudarle en la cocina, “así no echará a perder la cena como siempre” —según el peluche.

— “Sabes Iorogi-san por qué no vamos a visitar a Sakaya-sensei mañana temprano. ¿Qué te parece?, ¿vienes conmigo?”.

— “Si, si, pero no se te vaya a ocurrir ponerme lacitos o gorritos como la última vez” —le dijo frunciendo el ceño

— “Pero, te quedaba muy lindo, Iorogi-san” —comentó sonriendo.

—“¡¡¡QUE NO HE DICHO!!!”  —respondió él cruzado de brazos con una vena en la cabeza.

— “¡Ah!, ¡está bien!, pero se te verían muy lindos, ¿porqué no te gustan Iorogi-san?” —preguntó ella.

—“¡¡¡POR QUE NOOOO!!!”, de sus ojos salió flama de enfado.

— “Pero Iorogi-san, se ven muy tiernos en ti” —afirmó ella.

El peluche sacó fuego de su boca  y terminó quemándola para que deje de insistir. En ese momento tocaron a la puerta, “¿eh?, ¿quién será?” —preguntaba Kobato.

— “No lo sé, pero espera miraré por la ventana”, el peluche se asomó y vio que era una chica de cabellos rubios y de ojos canelas, conocida por ambos.

— “Es Kohaku” –mencionó dando unos saltos de donde se encontraba para bajar y le dijo— “sigue picando eso con cuidado que iré a abrir la puerta”.

— “Está bien yo termino con esto y voy a la sala” —respondió ella.

Ambos se saludaron y estando en la sala Kohaku habló con Ioryogi sobre lo que está pasando en el cielo. “Lo sé” —dijo ella cerrando sus ojos— “es por eso que estoy aquí, mi visita es para decirle a Kobato-chan, que sea muy cuidadosa por que quieren atentar contra ella, aunque no se cuales son la identidades de esos sujetos, todos los dioses están en disputa por qué interfirieron con el tiempo, con las leyes y lógica de los mundos, siendo alterados y ocasionado un desequilibrio entre ellos”.

— “Así que eso sucedió… pero ella, ¿está bien?” —preguntó el peluche preocupado.

— “Te refieres a Suishou, sí, ella está bien, aunque algo angustiada por Kobato-chan” —respondió y contempló las nubes desde el interior de una de las ventanas de la casa.

— “Lo supuse…” —dijo el peluche

Luego Kohaku comentó lo siguiente— “Todos corremos peligro porque la lógica de los mundos ha sido alterada por aquellos sujetos, sus propósitos aún son desconocidos”.

— “Yo creí que era sólo uno…,  el mensaje de Ushagi sólo mencionó un individuo” —pensó— “pero ahora dices que es más de uno”, el muñeco cruzó los brazos pensativo.

— “Sí” —respondió Kohaku desde el sillón— “porque una sola persona no es capaz de interferir en el tiempo al menos que sea un mago muy poderoso o un Dios, pero según me enteré son más de uno”.

— “Eso significa que...” —mencionó el peluche preocupado.

—“¡Buenos días Kohaku-san!” —saludó Kobato entrando a la sala con una  fuente de té.

—“¡Buenos días, Kobato-chan!” —preguntó— “¿estás bien?”.

— “Sí, muy bien” —respondió sonriente.

— “Me alegro mucho y ¿cómo está Fujimoto-kun?” —preguntó Kohaku.

— “Bien, en estos momentos él se encuentra trabajando en el edificio del centro de la ciudad” —contestó sonriente.

— “Qué bueno” —dijo sacando de su bolsa un paquete el cual le entregó a Kobato— “traje algunas cosas para acompañarte con el almuerzo”.

— “¡Ohh!, ¡muchas gracias!” —expresó sonriente.

Pasaron juntas la tarde y luego Kohaku antes de irse le dijo “Kobato-chan por favor cuídate mucho,  no camines sola, siempre ve en compañía de Ioryogi-san o de tu esposo, ya que corres mucho peligro en estos momentos”.

— “¿Ehh?, ¿porque lo dices?” —preguntó inquieta por la advertencia.

— “Lo digo por tu bien”, la rubia sabía que si le decía sus sospechas, ésta se iba a preocupar, por eso no le comentó lo que pasaba, prefirió advertirle, para evitar que se presione demasiado, “eres muy feliz en este mundo ¿verdad?”.

— “Sí”.

— “Entonces cuídate y todo estará bien” —mencionó Kohaku observándola.

— “Si…”.

— “¿Sucede algo que te preocupe?” —preguntó Kohaku

— “No, no es nada” —movió sus manos y sonriendo al mismo tiempo. “No es nada, estoy bien” —sonrió.

Al despedirse de Kohaku el peluche se quedó un momento fuera de la casa, mientras Kobato al escuchar el teléfono entró apresurada a contestar.

— “Buenos tardes, casa Kiyokazu, ¿qué se le ofrece?”.

—“Buenos tardes, se encuentra el abogado Kiyokazu?”.

— “No señor, él no está en estos momentos, está trabajando, ¿algún mensaje?”

— “Sí, por favor dígale que el cliente Taikinawa desea hablar con él, mañana temprano en la clínica del centro de la ciudad”.

— “Está bien yo le diré, pero usted se encuentra bien” —preguntó ella.

— “No señorita o perdón ¿con quién tengo el gusto de hablar?”

—“¡Oh!,  ¡lo siento!, soy la esposa del abogado Kiyokazu, mi nombre es Kobato y espero que se mejore pronto” —respondió.

— “Mucho gusto señora, es muy alegre usted, espero la visita de su esposo el día de mañana, bien”.

— “Sí” —dijo ella terminado de hablar con él.

—“Pobre, se le notaba por su voz algo triste, cuando regrese Fujimoto-san le preguntaré si puedo ir con él a visitarlo. ¡¡¡Sí!!!, ¡¡¡Eso haré!!!” —se emocionó.

— “Oye Kobato, ¿quién llamó al teléfono?” —preguntó Ioryogi entrando a la casa por una de las ventanas.

— “Un cliente buscaba a Fujimoto-san”.

—“Ah… creo que es mejor que vallamos a cenar, ya es hora”.

— “Sí”.


Ella se dirigió a la cocina, Ioryogi contempló las densas nubes grises desde la ventana de la casa y pensaba— “después del medio día ha estado lloviendo sin parar, me pregunto si esto será consecuencia de lo que está pasando…”.



—“¡¡¡Syaoran!!!” —dijo Sakura aún abrazada de él y con lágrimas en los ojos de la alegría que sentía al volverlo a ver, cuando se dio cuenta, que era observada por varias personas a su alrededor, dio un salto del susto y muy sonrojada.

— “Lo-lo siento…” —comentó ruborizada.

— “Sakura, ¿estás bien?” —preguntó Syaoran.

— “Sí”  —respondió sonriente.

—“¡Sakura!, ¡Sakura!, ¡Sakura!” —repetía Mokona saltando del hombro de Fay a los brazos de la princesa.

— “Moko-chan” —dijo ella recibiéndola con sus manos. “Qué bueno volverlos a ver de nuevo” —seguía sonrojada al haberlos dejado de lado por un momento y sólo abrazar a Syaoran de la emoción.

Luego saludó a Kurogane y Fay, cuando volteó a su costado estaba Kinu,  se apenó más, “¡Ohh!, lo siento, no los he presentado, él es Kinu, es un amigo” —dijo sonriente.

—“¡¿Eh?!”, se sorprendió  Syaoran al observar al muchacho y el parecido que éste tenía al Dios del caos que conoció su clon en otro mundo, pero su cabello era de color negro y sus ojos castaños a diferencia del otro...

—“¿Qué sucede Syaoran?” —preguntó Sakura.

— “No, no me pasa nada” —dijo él por ligero recuerdo de su clon.

— “Princesa debo regresar al palacio” —comentó el muchacho incomodo por las miradas que tenía al frente de Kurogane, Fay y Mokona. “Nos veremos después” —indicó retirándose del lugar.

— “Hasta luego Kinu” —se despidió ella.

—“¡¿Kinu?!, ¿así se llama Sakura?” —preguntaba Mokona

— “No” —respondió ella moviendo su cabeza— “yo le puse ese sobrenombre” —añadió sonriendo— “él se llama  Kinuhirowa Mitaiki”

—“Ah… es un nombre muy raro” —murmuró Fay— “no tiene un significado común”.

— “Es cierto” —respondió observando el rostro de preocupación que tenía Syaoran, “¿sucede algo malo?”.

— “Sakura, es necesario que sepas que ese chico, tiene la misma apariencia que el Dios Caos de otro mundo según los recuerdos que tengo de Shaoran” —aseveró él serio.

— “Lo sé” —dijo ella asombrándolo— “pero él no tiene maldad en su corazón” —añadió sonriente— “cuando él llegó al castillo, estuvo muy mal herido, ahora se encuentra mejor gracias a los cuidados de los guardias del castillo,  además yo les estaba esperando, sabía que vendrían” —sonrió.

—“¡¿Tuviste un sueño?!” —preguntó Mokona subiendo de un salto al hombro de ella.

— “Sí” —asintió— “estos días el castillo a tenido unas tormentas de arena muy fuertes, sobre todo en la ruinas, aún no sé lo que está pasando, pero por ahora vayamos al castillo” —comentó entusiasmada y todos empezaron a caminar juntos. En ese instante Sakura sintió nuevamente aquel sonido a lo lejos, deteniéndose por unos segundos y ver a las ruinas.

—“¿Estás bien Sakura?” —preguntó Syaoran intranquilo.

—“¡¿Sakura?!”,  Mokona le llamaba y ella seguía en un trance. Sus ojos estaban fijos y su mirada aun continuaba en la ruinas. Fay intervino, dando un silbido que se convirtió en una especie de escudo protector, en ese momento Sakura se desmayó en brazos de Syaoran.

—“¡Sakura!” —gritó Syaoran.

— “Llevemos al castillo a la princesa” —comentó Kurogane observando a Fay algo desconfiado, sabía muy bien que él siempre estaba enterado de las cosas que sucedían.

Mientras la princesa era llevada al castillo, Mokona preguntaba— “¿por qué utilizaste magia Fay?”.

— “¿Acaso algo malo le ocurre a la princesa?” —preguntó Syaoran.

— “No lo sé” —respondió Fay pensativo— “pero lo que pude comprobar es que hay algo en aquellas ruinas que perturba la conciencia de la princesa”.

— “Por eso ella reaccionó así” —intervino Mokona.

— “Debemos averiguar qué pasa en aquellas ruinas” —aseveró Kurogane.

— “Sí” —dijeron Fay y Syaoran al unísono.

Cuando llegaron al interior del castillo, los guardias se alarmaron al ver a la princesa inconsciente, abrieron las puertas de castillo llamando a los reyes, en eso apareció Touya, el cual se preocupó al ver a su hermana inconsciente en los brazos de Syaoran.

— “¿Qué le pasó a Sakura?” —inquirió Touya.

— “No lo sé alteza” —respondió Syaoran con semblante preocupado.

— “Si solamente Yukito estuviera aquí conoceríamos  cuál fue el problema” —pensaba Touya, “en estos instantes él se encuentra investigando las excavaciones fuera de la ciudad y tardará unos tres días en regresar” —asintió y dijo— “llevaré a Sakura a su habitación, seguro se excedió en algo debe descansar, ustedes y sus amigos pueden ocupar las habitaciones de huéspedes del castillo” —comentó él con amabilidad en su rostro.

— “Gracias alteza, pero…prefiero ir a mi cas…”.

— “Ni lo pienses” —interrumpió Touya frunciendo el ceño— “Sakura ha sufrido mucho por tu ausencia todo este tiempo y ahora que apareces nuevamente, si ella despierta y no te ve en castillo, se va preocupar más que antes, además…” —asintió— “ella ha tenido últimamente pesadillas y no sé cuál es la causa de eso…”.

—“¿Pesadillas?” –repitió Syaoran con preocupación.

— “Después regreso a seguir esta conversación” —continuó Touya caminando y llevando en brazos a su hermana menor.

—“¿Qué es lo que está pasando aquí?” —se preguntaba Syaoran.

— “Alguien ha provocado todo esto” —aseguró Fay con expresión muy seria asombrando a los demás— “lo que sucedió hace unos momentos fuera del castillo, es porque han invocado un conjuro…”

— “Sentí un poder cerca de las ruinas” —pensaba Syaoran y a la vez preguntó— “¿quién puede ser?...”.

— “El conjuro proviene del interior de las ruinas...” —contestó Fay— “¿quién quiera que sea… posee magia muy poderosa?...”.

—“¿Ah?”, éste se asombró por las palabras de Fay.

— “Cuando llegamos a este mundo pude sentir una presencia proveniente de las ruinas, pero no pensé que ésta presencia alteraría a Sakura” —dijo Mokona.

— “Será mejor permanecer aquí en el castillo y estar alertas, de esta manera la princesa estará a salvo” —afirmó Syaoran.

— “Además no es normal que la princesa padezca de pesadillas, algo muy extraño está pasando en este reino” —agregó Kurogane mostrando su preocupación por la situación al igual que los demás.

— “Es mejor que descansen” —replicó una voz de mujer— “es cierto deben estar exhaustos del viaje”, se escuchó otra voz.

— “¡Altezas!” —se inclinó Syaoran dando una reverencia a ambos reyes que acaban de entrar a la sala del castillo.

— “¿Dónde está Sakura?, ¿por qué no está aquí con ustedes?, ella esperaba su regreso” —preguntó la Reina.

— “La princesa está en su habitación, el príncipe Touya la llevó a que descanse” —dijo Syaoran.

— “¿A descansar?... ¿por qué?” —preguntó nuevamente la reina.

—“¿Sucedió algo?” —preguntó el Rey.

— “Sí” —asintió Syaoran. 

—“¿Qué le pasó a Sakura?”, se angustió la reina

Mientras Syaoran  recordaba lo que pasó respondió, sintiéndose culpable por lo sucedido, les dijo a ambos—  “no sabemos con exactitud, pero-..”, intervino en su explicación Fay.

— “Sakura estuvo alegre al recibirnos a fuera del castillo, cuando estuvimos por ingresar, fue sorprendida por un conjuro mágico al cuál bloqueé momentáneamente pero ella perdió la conciencia en esos momentos y se desmayó, por eso la trasladamos aquí al castillo”  —añadió Fay

— “Es cierto” —intervino Kurogane— “una presencia extraña está en la ruinas de éste castillo y mañana iremos a ver de quien se trata”.

— “Voy a ver a Sakura” —dijo la Reina dirigiéndose rápidamente a la alcoba de su hija.

— “¿Puede ser que esas pesadillas que ella ha tenido últimamente sean producto de aquel conjuro?” —preguntó el Rey.

— “Puede ser…pero aun no sabemos lo que la princesa ha visto en sus pesadillas” –respondió Fay.

— “Hablaremos con ella mañana” —comentó Syaoran.

El rey se retiraba, no sin antes agradecer a los visitantes el haber ayudado a su hija.

— “No, se preocupe, lo hacemos con gusto, la princesa es nuestra amiga y muy especial para todos nosotros” —afirmó Fay

— “Sí” —respondieron los demás.

— “Descansen”, les dijo el Rey amablemente a los presentes y mencionó— “Syaoran necesito hablar contigo un momento”.

— “Claro” —respondió él mientras los demás se retiraban del lugar.

— “Necesito un favor de tu parte” —dijo el Rey,

— “Sí”, respondió él.

— “Mañana muy temprano, quiero que visites a la princesa, tu presencia al despertar le vendrá bien” —comentó el Rey.

—“¡¿Ah?!”, se sorprendió Syaoran sonrojado por tal petición, murmuró— “cl…claro…”

—  “Gracias”, sonrió al ver el nerviosismo del muchacho, pensó—  “es un alivio saber que estas de regreso, sobre todo para mi hija, quien te ama y ah ocultado su tristeza todo este tiempo”, había pasado cinco años los cuales debieron ser duros para ambos después de todas las dificultades que tuvieron que pasar, asintió— “ve a descansar muchacho”. El rey se retiró al mismo tiempo que Syaoran.


En la habitación de la princesa la cual dormía, una sombra oscura y siniestra estaba en la ruinas del castillo, “ya hice mi primer movimiento” –comenzó a reír con descaro— “puedo notar que a la princesa aún le afecta el poder que encierra éstas ruinas y este conjuro que acabo de hacer es sólo el comienzo…. no tendrás la misma suerte la próxima vez… tarde o temprano vendrás a mí o yo estaré nuevamente en tus sueños…” —una sonrisa retorcida se dibujo en su rostro y el sello de magia que poseía la sombra era muy poderoso, creando un remolino con el agua  que contenía los manantiales de las ruinas.




En ese momento Watanuki empezó a beber como nunca, Yuuko y Mokona estaban sorprendidos, porque él no es de beber demasiado y se estaba excediendo.

— “Watanuki…” —repetía Mokona al verlo beber de esa forma.

— “Y bien, por que miran así, ¡debemos brindar por que Yuuko-san está viva!”, ¡¡Salud!!” —dijo levantando la copa, demostrando alegría por fuera, mientras se encontraba trémulo por dentro, su corazón se sentía partir en dos, por todo lo ocurrido ese día, pensaba mientras bebía al verla a ella, “es que acaso... todo esto va a terminar así..., ¡¿por qué?!, ¡¿por qué Yuuko-san?!, no entiendes que eres lo más importante para mí...”.

Yuuko le observó y decidió seguirle.

“¡Oh!, ¡Sí!, por eso celebramos” —contestó sonriente, empezaron a brindar con los demás, pasaron varias horas y Maru y Moro se retiraron.

Watanuki seguía bebiendo, ya estaba viendo doble, y dijo— “¡Oh!, ahora veo dos Yuukos-san, creo que me excedí en mi promesa, por que la persona que mas quiero está aquí… y al parecer a ella no le importo en lo absoluto…” —cayó al suelo rendido.

Mokona también se había dormido junto a la botella. Pero Yukko aún permanecía despierta. Se levantó del sillón y se fue hacia Watanuki que había quedado dormido en el suelo por efectos de beber en exceso, arrodillándose ante él y con sus manos acomodó cuidadosamente la cabeza de Watanuki sobre su Kimono y sólo se limitó a observarlo con ternura.

En eso él abrió sus ojos creyendo que aún estaba soñando, observando a Yuuko junto a él, con una cálida sonrisa, “eres un buen chico, lo siento…”, pensó ella en ese momento con nostalgia, mientras le sonreía.

— “Yuuko-san…”, dijo él, “yo te…”.

—“Shhh…no hables, solo descansa, es lo mejor” —dijo ella al ver que él se quedaba dormido.

Llevándolo en brazos a su habitación y dejándolo recostado durmiendo. Al salir de ahí, caminó por la sala observando la oscuridad de la noche y la lluvia, mientras pensaba, “esos sujetos ya deben de haber llegado a los diferentes mundos..., en el momento en que se disponían a cruzar las dimensiones les hice ése tipo de visita, era necesario manifestarme ante ellos en aquel instante, de no haberlo hecho las consecuencias hubieran sido irreversibles, de ésta forma pude cambiar en algo lo que estaba escrito en la línea de la vida…, ahora sólo queda esperar que ellos despierten y se unan a éste nuevo comienzo…” —volteó a ver la habitación de Watanuki— “que lindo estás y que poderoso te has vuelto en estos diez años que has permanecido aquí, pero…eso no es suficiente… debes incrementar tu poder para cuando llegue ese momento. Watanuki… eres un buen chico. Y por ti y los demás debo seguir lo que empecé...”.

Al día siguiente el clima seguía igual de lluvioso, Watanuki estaba listo para su viaje, no recordaba nada después de haber bebido demasiado y tenía un fuerte dolor de cabeza. Al salir al patio de la tienda, su corazón se entristeció al ver  como las pequeñas Maru y Moro esperaban con su rostro acongojado.

— “Maru va a extrañar a Watanuki”

— “Moro también va a extrañar a Watanuki”

Él abrazó a ambas niñas con nostalgia ya que había pasado un largo tiempo junto a las pequeñas y éstas al soltarlo de su abrazo le dijeron al unísono— “Vuelve pronto Watanuki, te queremos mucho”.

— “Sí” —respondió él demostrando una ligera sonrisa para ambas niñas.

— “Cuídate” —añadió Mokona

— “Es el momento” —dijo Yuuko con total seriedad.

— “Sí”.

Mientras el brazo de Yukko se extendió hacia él utilizando su magia y formándose un círculo mágico, ella añadió unas palabras, “recuerda… la magia que posees guiará tu camino, no olvides que sólo podrás regresar cuando tengas los tres pendientes que te mencioné…”.

— “Sí” —dijo él, cuando una brillante idea le pasó por su mente. Avanzó hacia ella, cuando estaba a punto de desaparecer rumbo a otra dimensión, la tomó del brazo, y robándole un beso ante sorpresa de todos y de la misma Yuuko. Luego se apartó, cerrando sus ojos y juntando sus manos, dijo— “te prometo que volveré Yuuko-san”, fue lo último que dijo antes de desaparecer.

Dejando a más  de uno de los presentes sorprendidos por la forma en que se despidió.

—“¡¡¡Ahh!!!, la ama recibió un beso de Watanuki” —dijo Maru.

—“¡¡¡Sí!!!, la ama recibió un beso de Watanuki” —dijo Moro

Mokona se alegró mucho y saltando hacia el hombro de ella, repitiendo— “¡beso!, ¡beso!, ¡beso!, ¡beso!”.

Saliendo de su asombro ella empezó a reír, “Watanuki me pillo de sorpresa, Ja Ja Ja Ja Ja Ja”. No lo podía negar estaba desconcertada por aquél beso. Pero para quitarse las miradas y comentarios que tenía de los demás empezó a ordenar, “¡Maru!, ¡Moro!, hay que preparar el desayuno, ¿me ayudan?”.

— “¡¡¡Sí!!!” —dijeron ambas.

En un espiral de vientos era envuelto una persona, éstos agitaban su vestimenta y mientras el círculo mágico desaparecía  anunciando su llegada otro mundo, con el rostro sonriente por lo que había hecho antes de abandonar  la tienda, al abrir sus ojos, Watanuki se vio en medio de una multitud de gente asombrada por su presencia, empezó a caminar sin rumbo, con un ligero dolor de cabeza por el sake que bebió en la noche y débil pues no descansó lo suficiente para recuperarse del todo por el desgate de energía que había tenido el día anterior, recordó las palabras de ella, “Ten en cuenta que correrás peligros y sólo tu magia podrá salvarte y guiarte en tu camino, sólo al recolectar los tres pendientes, se abrirá la puerta de regreso a ésta dimensión, antes no”, al observar a su alrededor, notó que las calles estaban muy deterioradas, parecía que ese país se hubiera enfrentado a una guerra, había humo por todas partes y la gente que había estado antes asombrada de verlo, ahora parecían temerle de cierto modo, de pronto sintió presencias oscuras en el lugar...”

—“¿Qué clase de mundo será éste?”, se preguntaba en su trayectoria.

Detrás de Watanuki estaba una figura alta de un hombre, con ojos dorados, diciendo “encontré a mi presa”. Se abalanzó contra él, pero por suerte Watanuki pudo esquivarlo.

—“¡No sabes pelear!, esto será más fácil de lo que pensé”, había un tono burlón en la figura alta. Cuando de un golpe envió al joven mago contra la esquina de un callejón y continuó golpeándole sin piedad alguna.

—“¡Es suficiente!” —protestó adolorido por los múltiples golpes que tenía en su cuerpo, lo había pillado desprevenido, no le dio oportunidad de utilizar su magia, observó detenidamente a su oponente y ésta vez creó una barrera mágica, la cual lo protegía momentáneamente.

— “¡¿QUÉ ES ESTO?!” —comentó su atacante al ver que intentaba golpearle y no podía, porque una especie de escudo bloqueaba sus ataques, “¡¿QUÉ COSA HICISTE?!” —dijo la figura alta de ojos dorados molesto— “TARDE O TEMPRANO SINO TE MATO YO, LO HARÁN ELLOS, POR QUE LA SANGRE ES NUESTRA FUENTE VIDA JAJAJAJA”.

— “Son…vampiros…” —dijo él protegido por la barrera y reponiéndose de los golpes iniciales.

Mientras seis sujetos se unían a la figura alta de ojos dorados, “¡Oh!, ¡por fin tendremos algo de diversión hoy!” —replicó uno del grupo.

Haciendo que Watanuki palideciera, eran siete contra uno, “por lo visto… esto va ser una batalla muy interesante” —mencionó él acomodándose los anteojos, pero la verdad se encontraba muy débil— “¡empecemos entonces!, ¡no se contengan!”.

—“Este chico es valiente” —dijo uno— “ahora no podrás escapar de nosotros” —añadió el qué atacó inicialmente y todos juntos empezaron a lanzar golpes, pero por más que intentaron traspasar la barrera que él había creado no pudieron.

El mago se encontraba agotado y su cabeza le empezó a doler causándole mareos, sintió que su energía abandonaba su cuerpo, entonces la barrera que él había creado desapareció.

Los demás sujetos aprovecharon y se fueron contra él, dándole nuevamente más golpes en diferentes partes del cuerpo, cuando estaban a punto de traspasarle sus filosas y enormes garras, Watanuki reunió las pocas fuerzas que le quedaban en sí y realizó un conjuro, creando una cubierta de magia poderosa la cual del impacto los demás sujetos cayeron al suelo inconscientes.

— “¿Qué clase de mundo es éste?”, se preguntaba él recobrando el aliento, muy pálido y con las heridas abiertas en su cuerpo por los ataques de esos sujetos, siguió su camino fuera de ese callejón, “la magia que siento es poderosa y se encuentra cerca de este lugar..., debo llegar ahí...”, caminando con dificultad se tropezó con un niño y éste se preocupo por él, al ver las heridas que tenía.

— “¡Joven!”, la expresión del rostro infantil era de preocupación, “¿por qué mejor no viene a mi casa?, ahí puede descansar un poco y mis padres tienen algunas medicinas para curar sus heridas” —mencionó el pequeño.

— “Está bien” —respondió él con dificultad por el dolor que sentía en su cuerpo.

—“¡Pobre muchacho!” —se espantó la mujer— “¿cómo es que aún respira con estas heridas que tiene?”, la madre del niño contemplaba la figura de Watanuki que a las justas podía estar en pie, ayudándole a movilizarse, “¡hijo!, ¡¿dónde lo encontraste?!” —dijo preocupada por la persona que recibía en su casa.

— “Saliendo de un callejón” —respondió el niño preocupado— “creo que tuvo enfrentamientos con esa banda de vampiros” —aseguró el pequeño mientras lo atendía junto a su madre, curando sus heridas y colocándole vendajes en su cuerpo, “pero…, por la ropa que lleva puesta él parece no ser…”

— “De este mundo…”, el mago completó la frase con la respiración dificultosa.

— “¡Está despierto!” —se asustó el niño— “yo creí que se había desmayado después de colocarte los vendajes,  usted no es de aquí ¿verdad?” —preguntó el niño con mucha curiosidad.

— “No, yo soy de otro mundo” —respondió él aun acostado en el futón, “muchas gracias por ayudarme… pero, ¿qué lugar es éste…?” —preguntó él.

La madre del pequeño se acercó, dándole de beber y a la vez respondiendo a su pregunta, “éste es el país de Japón y la ciudad donde se encuentra es Tokyo”.

—“¡¿Qué?!..., pero ¡¿cómo es posible que en Tokyo halla vampiros?!”, sabía muy bien que no era su mismo mundo pero aun así no dejaba de causarle sorpresa.

— “Déjeme contarle joven”, mientras la madre del pequeño se sentó en una silla cerca donde estaba él, diciendo—  “hace dos años atrás, esta ciudad fue invadida por un par de vampiros, éstos eran muy parecidos físicamente e inofensivos, la gente sabía de su existencia y también que eran incapaces de lastimar a alguien, pero meses después la crisis del país obligó a muchos pobladores a formar bandas para buscar alimentos, fueron en una de esas bandas que se mezclaron con delincuentes y  una tarde según me contaron, ésta banda trató de hacerle daño a una joven de la ciudad, robándole  e intentando abusar de ella, pero los vampiros gemelos aparecieron justo a tiempo y evitaron que lastimaran a la pobre chica, uno de los integrantes de esta banda provocó a uno de los vampiros, éste lo atacó por defenderse, dejándolo al borde la muerte, los demás integrantes le suplicaron a uno de los jóvenes que le ayudase a que no muera, y éste accedió, brindándole un poco de su sangre, no sin antes hacerle jurar que no iban a  atacar a las personas. Luego aquella banda se retiró pacíficamente con uno de sus integrantes herido y poco después los jóvenes vampiros se fueron de este país, pero lo que ellos al parecer ignoraron es que cuando aquel integrante de esa banda se sanó del todo, no cumplió con su promesa y atacó a toda su banda, convirtiéndolos a todos ellos en lo que son ahora”.

“Según las noticias conforme los días pasaban había más muertes en la ciudad, así como desapariciones de personas. En algunas ocasiones se encontraban sus cuerpos sin una gota de sangre y con señal de haber sido brutalmente golpeados. De esta forma se convirtió en el terror de esta ciudad y del país entero. A ésta banda de vampiros sólo les importa alimentarse de sangre” —dijo la madre del niño preocupada.

— “No solo eso madre, ésta banda disfruta a su presa haciéndola sufrir antes de acabar con su vida” —afirmó el pequeño. 

— “Si no, observa al joven extranjero, como lo dejaron”.

— “Hijo, ¡no te expreses así!, disculpe usted joven por el atrevimiento de mi hijo” replicó la madre del pequeño.

— “No se preocupe” —contesto él,  diciendo— “es que yo no sé luchar físicamente sino espiritualmente”, por no mencionar que  utilizaba magia y que sus energías se encontraban muy débiles, “nunca tuve maestros que me enseñen las artes marciales o algo parecido, es por ese motivo que estuve en desventaja con esos tipos”.

—“Ah, ya veo, porque entonces va a tener aprender a pelear con sus propias manos muy aparte de su espíritu que dice, si es que quiere derrotar a esos tipos…, pero, primero tiene que descansar mucho, para que pueda recuperarse del todo” —comentó el niño al pie del futón donde estaba Watanuki.

—¡Sí!, ¡es cierto!, pero yo…debo ir a un lugar…” —levantándose con dificultad ante los ojos de los presentes— “y obtener ese pendien…”,  no termino su frase por que  cayó al piso sin fuerzas.

—“¡Ah!, hijo ayúdame a levantarlo, está muy débil no debió hacer eso”.

— “Es muy testarudo, como se le ocurre levantarse teniendo el cuerpo vendado y repleto de heridas frescas” —añadió el pequeño sujetando al mago.

— “Koji quédate un momento con él, yo voy a ver a tu padre, ya ha demorado demasiado y tengo un mal presentimiento”.

— “¡Pero madre!” — el niño estaba nervioso y asintió. 

— “Ya regreso, no abras la puerta a nadie hijo, ya sabes”.

— “Sí, madre; ten cuidado por favor” —dijo el niño preocupado por su familia.

En el camino la mujer estaba inquieta por que su presentimiento de que algo grave le había pasado a su esposo, era mayor. Cuando dobló la calle, encontró como un cuerpo inerte estaba tirado junto a los basurales de la ciudad, la mujer enmudeció al ver que la persona que estaba ahí sin vida era su cónyuge.

—“¡¡¡Nooooooooooooo!!!” —gritó de dolor al contemplar al cuerpo sin vida. En eso a sus espaladas notó que había personas a su alrededor, cuando volteó, sus ojos se abrieron más de normal al ver de quienes se trataban…




Touya se encontraba en la cocina, haciendo algunos panqueques  y escuchó el sonido de la puerta. “seguro ya llegó ese monstruo”, pero se sorprendió al ver pasar  a su hermana dirigirse muy rápido a su habitación.

— “……”, una idea cruzó por su mente al ver la actitud de Sakura.

En su habitación, ella se encontraba con el rostro lleno de lágrimas en sus almohadas, y se preguntaba— “¿por qué?, ¿por qué él tuvo que hacerme recordar a Shaoran?, además… escucho voces…,¿qué me está pasando?, ¿qué?...” —se sorprendió al escuchar nuevamente esa voz…

— “No llores…, todo estará bien” —expuso una voz amable.

— “¡¿Ehh?!” —se levantó de su cama con sus ojos húmedos— “¡¿acaso fuiste tú la que hablaba en mi mente el día de hoy?!” —preguntó con todo el cuerpo tembloroso de miedo.

— “”.

— “¡¿Quién eres?!” —preguntaba asustada.

— “No importa quién soy, sino ¿quién eres tú?

— “Yo…”, se asombró.

— “Sí, ¿tú?..., extrañas ser aquella niña que utilizaba magia, ¿por qué has dejado de creer en tu poder?”

— “Yo…”, no sabía como esa amable voz conocía sobre su pasado, pero nostálgicamente dijo— “aunque no puedo utilizar magia, sé que las cartas y guardianes están bien, porque mi poder lo sellé antes de entregar el báculo a una persona muy especial que lo necesitaba”.

— “Comprendo lo que hiciste, pero el poder no sólo lo rige el báculo, sino el poder de las estrellas que posees dentro de tu corazón”.

—“¡¿Eh?!” —se sorprendió al escuchar esas palabras las cuales eran muy parecidas a lo que Clow le comentó alguna vez— “entonces…, yo puedo volver a ver a Kero, Yue y las cartas”, sostuvo su mirada de esperanza.

— “Así es, siempre que creas en ti misma y en el poder que posees en tu interior”.

— “Si es así” —dijo Sakura uniendo sus dos manos sobre su pecho y con una sonrisa en su rostro— “te prometo que a partir de ahora creeré en el poder que poseo”, en ese instante su cuerpo empezó a brillar, el círculo mágico apareció y el libro de cartas que estaba guardado en un cajón de su escritorio, salió de ahí y se detuvo frente a ella resplandeciendo.

— “¡Es el libro de cartas y el símbolo de la estrella!” —se sorprendió.

— “Sí, ahora prueba la nueva forma de utilizar tu magia”.

Ella en ese momento pensó— “ya no poseo la llave mágica, ahora soy sólo yo, el poder está dentro de mí….  por el poder de mí estrella” –cerró sus ojos verdes— “ muestra tu verdadera forma ante Sakura, quien aceptó esta misión contigo” —extendió sus manos—  “invoco a los guardianes que rigen éste sello, a que despierten y obedezcan las órdenes de su dueña”, el viento empezó a envolver en espiral a dos seres alados que aparecieron en forma de capullos  y  mencionó con fuerza, “¡¡¡Yue!!!, ¡¡¡Kerberos!!!, ¡¡¡LIBÉRENSE!!!

Ambos seres alados desplegaban sus alas mostrando sus majestuosas  figuras, uno tenia la forma de un león con ojos dorados y el otro tenía la forma de un ángel. Éstos al abrir sus ojos, hallaron a una chica frente a ellos con los ojos sollozantes.

—“¡Kero!, ¡Yue!, ¡son ustedes!. ¡en verdad son ustedes!”.

—“¡¿Eh?!, ¿quién eres tú jovencita?” — repetía Kero, mientras Yue vio con nostalgia a su dueña llamándolos.

— “Aún no lo vez Kerberos es Sakura, nuestra dueña” —comentó el guardián.

—“¡¡¡¿Qué?!!!, ¡¡¡¿cómo es posible?!!!”, su aspecto no era el mismo. “¡¿qué te ha sucedido?!”.

— “He crecido, eso es todo” —río, mientras se acercó a los guardianes y los abrazó diciéndoles— “los he extrañado mucho” —sonrió.

Yue correspondió a su abrazo mientras Kero aún estaba confundido. Ella cerró sus ojos de alegría y agradeció a aquella voz quién le devolvió la alegría a su corazón, pensó— “mi felicidad sería completa si lo encontrará a él…, pero con Kero, Yue y las cartas nuevamente ya no estaré triste” —sonrió.

—“¡¡¡Ahhh!!!, ¡¡¡no lo puedo creer!!!” —replicaba Kero impactado— “¡¡¡eres Sakura!!!, ¡te recordaba diferente!” —abrió sus ojos dorados de asombro— “¡veo que has crecido mucho!”.

— “Kero, han pasado muchas cosas estos años…, pero lo que importa es que ustedes están de vuelta” —sonrió y a la vez asintió un poco— “les debo una disculpa a ambos”.

—“¡¿Por qué?!” —preguntó el guardián.

— “Porque…, hace dos años decidí sellarlos mágicamente y entregué el báculo de la estrella, junto con el poder que lleva ésta a una persona que tenía la misma alma que yo en otro mundo, a través de un sueño que tuve observé su sufrimiento y quise ayudarla,  por el bienestar de todos en los diferentes mundos” —comentó con nostalgia.

Kero contemplaba el rostro de Sakura, dándose cuenta que tampoco fue fácil para ella desprenderse de ellos, eran amigos sobre todo y habían pasado mucho tiempo juntos, desde que abrió el libro de las cartas Clow y aceptó la misión de reunir las cartas que se habían dispersado accidentalmente.

— “No te preocupes” —inclinó su cabeza en el hombro de ella— “hiciste lo mejor que pudiste Sakura, nosotros lo sabemos  por que te conocemos muy bien, después de todo somos buenos amigos”.

— “Sí” —respondió sonriente.

— “Estoy de acuerdo con Kerberos” —comentó Yue, mientras Kero le miraba asombrado. “Ahora que hemos despertado nuevamente, volveremos junto a nuestras identidades falsas” —afirmó el guardián.

—“¡Espera!”, le detuvo ella con sus manos agitándolas, “si te conviertes en Yukito aquí no sabré que explicación darle” —comentó alarmada por la situación.

— “No te preocupes, iré a donde se encuentra el cuerpo de él y como vez Yukito no se encuentra en tu habitación” —aseveró él.

—“¡Ah!...”,  apareciendo una gran gota en su cabeza de ella y Kero que se disponía a esconderse en el closet cayó al suelo al escuchar la respuesta de él.

En ese instante, Yue cerró sus alas envolviéndose nuevamente como un capullo y despareció ante los presentes. Kero hizo lo mismo pero él se convirtió en muñeco de felpa con unas pequeñas alas y empezó a decir— “¡¡¡Sakura huele a…!!!, ¡¡¡¡¡panquequessssssssss!!!!!, ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!, ¡¡¡quiero panqueques!!!, anda no seas mala tráeme uno, ¡¡¡Siiiiiiii!!!”, sus ojitos brillaban de emoción.

— “Si” —sonrió— “enseguida regreso” —salió ella de la habitación.

—“¡Ah!, que bueno es tener a Sakura nuevamente con nosotros, pero ya no es una niña sino una linda chica como lo fue su madre” —pensó el peluche y era cierto Sakura ahora tenía su cabello largo algo ondeado, con flequillos que adornaban sus ojos verdes tan profundos y radiantes, de tez pálida y de figura esbelta, normal para una chica de 18 años, “aunque su estatura  no cambió mucho” —añadió mientras merodeaba en la habitación de ella.

Ella se iba directo a la cocina cuando se tropezó con la presencia de su hermano sentado en la mesa. “¡Ahh!, mi hermano, aun sigue en casa” —pensó. Caminó silenciosamente, cuando Touya, le dijo—“¡pensé que no ibas a bajar de tu habitación!, ¿sucedió algo malo en clase?”.

— “No, no pasó nada” —agitó sus manos haciendo ademanes— “no te preocupes, estoy bien” —sonrió.

— “¿Vas a comer todos esos panqueques, tu sola?” —interrogó Touya.

— “Si hermano, es que de pronto me dio mucha hambre” —comentó nerviosa.

— “No, comas mucho monstruo sino vas a evolucionar en otra cosa”, una sonrisa burlona apareció en el rostro de él.

Las imágenes mentales que llegaban a Sakura no ayudaban mucho en ese instante se escuchó— “¡¡¡No soy ningún monstruo!!!” —protestó ella con una vena en la cabeza, antes de retirarse de la cocina.

Touya observaba a su hermana nerviosa, pensó— “¿qué le habrá pasado a ese monstruo?”

—“¡¡¡Ahh!!!, ¡¡¡¿por qué siempre molesta?!!!, por un momento pensé que iba a descubrirme…” —pensó y resopló ingresando a su cuarto.

— “¿Hablas de tu hermano?” —preguntó Kero

— “Sí”.

— “¡¡¡Dime Sakura trajiste lo que te pedí!!!, ¡Sí!, ¡Sí!” —sus ojos del muñeco brillaban.

— “Si aquí está” —extendió su mano con el plato lleno de panqueques

—“¡¡¡¡¡Ahhhhhhhhh!!!, se ven deliciosos, ¡¡¡gracias Sakura!!!, ¡¡¡gracias!!!”.

Ella avanzó a sentarse sobre su cama, observando cómo Kero se alimentaba con la emoción de siempre.

— “Shaoran, espero verte pronto…” —asintió y empezó a leer uno de sus libros.

— “¿En qué piensas Sakura?”, porque el muñeco se dio cuenta de cierta tristeza en su rostro, “¿te duele algo?”.

— “No, no me pasa nada” —dijo sonriente y observó nuevamente su libro.

Luego se dieron las buenas noches ambos y cuando amaneció…

—“¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Ahhhhhhhhhh!!!!!!!!!!”, ella se levantó bruscamente.

— “¡¿Qué te pasa?!, ¡¿porqué gritas de esa forma?!” —alborotó el muñeco aturdido saliendo de el cajón del escritorio.

— “¡¡¡Me quedé dormida!!!” —dijo ella con ojos de espanto.

— “No Sakura” —replicó Kero— “seguro fue una pesadilla porque aún es muy temprano”

—“Ahhh…” —suspiró tranquila— “por un momento pensé que…”.

Interrumpió el muñeco— “llegarías tarde a clases…, supuse eso”, con una gota en su cabeza, y empezó alardear “pero con Kerberos nuevamente aquí, te aseguro que no volverás a llegar tarde Ja Ja Ja Ja Ja, yo me encargaré que te levantes temprano todos los días, Ja Ja Ja Ja Ja”

— “Gracias Kero” —comentó mientras se levantaba.

Con ligeros pasos la muchacha bajaba por las escaleras y observó las caras asombradas de su padre y hermano.

—“¡Buenos días papá!, ¡buenos días hermano!!!. ¡¡¡buenos días mamá!!” —dijo observando el recuadro con la fotografía de su madre.

— “Te levantaste temprano hija”.

— “Sí” —respondió sonriente.

— “Eso es algo anormal en ti monstruo”, Touya alzó su mirada, “no tienes fiebre, seguro te dio alguna pesadilla para que puedas levantarte a ésta hora”.

—“¿Ah?”, sorprendida vio a su hermano con una gota en la cabeza, “¿cómo es que lo adivino?” —musitó mentalmente.

Touya esbozó una sonrisa burlona al ver el rostro de su hermana, “ese monstruo se delata sola” —pensaba él.

Empezaron a desayunar, no sin antes agradecer por los alimentos, luego Sakura se despidió de ambos, salió rumbo a la academia y doblando la esquina de la calle, se tropezó con alguien.

—“¡Oh!, disculpe, no fue mi intención” —dijo ella porque las cosas de la otra persona habían caído al suelo.

— “¿Sakura?” —preguntó la otra persona.

— “¿Eh?, esa voz…”—pensó y cuando vio quien era— “¡Oh!, ¡lo siento!” —dijo sonrojada.

— “No te preocupes” —respondió él.

Ella le ayudó a recoger sus cosas y cuando se levantó él saco algo de su bolsillo.

— “Toma, es una flor que lleva tu mismo nombre, espero que el día de hoy te sientas mejor, porque el día de ayer te fuiste algo triste de la biblioteca y todo nos quedamos muy preocupados por ti”.

Ella sujeto la flor con sus manos y sonriente dijo— “gracias”

— “Vamos juntos a la academia” —mencionó él.

— “Sí” —respondió alegre por la flor.

— “Por fin eh llegado a Japón” —comentó una persona alta, bajando del aeropuerto.

— “Lo estábamos esperando” —dijeron un grupo de mujeres de gafas oscuras.

— “Sí” —dijo entregándole una tarjeta a una de ellas— “pueden encargarse del equipaje y llevarlo a ese lugar”. Abrió la puerta del automóvil e indicó la dirección de su nueva trayectoria.

— “Nos encargaremos de entregar el equipaje, pero joven… pero la señorita ordeno…”.

El interrumpió diciendo— “lo sé, pero antes de ir a la entrevista con esa persona, quiero visitar a alguien”.

— “Como ordene el joven”.

Mientras más se acercaba en el automóvil a la casa que había indicado, su corazón empezó a latir fuertemente, “espero que aún siga viviendo ahí, necesito hablar con ella…” —dijo nervioso.

Touya salía de su casa e iba a dejar una carta en el buzón y vio como un coche se acercaba, cuando se dio cuenta quién era la persona que estaba dentro del auto. Arrugo la pobre carta que tenía en su mano.

Un joven alto, de ropa China, con cabello castaño, de ojos canela y de tez pálida, bajó del coche, se encontró con la mirada furibunda de Touya Kinomoto,

—“¡¿TÚ?!” —preguntó el hermano mayor de Sakura.


— “………”.




Al día siguiente, Sakura abrió sus ojos y vio que alguien estaba sujetándole su mano.

Kiss me sweet
I'm sleeping in silence
all alone
in ice and snow


— “Syao…Syaoran” —dijo sonrojada, al ver el rostro de él su corazón empezó a latir muy fuerte.

In my dream
I'm calling your name
you are my love


— “¿Cómo estás princesa?” —preguntó él.

— “Bien, me siento muy feliz al tenerte a mi lado” —contestó esbozando una sonrisa al observarlo.

In your eyes
I search for my memory
lost in vain
so far in the scenery
hold me tight,
and swear again and again
We'll never be apart


Él sonrió al escuchar las palabras de ella, “por el castillo se dice que ya eres la nueva sacerdotisa del reino, ¿es cierto?”

“Si” —sonrió.

If you could touch my feathers softly
I'll give you my love
We set sail in the darkness of the night
out to the sea
to find me there
to find you there
Love me now
if you dare...


El sabia que ella había esperado por él todo éste tiempo y al ser nombrada sacerdotisa, era por que ya tenía la mayoría de edad, entonces, “aunque es inapropiado de mi parte no pedir el permiso a los Reyes antes de venir aquí y decirte esto, pero…” —sonrojándose conforme hablaba— “princesa… todo este tiempo que ha transcurrido en los viajes por los diferentes mundos, no he dejado de pensar en usted…”, no sabía cómo decírselo, “nada me haría más feliz que…”,  se arrodilló a los pies de ella con un brillo en sus ojos canela, preguntándole y ésta vez sin titubeos, “princesa Sakura… ¿quieres casarte conmigo?”.

Kiss me sweet
I'm sleeping in sorrow
all alone
to see you tomorrow


Ella se sorprendió con la pregunta, su mirada se iluminó con total alegría, y enseguida se lanzó a sus brazos del chico, “¡Sí Syaoran!, ¡por supuesto que sí, yo te amo y me gustaría ser tu esposa!.

In my dream
I'm calling your name
You are my love...
My love...

Syaoran estaba feliz al igual que ella, lo único que hizo es corresponder a su abrazo diciéndole suavemente— “yo también te amo Sakura  y quiero compartir una vida contigo para siempre”.

— “Sabes…” —dijo él soltándose del abrazo de ella.

— “¿Qué sucede?” —preguntó.

— “Quise que estuvieras enterada antes sobre la proposición que te acabo de hacer, porque aunque no sé cuál será la reacción de los Reyes, en unos instantes solicitaré el permiso para desposarte”

— “Ellos te aprecian mucho Syaoran, la noticia les alegrará te lo aseguro” —dijo ella sonriendo.

— “Antes que me olvide, Watanuki te envía saludos, no sé si te acuerdas de él…”

— “Sí, si lo recuerdo a través de ella…” —cerró sus ojos.

— “Él nos brindó su ayuda cuando llegamos a su tienda en uno de nuestros viajes y utilizó su poder para que el próximo mundo fuera el Reino de Clow”.

— “Pero, ¿el precio?” —preguntó asustada.

— “No te preocupes, el precio ya fue pagado desde el momento en que llegamos a ese lugar”.

— “Que generoso es” —dijo cerrando sus ojos verdes— “no sabe lo agradecida que estaré con él siempre, por haberlos enviado de vuelta y así poder verlos nuevamente”.

— “Sí, yo también me siento así, él aún sigue esperando a aquella persona, espero que su deseo se cumpla y pueda ser feliz”.

— “Sí” —dijo sonriente acercándose a su interlocutor apoyando su cabeza sobre él, éste la abrazó, cuando de pronto se abrió la puerta y se encontró con la mirada de…

—“¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Ahhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!” —gritó Sakura saltó del susto y se separó de Syaoran al instante con la cara toda roja— “¡¡¡hermano!!!, ¡¡¡¿por qué no tocas la puerta antes de entrar?!!!”.

— “¡Qué hace ese mocoso aquí, Sakura!”

— “No es ningún mocoso”, le defendió ella

— “¡Tú!, es mejor que permanezcas a fuera de la habitación de mi hermana”, Touya lo observaba con expresión de enojo.

— “Lo…lo siento alteza” —inclinándose con respeto y sonrojado al igual que la princesa— “estaré en el salón del castillo Sakura” —dijo él antes de retirarse de habitación.

Ella estaba aun sonrojada por la proposición de él y estaba muy feliz por ello, su hermano estaba de mal humor, al ver a su hermana sonreír ante el espejo.

— “No demores, mis padres y tus amigos están en el salón principal” —indicó Touya marchándose.

— “Enseguida bajo” —dijo ella muy contenta— “hoy Syaoran hablará con mis padres, seguro a mi hermano la noticia le va a desagradar, ya que a él nunca le ha gustado que sea amiga de Syaoran” —soltó un suspiro de resignación.

En el interior de las ruinas, el agua se tornaba en formaba de remolino y una sombra estaba sobre un escudo mágico, pronunció una palabras y del agua surgió una especie de ventana en forma de ojo en la cual podía observar, “DESDE AQUÍ SERÁ MÁS FÁCIL…”.

Sakura al bajar de las escaleras, se detuvo al ver por la ventana a esa persona, tenía su rostro muy triste, no sabía por qué, “¿le habrá sucedido algo malo?” —se preguntaba inquieta— “después de desayunar iré a visitarlo”.

—“¡BIEN, SIGUE ASÍ!, AHORA ACABAS DE LLAMAR SU ATENCIÓN, YA SABES QUE HACER” —dijo la sombra a través de un ojo de agua en el interior de las ruinas.

—“Sí” —respondió otra persona con los ojos de otro color, estaba como una especie de control psíquico, “yo seguiré sus órdenes mi señor”.

—“¡Buenos días!”, la hija menor de los reyes se inclinaba ante todos en la sala, “¿cómo han amanecido?”

— “Bien, agradecemos tu hospitalidad princesa Sakura y la de los Reyes por que nos permitieron quedar en el castillo” —dijo Fay

—“¡Oh!, no se preocupen”  —añadió la Reina y volteó a ver a su hija— “hija, ¿estás muy feliz hoy?”.

— “Sí” —respondió muy sonriente.

En eso empezaron a desayunar, Fay, Kurogane y Mokona entablaron conversación con los Reyes mientras Sakura y Syaoran permanecían en silencio.

—“¿Sucede algo hija?” —preguntó el Rey.

—“¿Eh?, no, padre” —agitaba sus manos, pero en realidad tenía nervios, muchos nervios, porque cualquier momento Syaoran iba a…” —se escuchó el movimiento de una silla en la mesa… él se había levantado sonrojado y con nervios por lo que iba a decir…

—“¿Estas bien Syaoran?” —preguntaba Mokona.

Los presentes observaban como Sakura y Syaoran estaban sonrojados y a la vez nerviosos.

— “Altezas presentes yo… quiero pedirles… formalmente la mano de Sakura, por que deseo casarme con ella”, él termino la frase con la cara toda roja.

— “…….”, silencio profundo.

Pero cuando las palabras fueron asimiladas por uno de los presentes se escuchó un grito, “¡¡¡¿QUÉ ACABAS DE DECIR?!!!” —saltó Touya de uno de los asientos y los demás observaban la escena.

—“¡¡¡ESTÁS LOCO MOCOSO!!!, ¡¡¡MI HERMANA AÚN ES MUY JOVEN Y QUIERES CASARTE CON ELLA, ANTES TE...”

— “Calma Touya” —interrumpió su madre— “nuestra querida hija ya a cumplido la mayoría de edad y si ella es feliz al lado de Syaoran, lo único que te puedo decir es que tienes mi aprobación” —dijo la Reina sonriendo y levantándose de su asiento para felicitar a ambos.

— “Yo también les deseo lo mejor a ambos, espero que hagas muy feliz a mi hija, Syaoran” —dijo el Rey amablemente.

— “Gracias, ¡padre!, ¡madre!, de verdad se los agradezco” —comentó su hija menor con su rostro lleno de felicidad y abrazó a sus padres— “Syaoran y yo nos amamos”, dijo sonrojada— “y me hace muy feliz el saber que ustedes aceptan nuestro compromiso”.

—“¡¡¡Boda!!!, ¡¡¡boda!!!, ¡¡¡boda!!!”, saltaba Mokona de la emoción, Kurogane y Fay les dieron las felicitaciones también. El único que tenía la peor cara ahí era Touya, sabia que su hermana extrañaba al chiquillo pero de eso a casarse, era demasiado para él, pero al escuchar a sus padres no tuvo remedio, que revolotear  con su mano la cabeza de su hermana menor, “se feliz con ese…” —lanzó una mirada a Syaoran— “y TÚ más te vale que protejas siempre a mi hermana”.

— “Sí, gracias alteza” —respondió el chico.

Los Reyes sonrieron al ver esa escena. “Para cuando piensan celebrarlo” —añadió la Reina,

— “¿Ehh?”, ambos jóvenes enmudecieron, mientras pensaban, porque no habían planeado eso.

Una sonrisa por parte de los reyes al notar sus expresiones, “hija que te parece a finales de este mes, es la fiesta del reino” —sugirió su padre.

— “¡Sí!, ¿qué opinas Syaoran?” —preguntó con un brillo en sus ojos esmeraldas.

— “Ese día es perfecto” —respondió sonriente, pensó— “hace tiempo que no disfrutaba de ésta felicidad, la alegría de una familia que gocé junto a mis padres, ellos…aún se encuentran en el interior de nosotros, puedo sentirlo” —observó a la princesa y sonrió nuevamente. 

Todos se encontraban tranquilos y en armonía en esos momentos. Cuando la celebración terminó, Kurogane, Fay, Mokona y Syaoran, se fueron a investigar las ruinas.

— “Es verdad”, sólo faltarían dos semanas para la fiesta del reino. “¡Ahhhh!”, se alborotó  mientas entraba a su habitación y detrás de ella escuchó la dulce voz de su madre, “no preocupes hija, tu padre y yo nos encarguemos de todos los preparativos para la ceremonia, ese será el regalo para nuestra querida Sakura” —dijo sonriente.

— “¡Gracias madre!” —comentó y luego la abrazó— “amo mucho a Syaoran”.

— “Sí” —observó a Sakura y continuó— “todos lo sabemos hija y ayudarlos a que sean felices es recompensarlos en algo, por todo lo que sufrieron en aquél viaje que tuvieron por aquellos mundos” —asintió la Reina acariciando el cabello de su hija.

— “Gracias” —sonrió y de pronto recordó algo— “¡ahh!… ¿sabes si Kinu sigue en el reino?”.

— “Sí” —dijo pensativa— “creo que sí, ¿porqué la pregunta?”.

Esta mañana cuando iba a desayunar lo observé desde la ventana del palacio y lo noté muy triste, quizás le sucedió algo, así que, quiero ir a visitarlo.

—“Claro” —dijo la Reina— “salúdalo de mi parte”.

— “Sí” —comentó abandonando la habitación,

— “No sé por qué… pero ese joven es extraño… espero que sea mi imaginación”, —comentó la reina.

— “¡Buenos días Kinu!”.

—“¡Buenos días princesa, está muy feliz el día de hoy”.

— “Sí” —sonrió— “porque hoy me comprometí formalmente con Syaoran, sabes me casaré con él dentro de dos semanas en la fiesta del Reino”.

—“¡Oh!, no lo sabía, felicitaciones princesa” –comentó sonriente.

— “Gracias” —dijo sonriendo y a la vez preocupada— “¿te sientes bien?”.

— “¿Por qué lo pregunta?”.

— “Porque pareció verte triste esta mañana” —afirmó ella.

La mirada del joven se perdió en las arenas del Reino al decir— “es que los guardias decidieron darme de alta y dijeron que el día de mañana tengo que abandonar el castillo, y... yo...”

—“¡Ahh!, eso no puede ser, tú aun no recuerdas quien eres, porque no te quedas hasta el día de la fiesta del Reino, ¿qué dices?”.

— “La idea me encanta, pero...”, se detuvo a pensar por un momento, “y sus padres… ¿estarán de acuerdo en que me quede hasta ese día?...”.

— “Sí, no te preocupes, yo hablaré con ellos, sé que entenderán”.

— “¡Muchas gracias princesa!”, se inclinó hacia ella, luego acomodó algunas cosas en un bolso. 

— “¿Vas alguna parte?”

— “Sí, voy al mercado de  la ciudad, ¿le gustaría venir conmigo princesa?

— “Claro” —aseveró ella, se encontraba muy feliz por su compromiso, su hermano a pesar de haber aceptado su compromiso estaba de mal humor y no quería estar ahí para escucharlo, además sus amigos y Syaoran habían salido a las ruinas del castillo, así que optó por ir a visitar a su nuevo amigo Kinu y de paso ir a visitar la ciudad.

Partieron hacia el mercado, disfrutaron mucho las compras, no pasaba desapercibida por las miradas de los pobladores, la gente del reino quería mucho a la princesa y le guardaban profundo respeto, luego fueron a una tienda de antigüedades, mientras Sakura estaba distraída observando las variedades de la establecimiento, el chico encontró un broche de cabello.

—“¿Es hermoso verdad?”, le preguntó el dueño.

— “Sí” —respondió él.

— “Este broche es muy especial” — aseguraba el anciano y empezaron a charlar, luego él decidió comprarlo y obsequiárselo a la princesa

— “Muchas gracias Kinu, está muy lindo” —dijo ella aún con el broche en sus manos.

— “El aciano comentó que es muy especial, sabe ¿por qué princesa?”.

— “No, ¿por qué?”.

— “El anciano dice que es para la traer felicidad a la persona que lo posea”.

—“¡Ohh!, gracias” —sonrió.

— “Señorita”, se acercó el anciano, puede colocárselo por aquí tengo una espejo para que pueda observar lo hermoso que se le ve.

— “SÓLO UN POCO MÁS” —decía la sombra ansiosa desde los manantiales del reino.

—“Gracias”  —contestó ella al colocarse el broche y verse al espejo, éste emitió una luz que impactó con el broche, para la vista de los demás era casi imperceptible, pero ella se sintió muy extraña, su corazón emitió un latido muy fuerte.

Lo mismo le ocurría a Syaoran en la ruinas “¿qué es esto?...” —se preguntaba él asustado.

Por otro lado en la tienda de antigüedades Sakura seguía de pie, de pronto la bolsa de frutas que llevaba en sus brazos se cayó al suelo y su mirada permanecía fija en el espejo.

—“¿Qué le pasa princesa?” —replicaba Kinu pero ella no reaccionaba, solamente murmuraba— “este sonido... mis plumas... no puede ser posible…”, cayendo desmayada en sus brazos.

— “¡Esta señorita es la princesa!” —comentó con sorpresa el anciano— “¿qué le pasó?, ¿porqué se desmayó?” —preguntaba el propietario de la tienda.

— “No sé que le sucede, pero es mejor llevarla al castillo” —respondió el muchacho preocupado por ella.

— “JA JA JA JA JA, ASÍ QUE EL HECHIZO A TRAVÉS DEL ESPEJO DARÁ LOS RESULTADOS QUE TODOS NUESTROS HERMANOS ESPERAN”, alardeaba la sombra en una barrera desde los manantiales en el interior de las ruinas.

En otra dimensión, Yuuko se encontraba observando la oscuridad de la noche y un viento  hizo sonar las campanas del corredor de su tienda, comentando con pesar— “ha empezado…”,  junto a Mokona sobre su hombro, comentó— “éste hechizo que acaba de hacer avanzará sus planes pero, ha roto la lógica del tiempo, provocando el despertar de ellos en otro mundo…”.




— “¿QUÉ HACES AQUÍ MOCOSO?” —preguntaba Touya con una vena en la cabeza.

— “¿Se encuentra Sakura?” —pregunto él sosteniendo el enfado por haberle dicho mocoso.

— “ELLA NO ESTÁ Y DE UNA VEZ TE ADVIERTO, NO ESTÉS MOLESTANDO A MI HERMANA” —aseveró Touya con los ojos blancos del coraje cruzándose los brazos.

— “No soy ninguna molestia para Sakura” —respondió él con una vena  en la cabeza. “sólo quería hablar con ella, pero como no se encuentra, no tengo nada más que hacer aquí” —respondió retirándose firmemente, mientras en su mente le recriminaba, “creo que fue mala idea venir sin avisar”, por suerte el taxi aun estaba esperándolo, “por favor continúe con el trayecto que le indiqué”.

— “Sí, joven” —comentó el conductor.

Touya observaba como Shaoran se alejaba en ese auto. “Pensé que durante estos años se había olvidado de mi hermana, maldito mocoso, después de haber hecho sufrir al monstruo por su ausencia, ¡¿qué se ha creído?!, ¡¿qué puede venir tranquilamente a visitarla como si nada?!” —sostenía la expresión de enfado en su rostro.

— “¿Qué te tiene de tan mal humor Touya?”, apareciendo por sus espaldas un sujeto con una bata blanca.

— “Yukito, hace más de un año que no te dejas ver”.

— “Es cierto, pero aún no respondes a mi pregunta” —replicó.

— “Es ese sujeto chino volvió de nuevo, no sé cómo dejan pasar a esa gente a nuestro país”.

— “Ja Ja Ja Ja Ja, no cambias, sigues sobreprotegiendo a Sakura”.

— “¡Cállate Yukito!, mejor entra a la casa, te invito algo mientras me cuentas como vas en tus estudios”.

—“¡Oh!, ¡¡Sakura y el chico que fue transferido ayer están saliendo juntos!!, alborotaba una de sus compañeras de clase.

— “No, lo creo” —dijo una de sus amigas— “ella ayer aseguró después del incidente en el ascensor que no eran novios”.

— “Pues yo no estaría tan segura de eso” —mencionó otra— “sino vean con sus propios ojos, ellos acaban de llegar juntos a la academia”.

—“¡¡¡¿Queeeeeeeeeeeeee?!!!” —gritaron muchas chicas del salón pegándose a las ventanas— “entonces era cierto lo que Xao había dicho”.

Cuando entraron al salón, había muchas miradas de enojo contra Sakura, haciendo que ésta diera un salto del susto.

— “¿Qué pasa?” —preguntó él al ver el temor de ella.

— “Parece que están muy enfadadas” —respondió ella.

Y el chico al observar a los demás comprendió del temor de ella, apareciendo una gota en la cabeza.

—“¡Buenos días!” —saludaron ambos y luego se acercó un grupo de chicas, musitando— “no que no eran pareja y el día de hoy viene juntos…”.

— “El hecho de que vengan juntos no significa que sean pareja” —defendió su amiga Nobu.

— “Ella está en lo cierto” —aseveró Sakura y continuó— “Hiwaki y yo, no somos pareja, sólo somos amigos y el hecho que vengamos a la escuela juntos es porque…”, le interrumpió diciendo…

— “Porque la academia se encuentra cerca de donde vivimos, así que coincidimos por casualidad y por favor dejen de molestar a Sakura con tonterías”,  guardando su enfado y se volvió a su asiento.

Dejando a la multitud asombrada y en silencio, luego al llegar el profesor empezó la clase.

Cerca de ahí entre los arbustos, una sombra empezó a tejer unas hileras mágicas, “al parecer este cuerpo será difícil de controlar, lo sabré yo...”

—“¡Buenos días, Lí!, ¡¿cuánto tiempo?!, ¡que gusto verte!” —hablaba dulcemente Tomoyo.

—“Buenos días Daidouji, sí, es cierto…”.

— “Pero ¿te sucedió algo malo?” —inquirió ella.

—¿Porqué la pregunta?” —añadió él aún serio.

— “Porque pareces enfadado Lí” —expresó amablemente con una gotita en su cabeza.

—“¡Oh, lo siento, es que…”,  se dejó caer al mueble y sopló sus cabellos reponiéndose del mal rato que pasó, “llegando a Japón, quise ir a ver a Sakura antes de venir aquí, lamentablemente no pude encontrarla, pero… si a su hermano” —terminó la frase con el ceño fruncido.

— “JaJaJaJa” —rio Tomoyo mentalmente y respondió— “ya veo por qué tu enfado”.

— “Ni me lo recuerdes…”.

— Ella sonreía al ver su enfado y dijo— “Lí, ¿cómo has estado?”.

— “Bien, ingresé a la carrera de arqueología en Hong Kong, también he incrementado mi nivel mágico por influencia de la dinastía Lí a la cual pertenece mi familia, además existen otras dinastías en éste país que pueden ser de utilidad. Por eso hice mi traslado a Japón”, aseveró él.

—“¿Sólo por eso?” —preguntaba Tomoyo con astucia y curiosidad a la vez.

— “Sí, sólo por eso…” —respondió él

— “Pero Lí, ¿acaso no querías volver a Sakura?”.

Él se sonrojó, “¿eh?, sí…, pero no la pude encontrar ya vez…”.

— “El hecho que no hallas encontrado a Sakura en su casa, no significa que ella no te quiere ver o algo parecido” —replicó Tomoyo.

— “Lo sé, pero…, seguro debe estar muy enfada conmigo, porque no le escribí nada estos meses…” —respondió con lamento en su voz.

— “Eso sólo lo sabrás al hablar con ella, ¿no lo crees?” —dijo observándole— “además no puedes sacar conjeturas sino tienes una respuesta clara de la misma persona que buscas”.

— “Es cierto” —afirmó con leve sonrojo— “pero yo…”, se sintió como un niño nuevamente al hablar con Daidouji.

—“No te preocupes Lí, te voy ayudar”.

— “¿Eh?, ¿cómo?” —preguntaba con el rostro sonrojado y alarmado a la vez.

— “Vamos a planear su encuentro, va ser espectacular, ya lo verás” —afirmó ella.

— “Pero Daidouji, yo…”, se puso nervioso.

La felicidad de Tomoyo se detuvo al preguntarle algo, “Lí solo respóndeme una cosa con la verdad, ¿aún te gusta Sakura?”

Ahora él tenia la cara toda roja, como cuando era niño, “¿porqué Daidouji es tan observadora?”  —pensó y dijo— “yo….”

—“¡Ah!, ¡ya vez!, ¡reconoces que aún quieres a Sakura después de estos años de ausencia!”, le animó ella.

Él asintió con el rostro todo rojo.

— “¡Lo sabía!” —sonreía con los ojos azules más brillantes— “sé que tu amas a mi amiga, lo sabía desde que éramos niños y no dudé por instante que dejaras de quererla, ahora tenemos que planearlo todo para su encuentro, ¡¡¡será hermoso!!!, ¡¡¡estupendo!!!, ¡¡¡fabuloso!!!”. Tomoyo estaba demasiado alegre casi destellaba estrellas de sus ojos.

— “Pero Daidouji…, no creo que sea una sorpresa para ella” —mencionó él

— “¿Porqué lo dices?” —preguntó ella asustada.

— “Porque su hermano sabe que estoy en Japón”.

— “¡Ahhh!!, no te preocupes, yo hablaré con él” —respondió sonriente.

— “Veo que eres una experta en esto, además te has convertido en una diseñadora muy famosa  aquí en Japón” —dijo él.

— “Gracias, mi madre me apoyó con los mejores profesionales para instruirme y ahora puedo dirigir ésta empresa”.

—“¡Oh!” —vio su reloj— “lo siento, tengo que retirarme, debo entregar unos documentos a la facultad, cualquier cosa…”, dejando sobre su mesa una tarjeta, “ahí esta la dirección y número al cual me puedes contactar y ubicar”.

— “Sí” —respondió sonriente al verlo salir de su oficina, pensó— “nada me haría más feliz que ver a Sakura con la persona que ama, será un momento extraordinario”, sus ojos empezaron a brillar nuevamente.

— “Como te decía Yukito ahora estoy haciendo una tesis de maestría en Economía, y por lo pronto ya tengo varios trabajos en diferentes empresas, pero y tú ¿por qué estas con esa bata blanca?, ¿acaso saliste del hospital?” —preguntaba Touya”.

—“¡Ah!, olvidé quitármela” —dijo Yukito sonriente y comentó, “trabajo en el hospital Central de la ciudad, soy doctor en la especialidad de traumatología,  después que terminé la carrera no tenía tiempo para visitarte”.

Me sorprendes Yuki, Touya empezó a reír “ahora que lo pienso voy hacer que ese monstruo pase consulta, haber si se le quita el gritar cada vez que se levanta tarde”.

— “¡Que malo eres con tu hermana!, ¿cómo se encuentra ella?” —preguntó Yukito.

— “Ese monstruo está bien, pero…” —recordó la visita de ese mocoso.

— “Pero te preocupa que Lí haya venido a visitarla”.

— “No me recuerdes la visita de ese mocoso” —comentó y empezó a comer de mal humor.

— “Jajajajja, tienes un grave complejo con tu hermana”.

— “Cállate Yuki” —respondió escuchando las risas de su interlocutor.

— “Sakura puedo ir contigo a almorzar, es que en mi casa no habrá nadie hoy, ¿qué dices?”, sus ojos verdes de él brillaban al verla.

— “Yo…”, ella se puso nerviosa al ver su rostro de él. Se angustió mentalmente, “porque tengo que recordar la escena en cómo lo conocí” —pensó.

— “Anda Sakura, acepta la proposición de Hiwaki, mira que te lo está pidiendo a ti especialmente habiendo muchas aquí presentes en salón que morirían por ir a almorzar con él, ¿verdad chicas?” —comentó Xao.

—“¡¡¡Sí!!!” —dijeron las demás.

Ella se puso aun más nerviosa, “¡Ahhh!,  ¿por qué Nobu se fue temprano hoy?” —pensó en ese instante, mientras vio nuevamente el rostro de Hiwaki y respondió— “es…está bien vamos”.

—“¡Ahhhh!, es un linda pareja, ¿no lo creen chicas?” —preguntó Xao al verlos salir juntos del salón.

—“¡Siiiii!” —contestaron las demás.

— “Además que él es tan apuesto y con esos ojos verdes, yo me derrito de solo mirarlo” —dijo Shizuku.

—“¡Sí!, no sé como Sakura, no le hace caso, si él a distancia se nota que le gusta” — añadió Akari.

Una vez dentro del restaurant, Sakura se encontraba platicando con él tranquilamente.

—“¡Sakura!, ¿siempre has vivido en Tomoeda?” —preguntaba él.

— “Sí”, luego observó que la expresión del rostro del chico se tornó triste.

— “¿Alguna vez te has sentido con un vacío por dentro, como si quisieras recuperar algo perdido?”, hablaba él intentando recordar algo.

— “No” —dijo prestando atención al muchacho— “¿acaso quieres recuperar algo perdido?”

— “No lo sé, algo dentro de mí, me dice que sí, pero el problema es que no recuerdo que es lo que perdí”. “A veces pienso que estoy loco” —hizo una pausa— “desde que mi madre murió, la actitud de mi padre cambio por completo y se dedico a beber. Mis abuelos por parte de mi madre, reclamaron la custodia, y desde pequeño ellos me han brindado la educación que tengo ahora, por eso pienso prepárame mucho en esta academia y poder ingresar a la universidad”.

— “Oh, ya veo” —dijo ella, comprendiendo por las cosas que debe haber pasado él de pequeño.

— “Sabes tu mamá debe estar con la mía en algún lugar muy hermoso allá arriba y seguro felices por nosotros”.

El chico se sorprendió al escucharla y comentó— “¡Sí!, mis abuelos me contaron que yo heredé los ojos de mi madre” —sonrió.

—“¡Ah!, mi caso es el mismo” —comentó sonriente al notar la coincidencia— “yo también herede los ojos de mi madre”.

Ambos empezaron a reír, cuando ella por casualidad volteó a ver la hora y…

—“¡¡¡Ahhhhhhhhhhh!!!” —abrió sus ojos más de lo normal— “¡es muy tarde Hiwaki!, tengo que ir a casa, seguro mi hermano y mi padre deben estar preocupados”.

—“¡Oh!, es verdad, no lo noté, si vamos, además mi casa queda muy cerca de la tuya”.

— “Sí, es cierto”.

Cuando Sakura llegó a su casa, se encontró con la sorpresa que Yukito estaba ahí, después de saludarlo y de escuchar las quejas de su hermano por la tardanza, ella preguntó por su padre, le parecía raro que no se encuentre, pero su hermano le informó que él avisó por teléfono que iba a llegar en la noche, eso la tranquilizó.

Y Yukito al verla feliz y sonriente, le preguntó— “¿cómo vas con tus clases Sakura?”

— “Bien” —respondió ella

Tuviste algún trabajo en la biblioteca o algo por estilo, ¿monstruo?” —preguntó su hermano con curiosidad.

— “No, hoy hice mis trabajos en la misma academia y… ¡no soy ningún monstruo!” —protestó.

— “Y entonces,  ¿por qué llegaste tarde?” —preguntó nuevamente él con una ceja alzada.

—“¡Ah!, es que estuve conversando con un amigo durante el almuerzo, es un estudiante transferido de Hong Kong” —respondió alegremente.

—“¡¡¡¿QUEEEEEE?!!!” —gritó su hermano, casi escupiendo el trago de té que había ingerido.

—“¡¡¡¿Queeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee?!!!”, se escuchó una vocecita que provenía de la habitación de ella.

Sakura salió corriendo a su alcoba dejando a los presentes sorprendidos, porque ella sabía que era Kero que había gritado.

—“¡Kero!, ¿quieres que nos descubran?, ¿por qué gritas de esa forma?” —musitó ella.

— “Sakura está todo bien allá arriba” —dijo Yukito, desde las escaleras, dándole agua a su amigo por haberse ahogado con el té al escuchar la noticia de su hermana.

— “Si todo está bien, no se preocupen los ruidos eran de… de  la televisión que me olvidé de apagarla” —contestó nerviosa.

A Touya y a Yukito le surgió una gran gota sobres sus cabezas, mientras el hermano mayor de Sakura le decía a su amigo, “ESE MONSTRUO NO CAMBIA…”.

— “¡¿Cómo que saliste con ese mocoso?!” —decía el peluche cruzado de brazos y con una vena en su cabeza.

— “¿A quién te refieres?” —preguntó.

A ese sujeto chino pues “el que llegó a….”, se detuvo, al ver la cara asombrada de ella y se dio cuenta que no era el mismo. “A ese chiquillo de primaria, que compitió contigo en la captura de cartas Clow”.

— “¡Te refieres a Shaoran!, pues no lo eh visto hace años y con quien almorcé es un amigo de la academia, eso es todo”.

— “¡Igual!,  ¡desde mañana iré contigo a esa academia en tu bolso!” —comentó el peluche.

—“¡Queeeeeeeeeee!,  ¡no, Kero!, no, no no”, suplicaba ella  haciendo ademanes con sus manos, porque sabía que si llevaba al peluche a la academia podría causarle dificultades como cuando estuvo en primaria, pero ésta vez estaría sola sin Tomoyo y sus amigas no le iban a creer que tenía un muñeco parlante.

—“¡Que sí!” —dijo Kero cruzándose de brazos en su escritorio.

—“¡Ahhh!,  ¡Kero!...”, se angustió por la decisión del muñeco.

Por otro lado una sombra discutía con una persona…

— “No, puedo hacer lo que me pides, es muy cruel” —decía una voz.

— “Pues tienes que hacerlo de lo contrario yo mismo me encargaré de eliminarla” —dijo la sombra.

— “No puedes, ¡te lo prohíbo!, si tu le haces daño a ella, te juro que…”.

— “No jures nada porque no puedes contra mí, así que más vale que hagas lo que te eh dicho”.

— “Pero ella…” —apretó sus manos de impotencia y dijo— “¡no puedo!”.

— “Mira Kazuo, sólo nos quedan dos semanas para tal evento, así que vendré por ti, un día antes de que se cumpla el pacto, ¡entiendes lo tienes que hacer!” —ordenó la sombra furiosa.

— “Lo siento, pero mi respuesta va a seguir siendo la misma” —levantó su rostro y su mirada era desafiante.

— “Ya lo veremos” —respondió el otro.

Notas de la autora: ¡Hola!, por fin pude terminar éste capítulo, espero que sea de su agrado y disfruten estas nuevas aventuras de los personajes, las intrigas como ¿quién visitó a Kobato en sus sueños?, una de las sombras a provocado el despertar de ellos, ¿quiénes serán?, y  como la casualidad no existe sólo lo inevitable Sakura gracias a esa voz, recuperó la confianza en su poder mágico y pudo despertar a los guardianes, los demás personajes saldrán poco a poco. Cualquier comentario por favor enviarlo al correo  miriels_li_zet@hotmail.com. Saludos, Miriel.

Avances del próximo capítulo: Una nueva forma de protección será otorgada a Fujimoto; el deseo concedido a un cliente será motivo para un encuentro en otro mundo;  los recuerdos del pasado han desaparecido y una nueva batalla en el reino de Clow desatará la furia del líder. Un encuentro inevitable será motivo de alegría en Sakura y Hiwaki tomará una decisión respecto a sus sentimientos.


Capítulo III: “El nuevo poder”