—“¡Sakura!, ¡Sakura!” —saltaba Mokona al verla
despierta en su cuarto— “nos dijeron que te desmayaste”.
— “Mokona…” —respondió y se levantó apresuradamente
diciendo— “¡Syaoran!”, lo abrazó fuertemente, “no sé lo que pasó pero ella ya
no está, ni sus recuerdos”, con lágrimas en su rostro.
— “Lo sé, a mí me sucedió lo mismo… no sé qué fue lo
que sucedió para que ellos desparezcan al igual que sus recuerdos”.
— “Pero, ¿qué fue lo que pasó exactamente antes que
perdieras el conocimiento?” —preguntó Syaoran.
Se detuvo a pensar— “sólo me sentí muy extraña al
escuchar aquel sonido, luego mi corazón latió fuertemente y el poder que
llevaba de esa pluma en mi interior se desvanecía poco a poco, después aparecí
en el mundo de los sueños...”.
— “Lo mismo me pasó a mí en la ruinas” —añadió inquieto—
“mundo de los sueños… ¿cómo llegaste hasta ahí?, ¿qué clase de sonido te
refieres?”.
— “No sé cómo llegue a ese lugar… pero fue allí
donde pude despedirme de mi otro yo, ella afirmó que estaría bien”. Y aquel
sonido fue el mismo sonido que provocó hace algún tiempo la liberación de mis
plumas” —comentó con tristeza— “Syaoran, tengo miedo” —sollozó en sus brazos.
Él la abrazó, porque en su interior también sentía
temor de que todo vuelva a empezar. El que ambas plumas hayan desaparecido de
sus cuerpos, significa que otra vez el tiempo está siendo alterado, pero el
problema es saber quién es el que provocaría tal catástrofe.
—“¡¿Por qué?!… ¿por qué está pasando esto
Syaoran?...”
— “Tranquilízate Sakura, estoy igual de consternado
que tú con todo lo que está sucediendo en el Reino”.
— “Sakura nos preocupamos cuando Kinu nos comentó
sobre lo que tu desmayo” —dijo Mokona.
— “¡Ahhhh!, Kinu, debo agradecerle”.
— “¿Agradecerle?”.
— “Si, Syaoran, debo darle las gracias por que Kinu
al desmayarme en aquella tienda me ayudó a venir al castillo”.
— “¿Kinu?, ¡Sakura!, ese chico es extraño” —decía
Mokona.
— “No es cierto” —dijo moviendo su cabeza— “él sólo
ha sufrido mucho”.
— “Entonces por favor cuando salgas otra vez del castillo,
lleva a Mokona contigo”, Syaoran estaba a un costado de su alcoba.
— “Está bien” —respondió ella, luego preguntó— “¿cómo
les fue en las ruinas?”.
El necesitaba hablar con ella de todo lo que pasaba,
deicidio contarle aquel acontecimiento insólito— “Sakura, un fuerte poder
apareció en la ruinas y unas criaturas nos atacaron por sorpresa, luego…” —hizo
una pausa— “ocurrió algo muy extraño, ese fuerte poder se desvaneció junto con
aquellas criaturas y todo volvió a la normalidad”.
—“¡¿Qué?!, ¡¿cómo es posible que aparezcan criaturas?!,
si en el reino no existe tal cosa” —aseveró ella asustada.
— “Es muy extraño todo esto…, pero esa energía que
percibimos antes que nos atacasen era… demasiado poderosa, es como si…”
— “Como si el tiempo estuviera siendo alterado” —expresó
inquieta— “aún no sé exactamente qué es lo que sucede en el Reino de Clow…
además, en mis pesadillas sólo hay oscuridad y existe alguien que intenta
atacarme siempre, no sé quién es…, por eso ahora con lo que dices mi temor
aumenta”.
— “Lo sé, debemos estar alertas”.
— “Sí”.
— “Debo ir a la sala un momento, descansa por favor,
Mokona quédate con ella”.
— “Sí” —asintió Mokona.
— “Está bien” —respondió la princesa y lo vio cerrar
la puerta.
Después de hablar con los reyes y el príncipe sobre
los sucesos, Syaoran y los demás concordaron en doblar la seguridad del
palacio.
— “SI HUBIERAN DEJADO DIVERTIRME AL MENOS UN POCO” —replicaba
la sombra furiosa en un círculo neutral cerrado para que no percibieran su
energía, “PERO NO; SIEMPRE TIENE QUE HACERSE LA VOLUNTAD DE YAMI, ESTÁ BIEN QUE
TENGAMOS UN JURAMENTO DE SANGRE, ESTÁ ABUSANDO DE LA POCA PACIENCIA QUE TENGO.
ÉL LO SABE MUY BIEN QUE PUEDO IGUALAR SU NIVEL MÁGICO”, su mente asimiló los
acontecimientos recientes y palideció, “PERO… DESPUÉS DEL CONJURO QUE HICE…,
SÓLO LE HICE UN FAVOR AL DESPERTARLO A ÉL…”, un aura oscura emanaba de su
interior para lamentarse mentalmente, “¡¡¡AHHHHHHHHHHHHH!!!, NO PUEDE SER, AHORA
ÉL TIENE MÁS PODER QUE YO, ¡¡¡POR QUE DIABLOS TUVE QUE HACER CASO A MIS
IMPULSOS…!!!, ¡¡¡MALDITA SEA!!!, DEBÍ QUEDARME QUIETO, AHORA CON LO QUE HICE
ELLOS SOSPECHARÁN DEL MOCOSO. ¡¡¡AHHHH!!!”, sujeto un relicario que tenía sobre
su cuello y musitó, “AHORA DEBO SER MÁS CUIDADOSO EN MIS ACTOS O SINO ECHARÉ
TODO A PERDER”.
En otra dimensión…
— “¡¡¡Himeko!!!,
tu amiga Kohana te busca”.
— “Si, enseguida voy mamá”, se escuchó una
vocecita desde el interior de las habitaciones.
— “Hija recuerda que hoy llegaré tarde del trabajo,
tu padre está de viaje, así que obedece a tu hermano sí”.
— “Sí mamá, no
te preocupes”.
— “Y no discutas con Seiji”.
—“¡Ahhhh!,
Seiji es muy malo conmigo mamá, siempre anda molestándome y Hiroshi nunca le
dice nada sólo se ríe”. Con una vena en su cabeza, musitó— “mi hermano es amable conmigo pero cuando
trae a su amigo Seiji a casa, este termina molestándome, él siempre me compara con un monstruo y yo
no soy ningún monstruo. ¡CLARO QUE NO!”
Su madre regresó a la habitación de su hija y
observaba a su pequeña de seis años y sonreía al escuchar los comentarios que
ésta hacía.
— “Mamá,
olvidaste algo” —volteó la niña de cabello oscuro ensortijado y de ojos
claros como su madre.
— “Si, casi olvido despedirme de ti mi pequeña
Himeko”, se inclinó a la estatura de su hija y la abrazó.
— “Mamá no te
preocupes, yo cuidaré bien la casa, ¡te lo prometo!” —mencionó la niña
entusiasmada, ella sabia que dos veces a la semana se quedaba sola en casa por las mañanas, pero siempre en
compañía de Kohana su mejor amiga, mencionó—
“además, Kohana se quedará en casa
hoy y haremos los deberes pendientes del infantil de niños”.
— “Haré todo lo posible en llegar temprano para
almorzar juntas, les traeré algo delicioso”.
—“¡¡¡Que
bien!!!”, el rostro de la pequeña se iluminó. “Tú al igual que papá cocinan muy delicioso mamá”.
TOC, TOC, TOC, TOC…
—“¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡AHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!”, la niña pegó un
grito, “olvidé que Kohana sigue en la
puerta” —comentó con expresión cómica en su rostro.
— “Descuida hija, yo me encargo de eso y no olvides
lo que dije sobre hacerle caso a tu hermano”.
— “Si mamá, no
te preocupes, que tengas buen día y cuídate mucho” —dijo la pequeña
despidiéndose de su madre.
Al bajar a de su cuarto observó a su amiga en el
recibidor…
—“¡Kohana!, ¡buenos días!” —saludó la pequeña, con la
sonrisa que la caracterizaba siempre.
—“¡Himeko!, ¡buenos días!, ¿hoy también te quedaste dormida?”
—lo dijo al ver a su amiga aún en pijama.
La pequeña sonrió, colocando su mano sobre su cabeza
y una gota apareció en ella, “si es
cierto, según mi hermano, debería hacer caso al despertador, pero a veces ni lo
siento”.
Empezaron a reír ambas, luego Himeko subió a su
cuarto a cambiarse de ropa, mientras su amiga la esperaba en la sala.
— “Listo, empecemos
con las tareas”
— “¡Si!” —dijeron ambas con entusiasmo.
Al terminar sus deberes del infantil de niños,
Kohana se dio cuenta que Himeko, se había quedado dormida sobre los cuadernos.
Kohana estaba que le llamaba por varios minutos, pero su amiga no despertaba se
había quedado profundamente dormida.
—“¡Hay!, ¡ahora que voy hacer!” —se angustió
empezando a mover a su amiga, diciéndole— “Himeko, tu hermano no demora en
llegar y si te ve así de dormida pensará que hemos estado jugando y no hicimos
los deberes, por favor despierta, ¡Himeko!, ¡Himeko!, ¡¡Himeko!!”
— “Ven, ven
por favor…”—murmuró la pequeña.
—“¿Eh?, ¡¿qué te pasa Himeko?!”, su amiga estaba
hablando dormida. En eso se levantó y respiró muy fuerte, tomando impulso para decir— “¡¡¡¡¡HIMEKO!!!!!, se escuchó un pequeño
gritó más fuerte que el despertador, es que Kohana tenía una voz muy aguda, ya
cantaba en el coro de la guardería de infantes. Pero era necesario despertar a
su amiga.
—“¡¡¡Ahhhhhhhh!!!, ¡¡¡¿qué?!!!, ¡¡¡¿qué pasa?!!!”, se levantó una asustada Himeko.
—“Ahh…” —suspiró de alivio Kohana— “llevó bastante tiempo
tratando de despertarte, te quedaste dormida y hasta hablabas mientras
dormías”.
—“¡¿Eh?!, yo…,
no recuerdo…” —comentó apenada.
En un espacio oscuro los rayos de luz empezaban a
iluminar a dos cuerpos casi traslucidos.
konna ni mo tooku e futari wa
kite shimatte
Mira lo lejos que hemos llegado
los dos juntos.
ano koro no
Ya no hay manera de recuperar
osanai
kimi no hohoemi ni mou kaerenai ne
aquella inocente sonrisa infantil
que antes tenías.
— “¿Qué es esto?” —preguntaba él confundido, con el sello
mágico que lo caracterizaba, se sentía confundido y al levantar su mirada canela
observó como los rayos de sol empezaban a reflejar a otra persona que estaba a
cierta distancia de él.
kimi ga warau sekai ga suki de
Me gusta este mundo, en el que tú
sonríes,
(kimi ga warau hohoemi no soba ni)
(Tu feliz sonrisa junto a mí.)
soba ni
itai, sore dake
y todo lo que quiero es estar a
tu lado.
wasurekaketa
itami wo mune ni
He sellado dentro de mi corazón
el dolor que había comenzado a olvidar.
Sus ojos empezaron a abrirse lentamente junto con el
círculo mágico de la estrella la cual rodeaba sus pies, “¿qué es este lugar?” —se
preguntaba pero al notar que otra persona había en el lugar, abrió
desmesuradamente sus ojos verdes de la sorpresa que tenia a distancia.
Time goes by
El tiempo pasa,
toki no nagare wa futari wo kaete yuku keredo
y su paso nos cambiará a ambos,
pero aun así
nakushita
mono mo yumemiru mono mo
lo que he perdido, lo que he
soñado,
sono te wo totte omoidasu yo
si cojo tu mano, puedo
recordarlo,
itsumo
kimi no soba de
siempre a tu lado.
El sentía que estaba en un sueño, “¿acaso las almas
pueden soñar despiertas?, ¡no!, ¡no!, ¡esto no es sueño!, ¡no quiero que sea un
sueño!” —se decía así mismo, al notar la sorpresa de ella, empezó a creer que
no era un sueño, que a unos metros de distancia estaba Sakura, aquella Sakura
que hace algún tiempo siguió un largo viaje con él en diferentes mundos, la
misma a la cual la bruja de las dimensiones le otorgó una nueva oportunidad de
vivir en ese círculo cerrado, su esposa, el ser que más amaba en este mundo
estaba a unos pasos de él. No lo podía creer y empezó articular palabra, “Sa…
¿Sakura?...”, en ese momento un conjunto de emociones se apoderaron en su ser,
asombro, temor que solo sea una ilusión, pero en el fondo sentía una alegría
infinita y un brillo en sus ojos canela se hizo presente.
kanashii koto sae oboete okitai
kara
Quiero recordar incluso los
momentos tristes,
kimi no
chizu ni
así que, en tu mapa,
watashi
no tame no peeji wo nokoshite oite ne
asegúrate de dejar una página
para que me guíe.
— “Sha… ¿Shaoran?, ¿eres tú en verdad?” —preguntaba sin
creer lo que observaba— “¿eres Shaoran o esto es un sueño?...”, llenando sus
ojos de lágrimas contenidas de alegría y temor a la vez, si el temor de que sea
solo un sueño y que al tratar de tocarlo él desaparezca.
mirai kara fukitsukeru kaze wo
Aquél día, creíste
(mirai kara no tsumetai kaze)
(El frío viento del mañana)
kimi wa
ano hi shinjita
que habría un mañana en el que
volaríamos aún más alto
ashita wa motto takaku maiagare...
sobre el viento que sopla hacia
nosotros desde el futuro...
Ambos empezaron caminar lentamente acercándose el
uno al otro, y dejar atrás la distancia que los mantenía separados, en sus
pensamientos pasaba la idea en que estén en medio de un sueño, si era así,
ambos no querían que terminase, el volver a verse después de un largo tiempo y
el estar separados era un tormento eterno.
Time goes by
El tiempo pasa,
toki ga
sugite mo kitto kawaranu mono ga aru no
pero aunque lo haga, hay cosas
que nunca van a cambiar.
todokanai
kara, mitsuketai kara
Aún no hemos llegado al final, y
quiero encontrarlas,
yume no
tsubasa wo sagashi ni yuku
así que sigamos buscando las alas
de mis sueños.
soba ni
ite ne, zutto...
Y quédate a mi lado, para
siempre...
Cuando sus miradas se encontraron, al estar frente a
frente.
Sakura levantó una de sus manos, el hizo lo mismo,
quería sentir el rozo de su piel, saber que estaba vivo y saber si era un sueño
lo que estaba viviendo o era realidad.
(Time goes by
(El tiempo
pasa,
toki no
nagare wa futari wo kaete yuku keredo
y su paso
nos cambiará a ambos, pero aun así
nakushita
mono mo yumemiru mono mo sono te wo totte omoidasu yo)
lo que he
perdido, lo que he soñado, si cojo tu mano, puedo recordarlo.)
Sus manos traslucidas se unieron, en ese momento
sabían que no estaban soñando, ella rompió en lágrimas y lo abrazó, él la
recibió entre sus brazos con alegría y ternura.
— “¡¡¡Shaoran!!!, ¡¡¡eres Shaoran!!!”, “por fin
puedo volver a tu lado” —dijo entre sollozos.
— “La persona más preciada, esta junto a mi
nuevamente” —dijo cerrando su ojos canelas.
soba ni iru yo,
Yo estaré a tu lado,
zutto...
para siempre...
Canción: Yume no Tsubasa
Autor: Yui Makino
Ambos disfrutaban el sentir el latido de sus
corazones, en ese instante no les importaba como habían llegado ahí, bajo que circunstancias
habían acabado en un espacio vacío, lo único que les importaba era que estaban
nuevamente juntos.
En otra dimensión, se encontraba Yuuko junto a
Mokona, “a pesar que las plumas
pertenecientes a los clones hayan desaparecido del cuerpo de los originales,
estoy segura que se encuentran en otro mundo, puesto que la magia que poseen
los hacen indispensables en ésta situación, hasta Dios está de acuerdo en eso…,
el error de esa sombra al realizar ese conjuro en el espejo, ha creado una
dualidad entre el bien y el mal.
— “Una dualidad…” —musitó Mokona sobre su hombro.
— “Sí…” —asintió— “ha hecho que el nuevo poder le pertenezca
a él, esa sombra a perdido la cordura por completo y ahora con ese poder oscuro
otorgado será más difícil detener lo que ha empezado, pero…, también ha
provocado que ésta interferencia en el tiempo cambie el destino de las personas
en otros mundos”.
— “¡¡¡No puede ser!!!, eso significaría que…” —Mokona
se detuvo al ver a su ama pensativa.
Yuuko observó como el viento agitaba los pétalos de
Sakura, “la rueda del tiempo debe seguir
su curso…, incluso con distorsiones provocadas por esa persona…”.
— “¿Sabes en que terminará todo esto, Yuuko?” —preguntaba
Mokona preocupado.
— “No…” —cerró
sus ojos— “pero…” —levantó su mirada
y dijo— “llegará el momento en que todos
tendrán que hacer sus propias elecciones…”.